Flacidez: qué es, 10 causas (y qué hacer)

Actualizado en febrero 2024

La flacidez es la pérdida de tonicidad o firmeza de la piel o los músculos, causada por el envejecimiento natural del cuerpo, factores genéticos, el hábito de fumar, la pérdida rápida de peso o el sedentarismo, por ejemplo.

Estas condiciones llevan a una pérdida de fibras en la piel, como colágeno y elastina, lo que la hace lucir más delgada y menos firme, o resultan en la atrofia de los músculos debido a la pérdida de fibras musculares esqueléticas, disminuyendo la tonicidad y la fuerza muscular.

El tratamiento de la flacidez se realiza con un dermatólogo o médico general, y varía según el tipo de flacidez, pudiendo incluir el uso de cremas para la piel, procedimientos estéticos o fisioterapia, por ejemplo.

Imagem ilustrativa número 1

10 causas de flacidez

Las principales causas de flacidez son:

1. Envejecimiento

La flacidez de la piel, también llamada flacidez tisular, puede surgir debido al envejecimiento natural del cuerpo, comenzando generalmente alrededor de los 30 años debido a la pérdida de fibras de colágeno y elastina.

La flacidez tisular puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, como el rostro, el abdomen, las manos, los muslos, los brazos o el cuello, y además de la pérdida de firmeza, la piel también puede volverse más áspera, delgada y frágil.

Qué hacer: al ser una condición normal, no requiere tratamiento porque no representa un riesgo para la salud. Sin embargo, si la flacidez causa malestar estético, el dermatólogo puede recomendar el uso de cremas antienvejecimiento, hidratantes corporales o tratamientos estéticos como radiofrecuencia, carboxiterapia y crioterapia, por ejemplo. Conozca algunos consejos para combatir la flacidez. 

2. Factores genéticos

Los factores genéticos también pueden influir en la elasticidad de la piel, haciéndola más flácida.

Sin embargo, la flacidez de la piel suele ser causada por una combinación de factores, incluyendo la predisposición genética y los hábitos de vida, como una mala alimentación o el sedentarismo, por ejemplo.

Qué hacer: es importante mantener hábitos de vida saludables, como hacer ejercicio regularmente, beber suficiente agua, seguir una dieta nutritiva y equilibrada, además de evitar fumar, para prevenir la flacidez prematura. En algunos casos, el dermatólogo puede recomendar el uso de suplementos de colágeno para la flacidez. Sepa cuándo usar suplementos para la flacidez.

3. Sedentarismo

El sedentarismo, que es un estilo de vida en el que no se realizan actividades físicas, puede llevar a la pérdida de fibras musculares y resultar en flacidez tanto muscular como de la piel.

Qué hacer: es importante cambiar algunos hábitos de vida, tanto relacionados con la práctica de ejercicio físico como con la alimentación.

Por lo tanto, se recomienda tener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico, especialmente el entrenamiento de fuerza, ya que aumenta las fibras musculares, combatiendo la flacidez muscular y de la piel.

4. Exposición al sol

La exposición al sol, especialmente sin el uso de protector solar, puede acelerar el envejecimiento de la piel y aumentar el daño causado por los radicales libres.

Además, los rayos UV del sol pueden interferir con el colágeno y la elastina, que son fibras que brindan soporte y firmeza a la piel, dejándola más flácida.

Qué hacer: es importante usar protector solar a diario, con un SPF de al menos 30, preferiblemente recomendado por el dermatólogo según el tipo de piel. Sepa cómo elegir el protector solar adecuado.

El protector solar debe usarse incluso en días nublados para proteger la piel contra los rayos solares, retrasar el envejecimiento de la piel, el desarrollo de flacidez, así como prevenir la aparición de manchas y cáncer de piel.

5. Mala alimentación

La mala alimentación también puede contribuir al desarrollo de la flacidez en la piel, especialmente cuando la dieta es rica en azúcares y grasas, lo que lleva a una acumulación de células de grasa en la piel.

Con el exceso de células de grasa, se produce un cambio en la estructura de la piel, haciéndola más flácida.

Qué hacer: se debe evitar el consumo excesivo de azúcares y grasas, mantener un peso saludable y aumentar el consumo de proteínas y alimentos beneficiosos para la piel, como la batata, la avena o el aguacate, ya que ayudan en la formación de colágeno y elastina, previniendo la flacidez tisular. Conozca una lista de alimentos buenos para la piel.

6. Pérdida rápida de peso

La pérdida rápida de peso, como ocurre después de dietas o cirugía bariátrica, puede causar flacidez en la piel.

Esto sucede porque al perder peso rápidamente se pierden muchas células de grasa, pero las fibras de colágeno y elastina en la piel no son capaces de contraerse, lo que lleva a una mayor flacidez.

Qué hacer: se debe seguir una dieta orientada por un nutricionista, incluir proteínas en la alimentación y tener una dieta variada y equilibrada.

Además, para combatir la flacidez, el dermatólogo puede recomendar tratamientos estéticos que estimulan la producción de colágeno, como ultrasonido, radiofrecuencia o carboxiterapia, por ejemplo. Sepa cómo debe ser la alimentación después de la cirugía bariátrica.

7. Falta de cuidado con la piel

La falta de cuidado con la piel, como no usar protector solar a diario, no desmaquillarse, no aplicar cremas hidratantes y beber poca agua durante el día, puede acelerar la flacidez y el envejecimiento de la piel.

Qué hacer: se debe usar protector solar a diario con un mínimo de SPF 30, desmaquillarse antes de dormir, aumentar la ingesta de agua durante el día y aplicar cremas hidratantes en el cuerpo y el rostro, o cremas antienvejecimiento o para la flacidez recomendadas por el dermatólogo.

8. Menopausia

Debido a la disminución de hormonas en la menopausia, especialmente el estrógeno, puede producirse una disminución en la producción de colágeno, resultando en flacidez en la piel.

Esta flacidez puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluida la región íntima, y provocar flacidez vaginal, por ejemplo.

Qué hacer: se debe consultar al ginecólogo, quien puede recomendar el tratamiento con terapia de reemplazo hormonal, utilizando hormonas sintéticas, pero también puede realizarse de forma natural con el uso de isoflavonas de soja, por ejemplo. Conozca todas las opciones de tratamiento de la menopausia.

9. Hábito de fumar

El hábito de fumar, al igual que consumir bebidas alcohólicas con frecuencia, puede aumentar el estrés oxidativo en la piel y provocar la pérdida de fibras de colágeno.

Esto acelera el envejecimiento de la piel, dejándola más flácida.

Qué hacer: se recomienda evitar el consumo de bebidas alcohólicas y dejar de fumar para prevenir daños en la piel y la flacidez, además de otros problemas graves de salud.

10. Estar acostado

Estar acostado durante largos períodos puede provocar la pérdida de fibras musculares, causando flacidez muscular o atrofia de los músculos.

Qué hacer: el tratamiento de la flacidez muscular en personas que están acostadas se realiza a través de fisioterapia, con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular para reducir la atrofia y la flacidez muscular. Además, se debe seguir una dieta rica en proteínas recomendada por un nutricionista. Sepa cómo hacer una dieta rica en proteínas.

Tipos de flacidez

Existen dos tipos de flacidez:

  • Flacidez tisular: es el tipo de flacidez que afecta a la piel debido a modificaciones, pérdida o endurecimiento de las fibras de colágeno, elastina y reticulares, lo que hace que la piel sea menos firme y más delgada, con un aspecto envejecido;
  • Flacidez muscular: ocurre debido a la pérdida de fibras musculares, lo que resulta en atrofia muscular y flacidez de los músculos, así como en la pérdida de fuerza y dificultades para realizar las actividades diarias.

El tratamiento recomendado por el dermatólogo o el médico general puede variar dependiendo del tipo de flacidez.

Cuándo ir al médico

Es recomendable consultar con un dermatólogo o un médico general cuando se experimenta incomodidad estética, pérdida de fuerza muscular o dificultad para realizar actividades diarias, con el fin de obtener una orientación adecuada e iniciar el tratamiento más apropiado.