Los suplementos de hierro son indicados para la prevención y tratamiento de anemias por deficiencia de hierro, también puede ser utilizada en algunas situaciones en que el organismo demanda concentraciones más elevadas de este mineral, como ocurre en la infancia o durante el embarazo, donde el desarrollo y el crecimiento demandan mayor cantidad de hierro.
Estos suplementos pueden comprarse en las farmacias convencionales en forma de comprimido o en gotas y, dependiendo de la dosis, podría ser necesario receta médica. Algunos nombres comerciales de suplementos de hierro son Ferricol, Ferrotemp, Hi-Dex, Dunox Pro, Ferranina y Ferrinat, los cuales además de hierro que pueden contener ácido fólico y vitamina B12, nutrientes esenciales que también ayudan a combatir la anemia.
La suplementación de hierro varía de acuerdo con la edad y la gravedad de la anemia, siendo importante que se realice bajo orientación médica o de un nutricionista.

Cómo tomar y por cuánto tiempo
La dosis recomendada de suplementos de hierro y la duración del tratamiento varía de acuerdo a la edad, al peso y la gravedad de la anemia o del problema a tratar. Sin embargo, la dosis de hierro que suele recomendarse es:
- Adultos: 120 mg/día de hierro;
- Niños: 3 a 5 mg de hierro/kg/día, no pudiendo exceder la dosis de 60 mg/día;
- Bebés de 6 meses a 1 año: 1 mg de hierro/kg/día;
- Embarazadas: 30-60 mg de hierro + 400 mcg de ácido fólico;
- Mujeres en período de lactancia: 40 mg de hierro.
Lo ideal es que el suplemento de hierro se tome en conjunto con una fruta cítrica como la naranja, piña, kiwi, fresas, brócoli o mandarina, por ejemplo, para potenciar la absorción del hierro a nivel intestinal.
Además de esto, el tratamiento para la anemia no solo se basa en la ingesta de suplementos, por lo general esto se combina con una dieta donde se incluyan alimentos ricos en este mineral, o en los casos más graves, podría ser necesario la realización de una transfusión sanguínea. Vea cómo deber ser la dieta para la anemia.
Para curar la anemia ferropénica es necesario por lo menos 3 meses de suplementación de hierro, hasta que las reservas de este mineral en el organismo sean repuestas. Por lo tanto, se recomienda la realización de un nuevo examen de sangre 3 meses después de haber iniciado el tratamiento para verificar sus valores.
Tipos de suplementos de hierro
El hierro en su forma elemental es un metal inestable que se oxida fácilmente por lo que se encuentra generalmente en forma de complejos, como por ejemplo: sulfato ferroso, gluconato ferroso o hidróxido de hierro, que hacen que el hierro sea más estable. Además de esto, algunos suplementos todavía se pueden encontrar encapsulados en liposomas, que son una especie de vesículas esféricas formadas por una doble capa de fosfolípidos, que impiden que el suplemento reaccione con otras sustancias.
Todos los suplementos contienen el mismo tipo de hierro, lo que puede variar es su biodisponibilidad, lo que significa que se absorben o interactúan con alimentos de forma diferente. Además de esto, algunos complejos pueden presentar más efectos secundarios que otros, principalmente a nivel gastrointestinal.
El suplemento más conocido y utilizado es el sulfato ferroso, que debe tomarse en ayunas, porque interactúa con algunos alimentos y puede provocar efectos secundarios como náuseas y ardor estomacal; pero hay otros que se pueden tomar en conjunto con las comidas como es el caso del gluconato ferroso, en la que el hierro está ligado a dos aminoácidos que le impiden reaccionar con alimentos y otras sustancias, haciéndolo más biodisponible y con menos efectos secundarios.
Hay también suplementos que contienen hierro asociado a otras sustancias como ácido fólico y vitamina B12, que también son vitaminas muy importantes para combatir la anemia.
Posibles efectos secundarios
Los efectos secundarios varían dependiendo del tipo de complejo de hierro utilizado, siendo los más comunes:
- Acidez y ardor estomacal;
- Náuseas y vómitos;
- Sabor metálico en la boca;
- Sensación de estómago lleno;
- Heces oscuras;
- Diarrea o estreñimiento.
Las náuseas y las molestias gástricas pueden aumentar con la dosis del medicamento, y suelen ocurrir 30 a 60 minutos después de la ingestión del suplemento, pero pueden desaparecer después de los primeros 3 días de tratamiento.
Para disminuir el estreñimiento causado por el medicamento, se debe aumentar el consumo de fibras presentes en las frutas y en los vegetales, hacer actividad física y, si es posible, tomar el suplemento en conjunto con las comidas. Conozca qué hacer para combatir el estreñimiento.
Vea el siguiente video cómo debe ser la alimentación para combatir la anemia: