Anemia: qué es, tipos, causas y tratamiento

Actualizado en abril 2024

La anemia es una enfermedad en la que la cantidad o tamaño de la hemoglobina dentro de los glóbulos rojos está alterada, lo que provoca síntomas como debilidad, falta de apetito, palidez en la piel y los ojos, y pérdida de memoria.

La anemia puede ser causada por una mala alimentación, alteraciones genéticas, el uso de ciertos medicamentos o por situaciones que disminuyen la absorción de nutrientes, como la enfermedad celíaca y la cirugía bariátrica, por ejemplo. Conozca más sobre las principales causas de la anemia.

Ante la sospecha de anemia, es importante consultar a un médico general o a un hematólogo para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento más adecuado. El tratamiento de la anemia varía según su causa, pudiendo incluir mejoras en los hábitos alimenticios, inyecciones, suplementos o transfusiones de sangre en algunos casos.

Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

Los principales síntomas de la anemia incluyen:

  • Debilidad;
  • Cansancio;
  • Palidez en la piel, labios, ojos y encías;
  • Mareos;
  • Falta de aire durante el esfuerzo físico,
  • Falta de apetito;
  • Pérdida de memoria;
  • Dolor de cabeza;
  • Llagas en la boca.

Los síntomas de anemia varían de acuerdo con la causa de esa condición, el grado de anemia, edad o estado de salud de la persona. Vea más sobre los síntomas de anemia.

Test online de síntomas

Si cree que puede tener anemia, seleccione los síntomas que presenta para saber si se encuentra en riesgo:

  1. 1. Falta de energía y cansancio excesivo
  2. 2. Piel pálida
  3. 3. Falta de disposición y baja productividad
  4. 4. Dolor de cabeza constante
  5. 5. Irritabilidad fácil
  6. 6. Ganas inexplicables de comer algo extraño como ladrillo o barro
  7. 7. Pérdida de memoria o dificultad para concentrarse

Esta prueba de síntomas es solo una herramienta de orientación y, por lo tanto, no sirve como diagnóstico ni reemplaza la consulta con un médico.

Tipos de anemia

La anemia puede clasificarse en 3 tipos principales según las características de los glóbulos rojos:

1. Anemia macrocítica

En este tipo de anemia, el tamaño de los glóbulos rojos está aumentado, lo cual puede comprobarse mediante el valor del Volumen Corpuscular Medio (VCM) por encima de 100 fl. Los principales tipos de anemia macrocítica son:

  • Anemia megaloblástica: ocurre debido a la deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico, o al uso de ciertos medicamentos, pudiendo causar fatiga, caída del cabello o pérdida de apetito. Conozca más sobre la anemia megaloblástica;
  • Anemia perniciosa: es una enfermedad autoinmune en la que el organismo no puede absorber la vitamina B12 debido a la deficiencia del factor intrínseco, una proteína que facilita la absorción de vitamina B12 en el organismo;

En el caso de la anemia de Fanconi, es una enfermedad genética que provoca signos y síntomas como alteraciones óseas, manchas en la piel y baja estatura. Conozca más sobre los síntomas de la anemia de Fanconi.

2. Anemia microcítica

La anemia microcítica se caracteriza por la disminución del color rojo y del tamaño de los glóbulos rojos. Los principales tipos de anemia microcítica son la anemia ferropénica, que es causada por la falta de hierro en el organismo, y la talasemia, que es una enfermedad hereditaria caracterizada por defectos en la producción de hemoglobina.

3. Anemia normocítica

La anemia normocítica se caracteriza por alteraciones en la médula ósea que pueden llevar a cambios en la forma de los glóbulos rojos o acelerar su destrucción, a pesar de que los glóbulos rojos tienen un tamaño normal. Los principales tipos de anemia normocítica son:

  • Anemia falciforme: es una enfermedad hereditaria que provoca alteraciones en la forma de los glóbulos rojos, causando síntomas como dolor óseo, retraso en el crecimiento y coloración amarillenta de los ojos y la piel. Conozca más sobre la anemia falciforme;
  • Anemia hemolítica: es un tipo de anemia en la cual los anticuerpos destruyen los glóbulos rojos de la sangre, provocando síntomas como fatiga, palpitaciones, orina oscurecida y palidez;
  • Anemia aplásica: es una alteración de la médula ósea caracterizada por la disminución de la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en la sangre. Esta condición puede ser hereditaria o estar relacionada con el uso de medicamentos, entre otros factores. Sepa más sobre los síntomas y causas de la anemia aplásica.

Es importante consultar a un médico general o hematólogo si se sospecha de anemia, para confirmar el diagnóstico y recibir el tratamiento adecuado.

Lea también: 8 tipos de anemia y tratamiento tuasaude.com/es/tipos-de-anemia

Cómo confirmar o diagnóstico

El diagnóstico de la anemia debe ser realizado por un hematólogo o un médico general, a través de la evaluación de los signos y síntomas presentados por la persona.

Para confirmar el diagnóstico, el médico también puede solicitar un hemograma para evaluar la cantidad de hemoglobina, VCM, HCM, hierro sérico, ferritina, vitamina B12 y ácido fólico. Vea cuáles son los análisis clínicos para detectar la anemia.

Asimismo, en algunos casos, el médico también puede solicitar pruebas genéticas, biopsia o exámenes de imagen, como endoscopia y resonancia magnética, para investigar la causa de la anemia.

Posibles causas

Las principales causas de la anemia son:

  • Baja ingesta o aumento de las necesidades de hierro, vitamina B12 o ácido fólico, como en el embarazo, o etapa de crecimiento, por ejemplo;
  • Malnutrición calórica/proteica y otras deficiencias de nutrientes;
  • Uso de ciertos medicamentos, como alopurinol, metotrexato, fluorouracilo y azatioprina;
  • Enfermedades genéticas;
  • Menstruación abundante o hemorragia;
  • Infecciones;
  • Alteraciones hepáticas;
  • Condiciones que aumentan los anticuerpos que destruyen los glóbulos rojos, como lupus, artritis reumatoide o leucemia.

Además, la anemia también puede ser causada por situaciones que disminuyen la absorción de nutrientes, como la enfermedad celíaca, la cirugía bariátrica, el consumo excesivo de alcohol y la hemodiálisis.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la anemia debe ser realizado bajo la orientación del médico general o hematólogo y varía según la causa y el tipo de esta condición, incluyendo el uso de medicamentos, suplementos orales, inyecciones, transfusiones de sangre, trasplante de médula ósea y cambios en la alimentación.

  1. Medicamentos: se pueden recomendar corticosteroides, antibióticos, inmunomoduladores y antiinflamatorios para el tratamiento de algunos tipos de anemia;
  2. Suplementos orales o inyectables: pueden ser prescritos suplementos de hierro, vitamina B12 y ácido fólico para el tratamiento de la anemia ferropénica, talasemia y anemia megaloblástica;
  3. Inyecciones: las inyecciones de hierro o vitamina B12 pueden ser indicadas principalmente en casos de anemia profunda o en el caso de anemia perniciosa;
  4. Transfusión de sangre: se recomienda para personas con anemias graves, anemia hemolítica, anemia falciforme, talasemia o anemia de Fanconi. Vea en qué consiste la transfusión de sangre;
  5. Trasplante de médula ósea: es un tratamiento similar a la transfusión de sangre, indicado para el tratamiento de la talasemia y la anemia de Fanconi, por ejemplo.
Lea también: 13 medicamentos para la anemia (y cuándo se indican) tuasaude.com/es/medicamento-para-la-anemia

Según el tipo de anemia, el médico o nutricionista también puede recomendar el consumo de alimentos ricos en hierro, como hígado, pollo, pescado, semillas de calabaza y garbanzos, y fuentes de vitamina C, como el marañón, la acerola, la guayaba, la fresa y el kiwi. Sepa cómo debe ser la dieta en casos de anemia.

Lea también: Tratamento para la anemia: medicamentos, suplementos y otras opciones tuasaude.com/es/tratamento-para-la-anemia

Posibles complicaciones

Cuando no se trata, la anemia puede aumentar el riesgo de algunas complicaciones, como:

  • Alteraciones cardiovasculares, como arritmia, infarto e insuficiencia cardíaca;
  • Problemas durante el embarazo, como parto prematuro, bebés con bajo peso al nacer o aumento de la pérdida de sangre durante el parto;
  • Retrasos en el desarrollo físico y mental en niños;
  • Síndrome de piernas inquietas.

Además, la anemia no tratada puede aumentar el riesgo de fallo de varios órganos, lo que puede llevar a la muerte.

Vídeos relacionados