8 remedios caseros para el asma

Actualizado en diciembre 2022
Evidencia científica

Algunos remedios caseros y naturales como el té de jengibre y ajo o el té verde pueden ayudar a mejorar los síntomas del asma, como tos, sensación de opresión en el pecho, silbido al respirar o sensación de malestar, debido a que son ricos en sustancias antiinflamatorias, antialérgicas e inmunoestimulantes, las cuales reducen la inflamación de los bronquios y mejoran el flujo de aire hacia los pulmones. 

El asma es una inflamación crónica en los pulmones, donde la persona presenta dificultades para respirar, falta de aire o sensación de opresión en el pecho, siendo más frecuente en individuos que poseen antecedentes de asma en la familia o son muy alérgicos. Vea cómo identificar los síntomas de asma.

Aunque no sirvan para sustituir el tratamiento médico, los remedios caseros son una excelente opción para ayudar a prevenir o a controlar las crisis de asma, pudiendo ser utilizados para complementar el tratamiento indicado por el médico. 

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Remedios caseros para el asma

Algunos remedios caseros para complementar el tratamiento médico indicado para el asma incluyen:

1. Té verde

Ciertos estudios muestran que el té verde, elaborado a partir de la planta Camellia sinensis, posee cafeína en su composición, una sustancia que ayuda a relajar los músculos de los bronquios, disminuyendo las crisis de asma y mejorando la respiración. 

Asimismo, los compuestos fenólicos presentes en el té verde, como la epigalocatequina, que tiene propiedades antioxidantes, ayudan a reducir el estrés oxidativo causado por los radicales libres en las células y la inflamación de las vías respiratorias, ayudando a aliviar los síntomas del asma. Vea los principales beneficios del té verde

El té verde puede ser empleado en forma de tés, infusiones o extracto natural, y debe ser utilizado bajo orientación médica, pues su uso excesivo puede perjudicar el hígado. 

Ingredientes

  • 1 cucharadita de hojas de té verde o 1 bolsita de té verde;
  • 1 taza de agua hirviendo.

Modo de preparación

Añadir las hojas o la bolsita de té verde en la taza con agua hirviendo y dejar reposar por 10 minutos. Colar o retirar la bolsita y beber a continuación. Este té puede ser consumido de 3 a 4 veces al día, o según las indicaciones médicas. 

El té verde no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni por personas que tienen insomnio, hipertiroidismo, gastritis o hipertensión arterial. Además, por contener cafeína en su composición, se debe evitar tomar este té al final del día o en cantidades superiores a las recomendadas.

2. Té de jengibre y ajo

El té de jengibre y ajo tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias debido a la alicina, presente en el ajo, y a los compuestos fenólicos, como el gingerol, chogaol y zingerona, presentes en el jengibre. Estas sustancias ayudan a combatir los síntomas del asma como tos, silbidos, sensación de opresión en el pecho y malestar general. 

Ingredientes

  • 3 dientes de ajo descascarados y cortados por la mitad;
  • 1 cm de raíz de jengibre o ½ cucharadita de jengibre en polvo;
  • 3 tazas de agua;
  • Miel para endulzar (opcional).

Modo de preparación

Hervir el agua con el ajo. Retirar del fuego y añadir el jengibre y la miel. Colar y servir a continuación. 

El jengibre no debe ser consumido por personas que usan anticoagulantes, por lo que debe ser retirado del té en estos casos. 

Asimismo, no se recomienda el uso de este té en las crisis agudas de asma. En estos casos, se debe buscar atención médica lo antes posible. 

3. Infusión de tomillo

La infusión de tomillo es rica en sustancias antiinflamatorias, antioxidantes y expectorantes, como timol, carvacrol, cimeno y linalool, que permiten la eliminación de la flema y aliviar la tos y la sensación de opresión en el pecho causadas por el asma. Vea todos los beneficios del tomillo y cómo utilizarlo

Ingredientes

  • 1 cucharada de extracto de tomillo seco o 2 ramas de tomillo fresco;
  • 1 litro de agua hirviendo.

Modo de preparación

Agregar el tomillo seco en el agua hirviendo y dejar reposar de 5 a 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas al día. 

La infusión de tomillo no debe ser empleada por individuos con problemas estomacales como gastritis o úlceras, por personas con enfermedades en el hígado ni por aquellas que usan medicamentos anticoagulantes como warfarina o clopidogrel, por ejemplo.

4. Té de escobilla

El té de escobilla o yerbaní, preparado con la planta medicinal Scoparia dulcis, es un excelente remedio natural para el asma, pues posee taninos, alcaloides, esteroides y compuestos fenólicos en su composición, con acción antiinflamatoria y antialérgica, ayudando a aliviar la tos. 

Ingredientes

  • 5 g de escobilla;
  • 1 taza de agua.

Modo de preparación

Agregar la escobilla en el agua, llevar a ebullición y dejar hervir por 10 minutos. Luego, dejar entibiar, colar y beber hasta 3 tazas al día. 

Este té no debe ser tomado por mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni por personas que tengan presión alta o diabetes o que utilizan medicamentos inhibidores de la bomba de protones, como omeprazol o lansoprazol, por ejemplo. 

5. Jarabe de rábano picante

El jarabe de rábano picante, elaborado con la raíz de la planta medicinal Armoracia rusticana, es rico en isotiocianatos, que son sustancias con acción antiinflamatoria que ayudan a reducir la inflamación de las vías respiratorias, aliviando los síntomas de tos y sensación de opresión en el pecho, por ejemplo.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de raíz de rábano picante rallada;
  • 1 cucharadita de miel.

Modo de preparación

Mezclar los ingredientes en un recipiente limpio y seco y dejar en reposo por 12 horas. Luego, colar la mezcla con un colador fino y tomar esta dosis 2 o 3 veces al día. 

Este jarabe no debe ser empleado por niños menores de 5 años, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni por personas con problemas estomacales como gastritis o úlcera, o que tengan síndrome del intestino irritable, hipotiroidismo o hipertiroidismo. 

Además, el uso excesivo del rábano picante puede causar irritación en la boca, nariz o estómago. 

6. Aceite esencial de lavanda

El aceite esencial de lavanda posee acción antiinflamatoria que ayuda a reducir la inflamación de las vías respiratorias, especialmente causada por alergias, siendo muy útil para ayudar a calmar y a desobstruir las vías respiratorias, favoreciendo el control del asma. 

Este aceite esencial debe ser empleado solo para inhalación y no debe ser consumidos por vía oral. 

Ingredientes

  • 1 gota de aceite esencial de lavanda;
  • 2 litros de agua hirviendo.

Modo de preparación

Añadir el agua hirviendo y el aceite esencial en un cuenco, mezclar bien. Luego, sentarse en una silla y colocar el recipiente encima de la mesa, cubrir la cabeza con una toalla abierta, inclinarse hacia adelante y aspirar el vapor de esta solución durante 5 a 10 minutos. La toalla ayuda a mantener el vapor concentrado por más tiempo. Repetir este procedimiento hasta 2 veces al día. 

Este aceite esencial no debe ser empleado por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Asimismo, no se recomienda el uso de este aceite en casos de crisis agudas de asma, pues puede empeorar la inflamación. En estos casos, lo mejor es buscar atención médica lo antes posible o usar la bomba prescrita por el médico. 

7. Jarabe de semillas de calabaza

El jarabe elaborado con las semillas de calabaza es otra buena opción de remedio natural para el asma, pues es rico en magnesio, que ayuda a mejorar la capacidad respiratoria de los pulmones, favoreciendo la respiración. Además, las semillas de calabaza son ricas en sustancias antiinflamatorias que disminuyen la inflamación de los bronquios, facilitando el paso de aire y reduciendo síntomas como tos y falta de aire. 

Este jarabe no debe ser empleado por personas que sean alérgicas a la miel, propóleo o polen. 

Ingredientes

  • 60 semillas de calabaza;
  • 1 cucharada de miel;
  • 1 taza de agua;
  • 25 gotas de propóleo.

Modo de preparación

Descascarar las semillas de calabaza y juntarlas con la miel y el agua. Licuar todo y después agregar el propóleo. Tomar 1 cucharada de este jarabe, cada 4 horas, cuando se presente el asma. 

8. Té de uña de gato

El té de uña de gato, elaborado con la cáscara o raíz de la planta medicinal Uncaria tomentosa, es rico en sustancias antiinflamatorias como la mitrafilina y los ácidos clorogénico y quínico, que ayudan a tratar la inflamación respiratoria y las molestias provocadas por el asma. Vea todas las propiedades de la uña de gato.

Ingredientes

  • 20 g de cáscaras y raíces de uña de gato;
  • 1 litro de agua.

Modo de preparación

Hervir los ingredientes por 15 minutos, luego apagar el fuego y dejar reposar en el recipiente tapado por 10 minutos. Colar y tomar el té hasta 3 veces al día. 

El té de uña de gato no debe ser empleado por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni por personas con problemas estomacales como gastritis o úlcera, por ejemplo.