Vómito con sangre (hematemesis): 11 causas y qué hacer

Actualizado en abril 2024

El vómito con sangre o la presencia de un poco de sangre en el vómito, normalmente es causado por reflujo gastroesofágico, úlceras gástricas, gastritis o esofagitis; sin embargo, también puede ser causado por pancreatitis, cirrosis o incluso cáncer de estómago o esófago.

La sangre en el vómito puede ser identificada a través de síntomas como vómito de color rojo brillante, vómito amarronado, con aspecto semejante a borra de café, o vómito con moco y trazas de sangre, y siempre debe ser comunicado al médico, pues puede indicar condiciones graves que requieren de tratamiento inmediato.

El diagnóstico del vómito con sangre, condición conocida científicamente como hematemesis, es llevado a cabo mediante una endoscopia, en la que es evaluada la integridad del tracto gastrointestinal. El tratamiento es indicado por un gastroenterólogo o médico general, que tiene como objetivo solucionar la causa del vómito con sangre, variando en cada caso.

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11 causas de vómito con sangre

El vómito con sangre puede ser causado por:

1. Várices esofágicas

Las várices esofágicas son vasos sanguíneos dilatados en el esófago, los cuales pueden surgir debido a la obstrucción de la circulación del sistema porta hepático, que corresponde al sistema responsable por el drenaje de sangre que proviene de los órganos abdominales.

De esta forma, ante la presencia de obstrucción en este sistema, hay un aumento en la presión de las venas del esófago, causando sangrados que pueden identificarse a través del vómito con sangre, heces oscuras y con mal olor (melenas), palidez y mareos. Conozca qué síntomas pueden ocasionar las várices esofágicas.

Qué hacer: si se sospecha de várices y la persona está vomitando sangre, es muy importante acudir rápidamente a la emergencia del hospital para detener la hemorragia. Cuando la persona ya tiene el diagnóstico de várices, lo más recomendado es que se haga seguimiento por un gastroenterólogo para que indique el tratamiento más adecuado que permita mejorar la causa de las várices y evitar los sangrados. Para esto, se suele recomendar el uso de medicamentos betabloqueantes, así como la realización de una cirugía. 

2. Gastritis

La gastritis es la inflamación de la mucosa que reviste al estómago, lo que puede dar como resultado la destrucción de la misma cuando no es identificada o tratada correctamente. De esta manera, a medida que la mucosa es lesionada, pueden surgir úlceras, las cuales pueden sangrar a lo largo del tiempo y generar vómito con sangre, vómito con aspecto de borra de café y heces oscuras.

Además, es posible que la persona sienta otros síntomas de gastritis, como malestar abdominal, sensación de ardor en el estómago y náuseas. Conozca cómo identificar la gastritis.

Qué hacer: se debe consultar al gastroenterólogo para realizar exámenes, diagnosticar la gastritis y, de esta forma, indicar el tratamiento más adecuado, el cual suele implicar el uso de medicamentos antiácidos o inhibidores de la producción de ácido por el estómago, como el omeprazol o el esomeprazol, por ejemplo. Vea los principales medicamentos para la gastritis.

Además de esto, es importante realizar cambios en los hábitos de alimentación, con el objetivo de disminuir la inflamación del estómago, debiendo evitarse el consumo de alimentos ricos en grasa, embutidos, salsas, pimienta, café, picantes y bebidas alcohólicas. Conozca cómo debe ser la dieta para gastritis

3. Esofagitis

La esofagitis es la inflamación del esófago, que es la estructura que conecta la boca al estómago, lo que causa síntomas como acidez, sabor amargo en la boca, dolor de garganta y vómito con sangre.

En la mayor parte de los casos, la esofagitis es causada por infecciones, gastritis o reflujo gastroesofágico, que dan como resultado la agresión de la pared del esófago y el surgimiento de los síntomas.

Qué hacer: es importante que la causa de la esofagitis se identifique para que se inicie el tratamiento más adecuado. La mayoría de las veces, el gastroenterólogo indica el uso de medicamentos para disminuir la acidez del estómago, como el omeprazol, además de realizar cambios en la alimentación hasta que la esofagitis sea curada y no exista más riesgo de haber inflamaciones. Vea qué es la esofagitis y cómo se realiza el tratamiento.

4. Úlceras

La presencia de úlceras en el estómago suele surgir como consecuencia de una gastritis crónica, pues cuando la gastritis no es diagnosticada ni tratada, la mucosa gástrica es constantemente irritada por el ácido producido en el estómago, lo que favorece el surgimiento de úlceras.

Se puede sospechar de úlceras estomacales cuando se tiene dolor de estómago entre las comidas o por la noche, el cual no pasa incluso con el uso de medicamentos para facilitar la digestión, además de náuseas y vómitos, los cuales pueden estar acompañados de sangre. Vea cómo reconocer los síntomas de la úlcera gástrica.

Qué hacer: así como en la gastritis y en la esofagitis, se recomienda el uso de medicamentos protectores gástricos, los cuales deben ser empleados según la recomendación del gastroenterólogo, para evitar que la mucosa gástrica se irrite más y para facilitar la cicatrización de las úlceras, aparte de cambios en los hábitos de alimentación. 

5. Reflujo gastroesofágico

El reflujo gastroesofágico es el retorno del contenido del estómago hacia el esófago y en dirección a la boca, lo que causa dolor e inflamación constante de la pared del esófago y, en casos graves, puede causar sangrados y vómito con sangre.

Otros síntomas del reflujo gastroesofágico son acidez, regurgitación de los alimentos, indigestión y exceso de eructos. Conozca cómo identificar los síntomas del reflujo gastroesofágico.

Qué hacer: el tratamiento del reflujo gastroesofágico debe ser indicado por el gastroenterólogo, el cual puede recomendar el uso de antiácidos, inhibidores de la producción de ácido, protectores gástricos o aceleradores del vaciamiento gástrico, por ejemplo, además de cambios en la dieta. Vea todos los medicamentos indicados para el reflujo gastroesofágico.

Conozca mejor los síntomas y el tratamiento del reflujo gastroesofágico:

6. Sangrado nasal

Cuando el sangrado nasal es muy intenso, la persona puede tragarse involuntariamente la sangre y después eliminarla a través del vómito.

En la mayor parte de los casos, el vómito con sangre causado por sangrado nasal no es grave; sin embargo, es importante que la persona observe la frecuencia con la que ocurre el sangrado y la cantidad de sangre eliminada, siendo importante consultar al médico en caso de ser muy frecuente.

Qué hacer: para detener el sangrado nasal y, de esta manera, evitar el vómito con sangre, se recomienda comprimir la nariz con un paño y aplicar hielo en la región, manteniendo la cabeza inclinada hacia adelante. Conozca qué hacer en caso de sangrado por la nariz.

7. Pancreatitis crónica

La pancreatitis crónica es la inflamación progresiva del páncreas, la cual puede causar rotura de vasos sanguíneos alrededor del páncreas y dar como resultado vómito con sangre.

Asimismo, otros síntomas son ojos amarillentos, dolor intenso del lado izquierdo del abdomen que puede irradiarse hacia la espalda, aparte de otros síntomas como náuseas o fiebre.

Qué hacer: el tratamiento suele ser realizado mediante hospitalización con administración de suero en la vena y de medicamentos analgésicos indicados por el gastroenterólogo para controlar el dolor, o cirugía en los casos más graves. Además, es importante hacer cambios en la alimentación, evitando alimentos grasosos, y tomar suplementos de enzimas pancreáticas de acuerdo con la recomendación del médico. Vea más sobre el tratamiento de la pancreatitis.  

8. Cirrosis hepática

La cirrosis hepática también puede causar vómito con sangre, además de ojos y piel amarillentos, orina oscura, heces blanquecinas o hinchazón en las piernas, principalmente cuando está en el estadio más avanzado.

Esta enfermedad ocurre cuando el alcohol, la grasa en el hígado o la hepatitis causan destrucción permanente de las células del hígado, haciendo que estas células sean sustituidas por tejido fibroso, como si fuese una cicatriz, dificultando el trabajo del hígado.

Qué hacer: se debe consultar al hepatólogo para iniciar el tratamiento, el cual varía de acuerdo con lo que causó la cirrosis, pudiendo ser llevado a cabo con la suspensión del uso de bebidas alcohólicas, una dieta pobre en grasas o uso de medicamentos diuréticos para reducir la hinchazón en el cuerpo. En los estadios más graves, el médico puede indicar el trasplante de hígado. Vea más sobre el tratamiento de la cirrosis.

9. Síndrome de Mallory-Weiss

El síndrome de Mallory-Weiss es una enfermedad en la que ocurre un aumento repentino de la presión en el esófago, lo que puede causar rotura de la mucosa en la unión del estómago y el esófago, ocasionando síntomas como vómitos con sangre, dolor abdominal y dolor en el tórax.

Este síndrome puede ser causado por vómitos frecuentes, tos intensa, arcadas o hipo constante.

Qué hacer: se debe buscar ayuda médica inmediatamente o acudir al centro de emergencias más cercano para detener el sangrado, lo que puede ser llevado a cabo mediante endoscopia, aplicación de medicamentos directamente en la lesión, electrocoagulación o colocación de clip, por ejemplo. En caso de que el sangrado no mejore con endoscopia, el médico puede recomendar cirugía.

10. Hipertensión portal

La hipertensión portal es el aumento de la presión en la vena porta, la cual lleva la sangre desde los órganos abdominales hacia el hígado, lo que puede alterar su funcionamiento y causar hemorragias, dando como resultado vómitos con sangre y heces muy oscuras y con mal olor. 

En los casos más graves, puede incluso surgir confusión e incluso desmayo. 

Qué hacer: se debe acudir inmediatamente al centro de emergencias más cercano para iniciar el tratamiento más adecuado, el cual puede ser llevado a cabo mediante el uso de medicamentos, terapia endoscópica, cirugía o trasplante de hígado.

11. Cáncer

La presencia de tumores en el estómago o en el esófago puede ocasionar la salida de sangre por la boca; sin embargo, este síntoma es más frecuente en estadios más avanzados del cáncer.

Además de vómito con sangre, en la mayor parte de los casos pueden identificarse otros signos y síntomas indicadores de la enfermedad, como pérdida del apetito, pérdida de peso, dificultad para tragar, heces oscuras y con olor fuerte, sensación de llenura, cansancio excesivo y malestar abdominal. Conozca más sobre el cáncer de esófago. 

Qué hacer: en caso de que se considere la posibilidad de ser cáncer a nivel del estómago o del esófago, es importante que se realicen exámenes de diagnóstico, como una endoscopia o biopsia, para que, en caso de confirmación, se inicie el tratamiento rápidamente, evitando que la enfermedad progrese y surjan algunas complicaciones.

Vómito con sangre en bebés

El bebé también puede presentar vómito con sangre y la causa debe ser investigada por el pediatra. Por lo general, cuando el bebé vomita sangre puede ser un indicativo de enfermedad hemorrágica (falta de vitamina K), enfermedades hepáticas, infecciones graves o, en casos menos graves, ingestión de sangre durante la lactancia, debido a la presencia de fisuras o heridas en el pezón de la madre.

En niños mayores, el vómito con sangre puede ocurrir por la pérdida de un diente, una hemorragia nasal que baja a la garganta, tos fuerte por muchos días o la toma de medicamentos, por ejemplo.

Cuándo acudir al médico

Es importante acudir al centro de emergencias más cercano inmediatamente en caso de que la cantidad de sangre en el vómito sea muy grande y cuando la sangre en el vómito esté acompañada de otros síntomas, tales como:

  • Latidos cardíacos acelerados;
  • Respiración rápida;
  • Palidez;
  • Confusión mental;
  • Mareos o desmayo.

Estos síntomas pueden ser indicativos de shock hipovolémico y requieren de tratamiento inmediato, pues pueden colocar la vida en riesgo. Vea cómo es realizado el tratamiento del shock hipovolémico.

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