Qué es el cáncer en los huesos (óseo), síntomas y tipos

Actualizado en febrero 2020

El cáncer en los huesos es un tumor que se origina a partir de células anormales producidas en el tejido óseo o puede desarrollar células cancerosas de otros órganos, como mama, pulmón y próstata, lo que caracteriza a la metástasis. Existen varios tipos de cáncer en los huesos, pero los síntomas tienden a ser muy parecidos, pudiendo haber dolor e hinchazón en las articulaciones y fracturas frecuentes y fáciles de ocurrir, las cuales se conocen como fracturas patológicas. 

El diagnóstico es realizado por un ortopedista u oncólogo a través de exámenes como rayos X, resonancia magnética, tomografía computarizada, PET scan (tomografía por emisión de positrones) y biopsia ósea. El tratamiento para el cáncer en los huesos puede ser realizado con quimioterapia, radioterapia o cirugía, dependiendo del tamaño, tipo y localización del tumor en el hueso. 

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Principales síntomas

Los síntomas más comunes de cáncer en los huesos incluyen:

  • Dolor en los huesos: normalmente, en el inicio el dolor no es constante, pero puede ser muy intenso durante la noche o cuando se mueven las piernas, como al caminar, por ejemplo;
  • Hinchazón de las articulaciones: puede surgir un nódulo en las articulaciones, aumentando el dolor y la incomodidad, principalmente en las rodillas y codos;
  • Huesos que se fracturan fácilmente: pueden ocurrir fracturas patológicas, que es cuando los huesos se quiebran con mayor facilidad gracias a la fragilidad provocada por el tumor, siendo más comunes las fracturas del fémur o de la columna. 

Aparte de estos signos de cáncer, el tumor puede ocasionar la pérdida de peso sin razón aparente, cansancio intenso y fiebre constante. En el caso de que el cáncer se disemine para otros órganos, como pulmón, puede causar otros síntomas más específicos, como dificultad para respirar. 

Cómo confirmar el diagnóstico

Cuando el médico sospecha de alguna lesión en el hueso podrá solicitar la realización de rayos X, pues la radiografía podrá mostrar si existe algún defecto en el hueso o en los tejidos próximos, como los músculos o la grasa. En ciertos casos, el médico también puede solicitar radiografía de tórax para evaluar si el cáncer en el hueso se diseminó para los pulmones, sólo cuando el diagnóstico ya esté confirmado. 

La resonancia magnética es el examen más indicado por el médico para confirmar el cáncer en los huesos y para definir el tamaño y la extensión del tumor, pero también puede ser recomendada la tomografía computarizada y el PET scan, puesto que pueden mostrar si otras zonas del cuerpo están afectadas por la enfermedad. Asimismo, la biopsia del hueso también es realizada en conjunto con estos otros exámenes de imagen, pues muestra el tipo de células anormales que están causando el cáncer. 

Cuáles son los tipos de cánceres en los huesos

Existen diversos tipos de cáncer en los huesos, los cuales dependen de la parte afectada del mismo, del tejido y del tipo de célula que forma el tumor, como:

  • Osteosarcoma: es el tipo de cáncer que se desarrolla a partir de las células responsables por la formación de los huesos, ocurre principalmente en los huesos de los brazos, piernas y pelvis, siendo más común en el rango de edad entre los 10 y 30 años;
  • Condrosarcoma: inicia en las células que forman el cartílago, es el segundo tipo más común de cáncer óseo y es inusual en personas menores de 20 años;
  • Sarcoma de Ewing: puede surgir en niños y adolescentes, es inusual en adultos con más de 30 años y las partes más afectadas son los huesos de la región pélvica y los huesos largos de las piernas y brazos;
  • Histiocitoma fibroso maligno: este tipo de cáncer óseo inicia en los ligamentos y tendones que se ubican cerca de los huesos, siendo más común en personas de la tercera edad;
  • Fibrosarcoma: también es un tipo de cáncer óseo que se desarrolla a partir de los tejidos blandos, conocidos como ligamentos y tendones;
  • Tumor de células gigantes del hueso: puede ser benigno o maligno y, generalmente, afecta a la región de las rodillas;
  • Cordoma: se desarrolla más frecuentemente en adultos mayores de 30 años y afecta los huesos del cráneo y de la columna vertebral.

Asimismo, no siempre el cáncer óseo inicia en las células óseas, ocurriendo muchas veces como consecuencia de metástasis de un cáncer avanzado en otro órgano, como el cáncer de mama, próstata y pulmón, por ejemplo. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para el cáncer en los huesos es indicado por el oncólogo y depende del tipo de tumor, del tamaño y de su localización, siendo normalmente indicada la realización de quimioterapia, radioterapia y, en ciertos casos, la realización de cirugía para retirar el tumor. 

En los casos más graves, es necesario amputar el miembro afectado, manteniendo, de ser posible, el máximo de su funcionalidad o, dependiendo del caso, puede ser fabricada una endoprótesis, que es una prótesis que sirve para sustituir el hueso que fue retirado. 

No obstante, cuando el cáncer en los huesos está en una fase muy avanzada, lo que ocurre normalmente es una metástasis y el tratamiento más común se denomina cuidados paliativos, los cuales son hechos para garantizar la calidad de vida de la persona, con el objetivo de reducir el dolor con medicamentos analgésicos, y la incomodidad causada por los síntomas del cáncer.