Tratamientos para TDAH: medicamentos y otras terapias

El tratamiento para el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se lleva a cabo mediante el uso de medicamentos, terapia cognitivo-conductual, intervenciones educativas, terapias complementarias o la combinación de estas opciones, debiendo ser indicado por el pediatra, neurólogo o psiquiatra.

Además, para que el tratamiento del TDAH infantil sea eficaz, es crucial que tanto los padres como los maestros se involucren activamente. Esto implica mejorar el entorno en el que el niño se desenvuelve, establecer una rutina diaria, organizar el espacio y proponer actividades en los momentos más adecuados.

Entre las formas naturales que pueden apoyar el tratamiento de este trastorno se incluyen el control de la alimentación, evitando el consumo de alimentos ricos en colorantes y azúcares. También se recomienda fomentar la práctica de actividades físicas y la realización de terapias alternativas, como la meditación y la acupuntura, que son muy útiles para calmar y estimular la concentración del niño.

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El tratamiento para el TDAH generalmente incluye una combinación de intervenciones farmacológicas y no farmacológicas. A continuación, se detallan los principales medicaentos utilizados:

Medicamentos

El tratamiento farmacológico es una de las principales herramientas en el manejo del TDAH, especialmente cuando se busca mejorar la atención y reducir la impulsividad e hiperactividad. Los medicamentos que pueden ser indicados por el médico son:

1. Medicamentos estimulantes

Los medicamentos estimulantes son los más comúnmente prescritos para el tratamiento del TDAH debido a su eficacia rápida en la mejora de la atención, el control de impulsos y la reducción de la hiperactividad.

  • Metilfenidato (Ritalin, Concerta y Medikinet)este es uno de los medicamentos más comunes para el tratamiento del TDAH. Actúa aumentando los niveles de dopamina y norepinefrina en el cerebro, lo que mejora la atención y el control de impulsos. Es especialmente utilizado como tratamiento de primera línea en niños y adolescentes con TDAH. 
  • Anfetaminas (Adderall, Vyvanse y Dexedrine): las anfetaminas aumentan la concentración de neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina, siendo eficaces para mejorar la atención y reducir la impulsividad y la hiperactividad. Sin embargo, este medicamento debe ser prescrito con cuidado debido a sus posibles efectos secundarios. 
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2. Medicamentos no estimulantes

Los medicamentos no estimulantes se utilizan cuando los estimulantes no son efectivos o causan efectos secundarios significativos. 

  • Atomoxetina (Strattera): este medicamento es utilizado principalmente cuando los estimulantes no son efectivos o producen efectos secundarios no deseados. Este fármaco actúa inhibiendo la recaptación de norepinefrina en el cerebro, mejorando los síntomas de atención y control de impulsos.
  • Guanfacina (Intuniv): este medicamento se utiliza principalmente para tratar la impulsividad y la hiperactividad en los niños y adolescentes con TDAH. Funciona modulando los niveles de norepinefrina en el cerebro y puede ser utilizada como complemento de otros tratamientos.
  • Clonidina (Kapvay): similar a la guanfacina, la clonidina se utiliza para el tratamiento de la hiperactividad y la impulsividad en niños con TDAH. Es más comúnmente utilizada como parte de un tratamiento combinado. Además, también tiene un efecto sedante que puede ser útil en niños que tienen dificultades para conciliar el sueño debido al TDAH.

Aunque no son tan eficaces como los medicamentos estimulantes en la mayoría de los casos, son una opción importante, especialmente cuando el TDAH está asociado con otros trastornos, como la ansiedad, o cuando hay antecedentes de abuso de sustancias.

3. Antipsicóticos

Los antipsicóticos pueden ser utilizados en el tratamiento del TDAH, principalmente en casos donde hay comorbilidades más graves, como trastornos de conducta, agresividad o episodios de psicosis.

  • Antipsicóticos atípicos, como risperidona (Risperdal) y el aripiprazol (Abilify): estos son una clase de fármacos más modernos que tienen menos efectos secundarios que los antipsicóticos tradicionales. Estos medicamentos se utilizan principalmente para tratar la irritabilidad y la agresividad en niños con TDAH y trastornos de conducta.
  • Antipsicóticos típicos, como haloperidol (Haldol)aunque menos comunes debido a sus efectos secundarios más severos, los antipsicóticos típicos pueden ser utilizados en casos de trastornos graves del comportamiento acompañados de TDAH.

Los antipsicóticos no son comúnmente utilizados para tratar el TDAH de forma aislada, pero pueden ser útiles para manejar síntomas adicionales en personas con diagnóstico de TDAH y trastornos conductuales graves.

4. Antidepresivos

Los antidepresivos pueden ser utilizados para tratar el TDAH cuando existen comorbilidades, como la depresión, la ansiedad o trastornos de la conducta, que suelen ser comunes en niños y adolescentes con TDAH. Los tipos más comunes son:

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft) y citalopram (Celexa): estos fármacos aumentan los niveles de serotonina en el cerebro y son comúnmente utilizados para tratar la ansiedad y la depresión, que son comórbidas con el TDAH en muchas personas. 
  • Antidepresivos tricíclicos (imipramina y la amitriptilina): en algunos casos, cuando los ISRS no son efectivos, se pueden considerar los antidepresivos tricíclicos. Estos medicamentos no solo son efectivos en el tratamiento de la depresión, sino que también pueden ser útiles para mejorar la concentración y reducir la impulsividad en personas con TDAH. 

Este tipo de medicamentos no son una opción de primera línea para tratar los síntomas principales del TDAH, pero en algunos casos pueden ayudar a controlar síntomas relacionados como la irritabilidad, la ansiedad y la falta de concentración.

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Tratamiento psicológico

Las terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), son fundamentales para enseñar a los niños y adolescentes estrategias para mejorar su atención, controlar impulsos y gestionar emociones.

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También se ha demostrado que intervenciones como el neurofeedback pueden ser eficaces en algunos casos, ya que entrenan a las personas para regular sus ondas cerebrales.

Intervenciones educativas

Las adaptaciones y estrategias en el ámbito escolar son esenciales para apoyar a los estudiantes con TDAH. Esto puede incluir modificaciones en el aula, como mayor tiempo para completar tareas, y el uso de técnicas de enseñanza que favorezcan su atención y participación.

Terapias complementarias

Algunas terapias complementarias, como la equinoterapia y la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS), han mostrado resultados prometedores.

La equinoterapia, en particular, ha demostrado mejorar la atención y reducir la hiperactividad en niños con TDAH, mientras que la tDCS se está investigando como una opción para mejorar las funciones ejecutivas y la atención en adultos con este trastorno.

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Cambios en la alimentación

La dieta enfocada para quienes viven con TDAH suele priorizar fuentes naturales de proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales importantes para el metabolismo cerebral.

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También es fundamental evitar productos con colorantes artificiales, altos en azúcares y ultraprocesados, como paletas, caramelos y gelatina, por ejemplo, ya que estos pueden agravar los síntomas vinculados a la hiperactividad o la distracción.

Cuidar la ingesta de estos componentes puede generar mejoras leves o moderadas en la calidad de vida de niños, adolescentes y adultos diagnosticados con TDAH.​

A pesar de los beneficios potenciales de una alimentación equilibrada, la dieta para TDAH siempre debe considerarse como complemento, nunca como sustituto del tratamiento médico, terapias conductuales u orientaciones profesionales.

Cambios bruscos o restrictivos en la alimentación pueden suponer riesgos, sobre todo en las etapas de crecimiento, por lo que se recomienda buscar seguimiento de un especialista en salud antes de modificar la dieta de forma importante.

Orientaciones para la familia

El tratamiento del TDAH no solo depende de los profesionales de la salud, sino también de la participación activa de la familia. A continuación, se ofrecen algunas orientaciones clave para apoyar a los niños y adolescentes con TDAH en el hogar:

  • Establecer rutinas claras y consistentes: los niños con TDAH se benefician enormemente de las rutinas. Es importante establecer horarios fijos para las actividades diarias, lo que les proporciona estructura y reduce la ansiedad.
  • Fomentar un entorno libre de distracciones: asegurarse de que el lugar de estudio y las áreas de descanso sean tranquilas y sin distracciones ayudará a los niños a concentrarse mejor en sus tareas.
  • Refuerzo positivo y consecuencias claras: utilizar un sistema de recompensas y consecuencias claras es útil para enseñar a los niños a controlar su comportamiento.
  • Promover la actividad física: el ejercicio regular no solo mejora la salud física, sino que también ayuda a reducir la hiperactividad y mejorar la concentración en los niños con TDAH.
  • Fomentar la comunicación con los docentes: mantener una comunicación constante con los maestros para monitorear el progreso escolar y hacer ajustes necesarios es fundamental.
  • Brindar apoyo emocional constante: los niños con TDAH pueden experimentar frustración y baja autoestima debido a sus dificultades. Es importante brindarles apoyo emocional constante y reforzar sus fortalezas.

El tratamiento para el TDAH debe ser adaptado a las necesidades individuales de cada niño o adolescente. La combinación de terapia farmacológica, intervenciones psicológicas, estrategias educativas y el apoyo familiar son fundamentales para el manejo efectivo de este trastorno.

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