Los alimentos buenos para el hígado son, principalmente, alimentos ricos en vitaminas C y E, omega-3, carotenos y flavonoides, como alcachofa, salmón, nuez de Brasil, ajo o brócoli, ya que estos nutrientes tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y protectoras del hígado, contribuyendo a mantener el buen funcionamiento de este órgano y previniendo la acumulación de grasas que puede causar hígado graso, por ejemplo.
Estos alimentos pueden incluirse en la alimentación diaria y, además, también es fundamental mantener una hidratación adecuada del cuerpo para el funcionamiento del hígado, por lo que se recomienda ingerir de 1,5 a 2 litros de agua al día.
Lo ideal es que los alimentos buenos para el hígado sean indicados por el médico o nutricionista, ya que deben formar parte de una dieta balanceada para obtener todos sus beneficios.
Lista de alimentos buenos para el hígado
Algunos alimentos buenos para la salud del hígado son:
1. Alcachofa
La alcachofa es rica en antioxidantes como la cinarina y la silimarina, que ayudan a proteger el hígado de los daños causados por los radicales libres.
Además, estimula la producción de bilis, reduce la síntesis de colesterol y favorece el crecimiento de nuevas células hepáticas sanas, por lo que es una excelente opción de alimento beneficioso para este órgano.
Una buena forma de consumir alcachofa es en infusión. Para prepararla, se deben utilizar entre 5 y 6 gramos de hojas secas de alcachofa en 1000 mL de agua hirviendo. Luego, se tapa y se deja reposar durante 5 minutos. A continuación, se cuela y se puede beber hasta 3 tazas al día.
2. Jugo de betabel
El jugo de betabel es una gran opción de alimento bueno para el hígado, pues es rico en nitratos y antioxidantes, como las betalaínas, que ayudan a reducir el daño oxidativo causado por los radicales libres y la inflamación en las células del hígado.
Asimismo, el jugo de betabel también actúa aumentando la producción de enzimas hepáticas responsables por la desintoxicación del cuerpo. Vea más beneficios del jugo de betabel para la salud.
3. Brócoli
El brócoli es rico en kaempferol, un tipo de flavonoide que tiene acción antiinflamatoria potente y que ayuda a proteger al hígado y a prevenir enfermedades como hígado graso, hepatitis o cirrosis, ya que reduce la producción de sustancias responsables de provocar inflamación en este órgano.
Además, el brócoli es rico en fibras que contribuyen a la reducción de la absorción de las grasas de los alimentos en el intestino, ayudando a regular los niveles de colesterol malo, aparte de estimular al hígado a producir enzimas que desintoxican al cuerpo.
Otras verduras ricas en kaempferol que también son buenas para el hígado son las coles de Bruselas, el repollo y la col.
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El salmón es otra excelente opción de alimento beneficioso para el hígado, ya que es rico en omega-3, especialmente en DHA, un tipo de grasa saludable con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen el hígado y lo mantienen sano.
Este nutriente ayuda a prevenir la acumulación de colesterol y triglicéridos, lo que puede contribuir al desarrollo de hígado graso.
Una buena forma de consumir salmón es prepararlo cocido o asado con la piel, ya que es en esta parte donde se concentra la mayor cantidad de omega-3. Lo ideal es incluir salmón en la dieta al menos tres veces por semana.
Otros alimentos ricos en omega-3 que también benefician la salud del hígado incluyen semillas de linaza o chía, nueces y pescados como atún, sardina y arenque.
5. Avena
La avena es rica en beta-glucano, un tipo de fibra excelente para la salud del hígado, ya que ayuda a reducir los niveles de colesterol malo que pueden acumularse en este órgano, al disminuir la absorción de grasas de los alimentos, mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario y combatir la inflamación que puede causar hígado graso.
Para obtener este beneficio, se recomienda ingerir al menos 3 gramos de beta-glucano por día, lo que equivale a aproximadamente a 150 gramos de avena en hojuelas.
6. Uva morada
En la dieta para el hígado graso es importante priorizar el consumo de frutas frescas y naturales, vegetales frescos y cereales integrales ricos en fibra.
Por otro lado, se debe reducir la ingesta de alimentos ricos en azúcares, como refrescos, azúcar y jugos pasteurizados; carbohidratos refinados, como el pan blanco, la pasta y el arroz blanco; así como alimentos ricos en grasas saturadas, como la margarina y las frituras en general.
Además de modificar los hábitos alimentarios, también es fundamental realizar actividad física de forma regular, pudiendo optar por caminar, correr, trotar, bailar o nadar, por ejemplo.
El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, suele estar causado por hábitos alimentarios inadecuados, sedentarismo u obesidad. Esta condición también puede desarrollarse como consecuencia del síndrome metabólico, que se caracteriza por la presencia de una o más enfermedades asociadas, como la diabetes, el colesterol alto o la presión arterial elevada. Vea los beneficios de los frutos rojos.
7. Nueces de Brasil
La nuez de Brasil es otro alimento beneficioso para el hígado, ya que es rica en grasas saludables como el omega-3, además de contener vitamina E, con acción antiinflamatoria y antioxidante.
Estos nutrientes protegen las células del hígado frente al daño causado por los radicales libres y ayudan a prevenir la acumulación de grasa, contribuyendo a mantener el hígado sano.
Para aprovechar estos beneficios, se recomienda consumir dos nueces de Brasil al día, preferiblemente en el desayuno o como parte de una merienda.
Lea también: Nuez de Brasil: propiedades, para qué sirve y cómo consumir tuasaude.com/es/nuez-de-brasil8. Aceite de oliva virgen extra
El aceite de oliva virgen extra es una de las grasas más saludables para el organismo, ya que contiene polifenoles, como el oleocantal, con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Estos compuestos ayudan a reducir la acumulación de grasa y a mejorar el flujo sanguíneo hacia el hígado, por lo que es una excelente opción para mantener la salud de este órgano.
Para obtener estos beneficios, se recomienda consumir una cucharadita (6,5 ml) de aceite de oliva virgen extra al día.
9. Ajo
El ajo posee alicina en su composición, que tiene acción antioxidante que ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y de triglicéridos, disminuyendo así el riesgo de acumulación de grasa en el hígado, siendo una gran opción de alimento bueno para este órgano.
Una buena forma de incrementar el consumo de ajo y obtener estos beneficios es preparar té de ajo o picar un diente de ajo y colocarlo en 1 litro de agua, dejar reposar al menos 10 minutos para aumentar la cantidad de alicina, y usar esta agua para cocinar alimentos. Vea otros beneficios del ajo para la salud y otras formas de consumirlo.
10. Aguacate
El aguacate posee muchos nutrientes como carotenoides, tocoferoles, omega-3 y vitaminas A,B,C y E, con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que reduce la producción de sustancias inflamatorias en el organismo, las cuales están relacionadas con el desarrollo de enfermedades en el hígado.
Aparte de eso, algunos estudios muestran que el consumo de aguacate está asociado a la pérdida de peso, reducción del IMC, control de niveles de azúcar en sangre, aumento del colesterol bueno, reducción del colesterol malo y de triglicéridos, lo que disminuye el riesgo de desarrollar hígado graso. Conozca otros beneficios del aguacate para la salud.
Sin embargo, el aguacate debe consumirse de forma moderada y en pequeñas porciones, ya que, a pesar de tener beneficios y ser rico en grasas buenas, es una fruta que contiene muchas calorías y puede engordar si se consume en exceso.
11. Naranja
La naranja es una excelente fuente de vitamina C, además de flavonoides y carotenoides, con acción antiinflamatoria, que actúan disminuyendo los daños de las células que pueden provocar inflamación y desarrollo de enfermedades hepáticas.
Lo ideal es consumir al menos 1 naranja cruda al día o 150 mL de jugo natural. Además de esta fruta, otras que son ricas en vitamina C y son buenas para el hígado incluyen kiwi, acerola, piña, limón y mandarina, que pueden incorporarse en la alimentación diaria.
Vea cuáles son los beneficios de la naranja para la salud.
12. Café
El café es una bebida que ayuda a promover la salud hepática, ya que es rico en antioxidantes como cafeína, que protege a este órgano de enfermedades, especialmente del hígado graso, incluso para las personas que ya tienen problemas en el hígado.
Aparte de eso, algunos estudios muestran que la ingesta diaria de café puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades hepáticas crónicas, como cirrosis o fibrosis, y a proteger contra el cáncer de hígado.
Lo ideal es beber de dos a tres tazas de café negro por día, sin azúcar, para obtener este beneficio, ya que el azúcar perjudica la salud del hígado y puede provocar diabetes. Conozca la mejor forma de consumir el café y otros beneficios para la salud.
Asimismo, deben evitar el consumo de café las personas alérgicas o que sufren de insomnio o irritación en el estómago.
13. Té verde
El té verde posee compuestos fenólicos en su composición, como la epigalocatequina, que tiene propiedades antioxidantes que ayudan a disminuir el colesterol malo y los triglicéridos, los cuales pueden depositarse en el hígado, causando hígado graso. Conozca otras opciones de tés que pueden ser utilizados para el hígado graso.
Una buena forma de consumir el té verde es preparar la infusión y beber alrededor de 2 o 3 tazas al día, usando el té verde en hojas, en bolsitas para preparar el té o en polvo. No obstante, es importante no beber el té después de las comidas, ya que puede perjudicar la absorción del hierro, calcio y vitamina C por parte del organismo.
El té verde se debe utilizar con orientación médica, pues su uso en exceso puede causar efecto contrario y perjudicar al hígado.
Peores alimentos para el hígado
Los peores alimentos para el hígado son aquellos que perjudican su funcionamiento y causan inflamación o daño en las células, como por ejemplo:
- Comidas fritas;
- Alimentos ricos en grasa o azúcares;
- Especias o salsas artificiales;
- Carnes procesadas, como jamón serrano, pechuga de pavo, salchicha, chorizo o tocino.
Asimismo, el consumo frecuente de bebidas alcohólicas puede originar inflamación del hígado, perjudicando su funcionamiento y aumentando el riesgo de cirrosis. Conozca más sobre la cirrosis hepática.