La quimioterapia es una forma de tratamiento contra el cáncer que utiliza medicamentos capaces de eliminar o bloquear el crecimiento de células que se multiplican rápidamente, como ocurre con las células cancerígenas.
Sin embargo, estos medicamentos son transportados a través del torrente sanguíneo hacia todas las partes del cuerpo, por lo que acaban por afectar también las células saludables del organismo, principalmente aquellas que se multiplican de forma más frecuente, como las del tracto digestivo, folículos pilosos y sangre. De esta manera, es común que surjan efectos secundarios como náuseas, vómitos, caída del cabello, debilidad, anemia, estreñimiento, diarrea o heridas en la boca, por ejemplo.
No obstante, no todas las quimioterapias son iguales, existiendo una gran variedad de medicamentos utilizados, los cuales pueden causar más o menos efectos en el organismo. El tipo de medicamento es decidido por el médico oncólogo luego de la evaluación del tipo de cáncer, el estadio de la enfermedad y las condiciones clínicas de cada persona.

Cómo es realizada la quimioterapia
Para realizar la quimioterapia existen más de 100 tipos de medicamentos utilizados, los cuales pueden ser en comprimidos para tomar por vía oral, o inyectables para ser administrados por vía intravenosa, intramuscular, subcutánea o intratecal (dentro de la espina dorsal), por ejemplo. Asimismo, para facilitar la administración por vía intravenosa, puede colocarse un implante de un catéter, conocido como intracath, que permanece fijo en la piel, evitando así punciones repetidas.
Dependiendo del tipo de medicamentos para el tratamiento del cáncer, las dosis pueden ser diarias, semanales o cada 2 o 3 semanas, por ejemplo. Por lo general, este tratamiento es realizado en ciclos, los cuales suelen durar unas semanas, seguidos por un período de descanso para permitir que el cuerpo pueda recuperarse y para que sean llevadas a cabo nuevas evaluaciones.
Principales efectos secundarios
Entre los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia se incluyen:
- Caída del cabello y de otros vellos del cuerpo;
- Náuseas y vómitos;
- Mareos y debilidad;
- Estreñimiento o diarrea y exceso de gases;
- Falta de apetito;
- Heridas en la boca;
- Cambios en la menstruación;
- Uñas quebradizas y oscuras;
- Manchas o cambios de coloración de la piel;
- Sangrado;
- Infecciones recurrentes;
- Anemia;
- Disminución del deseo sexual;
- Ansiedad y cambios de humor, como tristeza, melancolía e irritabilidad.
Además de estos efectos secundarios, es posible que haya otros a largo plazo, los cuales pueden durar meses o años, o incluso pueden ser permanentes, como cambios de los órganos reproductores o trastornos cardíacos, pulmonares, hepáticos y en el sistema nervioso, por ejemplo. No obstante, es importante recordar que los efectos secundarios no se manifiestan de la misma forma en todos los pacientes.
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo de medicamento, la dosis utilizada y la respuesta del organismo de cada persona, y en la mayor parte de los casos duran algunos días o semanas, desapareciendo cuando el ciclo de tratamiento termina.
Preguntas frecuentes sobre la quimioterapia
La realización de una quimioterapia puede traer muchas dudas e inseguridades. A continuación, se aclaran algunas de las más comunes:
1. ¿Qué tipo de quimioterapia me van a hacer?
Existen innumerables protocolos o esquemas de la quimioterapia que son prescritos por el oncólogo de acuerdo con el tipo de cáncer, la gravedad o el estadio de la enfermedad y las condiciones clínicas de cada persona. Existen esquemas con dosis diarias, semanales o cada 2 o 3 semanas, que son realizadas en ciclos.
Asimismo, es importante recordar que existen otros tratamientos que pueden asociarse con la quimioterapia, como la cirugía de remoción del tumor o la radioterapia, procedimiento que utiliza la radiación emitida por un dispositivo para eliminar o reducir el tamaño del tumor.
De esta forma, la quimioterapia también puede ser dividida en:
- Curativa, cuando por sí sola es capaz de curar el cáncer;
- Adyuvante o neoadyuvante, cuando es realizada antes o después de la cirugía para retirar el tumor o hacer radioterapia, como forma de complementar el tratamiento y buscar la eliminación del tumor de manera más efectiva;
- Paliativa, cuando no tiene finalidades curativas, sino que actúa como forma de prolongar la vida o mejorar la calidad de vida de la persona portadora del cáncer.
Es importante recordar que todas las personas que pasan por tratamiento contra el cáncer, incluso aquellas que ya no pueden alcanzar la cura, merecen un tratamiento para tener una calidad de vida digna, lo que incluye el control de los síntomas físicos, psicológicos y sociales, además de otras acciones. Este importante tratamiento es conocido como cuidados paliativos.
2. ¿Mi cabello siempre se va a caer?
No siempre habrá caída del cabello y vellos, pues depende del tipo de quimioterapia utilizada; sin embargo, es un efecto secundario muy común. Por lo general, la caída del cabello surge alrededor de 2 a 3 semanas luego del inicio del tratamiento, y suele ocurrir poco a poco o en mechones.
Es posible minimizar este efecto con el uso de un gorro térmico para refrescar el cuero cabelludo, pues esta técnica puede reducir el flujo de sangre hacia los folículos pilosos, disminuyendo la captación del medicamento en esta región. Asimismo, siempre es posible usar un gorro, pañuelo o peluca, lo que ayuda a sobrellevar la incomodidad de quedarse sin cabello.
También es muy importante recordar que el cabello vuelve a crecer después de finalizado el tratamiento.
3. ¿Voy a sentir dolor?
La quimioterapia en sí no suele causar dolor, excepto las molestias ocasionadas por la punción o un ardor por la aplicación del producto. El dolor o ardor excesivo no debe ocurrir, por lo que es importante avisar al médico o enfermero en caso de que surja.
4. ¿Mi alimentación va a cambiar?
Se recomienda que el paciente que está bajo tratamiento con quimioterapia opte por una alimentación rica en frutas, carne, pescado, huevos, semillas y cereales integrales, dando preferencia a los alimentos naturales, en vez de los industrializados, y a los alimentos orgánicos, pues no poseen aditivos químicos.
Los vegetales deben lavarse y desinfectarse bien, y solo en algunos casos donde haya una caída excesiva de la inmunidad, el médico podrá recomendar evitar alimentos crudos durante un período.
Asimismo, es necesario evitar comidas ricas en grasas y azúcares inmediatamente antes o después del tratamiento, pues es frecuente que surjan náuseas y vómitos. Para disminuir estos síntomas, el médico puede indicar el uso de medicamentos como metoclopramida, por ejemplo.
5. ¿Podré tener vida íntima?
Es posible que haya modificaciones en la vida íntima, pues puede haber una disminución del deseo sexual, pero no existen contraindicaciones para el contacto íntimo.
No obstante, es muy importante recordar el uso de preservativos para evitar no solo infecciones de transmisión sexual en este período, sino también un embarazo, pues la quimioterapia puede causar trastornos en el desarrollo del bebé.
6. ¿Cuál es la diferencia entre la quimioterapia blanca y la roja?
Popularmente, algunas personas hablan sobre diferencias entre la quimioterapia blanca y roja, de acuerdo con el color del medicamento. Sin embargo, esta diferenciación no es adecuada, pues existen muchos tipos de medicamentos usados para la quimioterapia que no pueden ser determinados solo por el color.
De una manera general, en la llamada quimioterapia blanca existe un grupo de medicamentos conocidos como taxanos, como el paclitaxel y el docetaxel, que son empleados para tratar varios tipos de cáncer, como los de mama o pulmón, y causan como efecto secundario común la inflamación de las mucosas y la disminución de las células de defensa del cuerpo.
Por otra parte, en la quimioterapia roja se puede citar el grupo de las antraciclinas, como la doxorrubicina y la epirrubicina, que son utilizadas para tratar diversos tipos de cáncer de adultos y niños, como leucemias agudas y cáncer de mama, ovarios, riñones y tiroides, por ejemplo, y algunos de los efectos secundarios causados son náuseas, caída del cabello y dolor abdominal, además de ser tóxicas para el corazón.