Tratamiento para la infección pulmonar (y complicaciones)

El tratamiento de la infección pulmonar, varía según el microorganismo responsable de la infección, pudiendo incluir antibióticos, antivirales o antifúngicos, además de analgésicos o antiinflamatorios, para aliviar los síntomas, como fiebre y malestar general, por ejemplo.

Asimismo, durante el tratamiento también es importante que se tomen otras precauciones para acelerar la recuperación, como mantenerse de reposo, realizar una dieta saludable y equilibrada y beber abundante líquido.

Para que el tratamiento sea más efectivo, es importante que el diagnóstico se realice tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, ya que de esta manera existe una mayor probabilidad de eliminar el agente causante de la infección y reducir el riesgo de complicaciones, como la insuficiencia respiratoria y sepsis. Conozca qué es la infección pulmonar y qué síntomas ocasiona.

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Medicamentos para infección pulmonar

Los medicamentos para tratar la infección pulmonar son:

1. Antibióticos

Por lo general, el tratamiento con antibióticos se comienza cuando el médico sospecha la presencia de una infección bacteriana, como los casos de neumonía o bronquitis bacteriana, incluso antes de identificar el microorganismo. 

Además de eso, el uso rápido de antibióticos reduce la gravedad de la neumonía y la probabilidad de desarrollar complicaciones. El antibiótico indicado en el tratamiento de la neumonía bacteriana puede variar de acuerdo al microorganismo responsable de la infección, pudiendo indicarse amoxicilina, claritromicina, levofloxacino, ceftriaxona o azitromicina, por ejemplo. 

2. Antivirales y antifúngicos

Los medicamentos antivirales específicos a veces se administran si se sospechan ciertas infecciones respiratorias causadas por el virus de la gripe o el COVID-19, por ejemplo.

En el caso de la gripe, los medicamentos antivirales específicos, como el oseltamivir o el zanamivir, pueden reducir la duración y gravedad de la enfermedad si se inicia el tratamiento dentro de las 48 horas después de que comiencen los síntomas. Sin embargo, no está claro que estos fármacos antivíricos sean eficaces.

En casos raros, la neumonía está producida por un hongo o un parásito, y se administra un fármaco antifúngico o antiparasitario, como itraconazol o fluconazol. 

3. Medicamentos analgésicos

Tomar analgésicos o antiinflamatorios, como paracetamol o ibuprofeno, puede ser indicado por el médico para ayudar a aliviar los síntomas de infección pulmonar, como fiebre, dolor de cabeza, de garganta o muscular, o malestar general, por ejemplo.

Principales cuidados durante el tratamiento

Los medicamentos para la infección pulmonar son muy importantes para ayudar en el tratamiento, sin embargo, existen algunos cuidados en su casa que ayudan a fortalecer el organismo y acelerar la recuperación lo más rápido posible, como por ejemplo:

  • Beber 2 litros de agua al día, para mantener el cuerpo bien hidratado y ayudar en la eliminación de secreciones pulmonares;
  • Evitar salir de casa durante el tratamiento, para evitar transmitir la enfermedad;
  • Mantenerse de reposo, para ayudar a que el cuerpo se recupere más rápido;
  • No usar medicamentos para la tos sin indicación del médico, ya que impiden la salida de secreciones;
  • Aplicar gotas de suero fisiológico en las narinas para ayudar a eliminar las secreciones y facilitar la respiración;
  • Dormir con una almohada alta para facilitar el sueño y la respiración.

Se aconseja también utilizar una mascarilla o cubrebocas y no toser o estornudar cerca de otras personas, especialmente en el caso de una infección causada por virus, para evitar la transmisión de la enfermedad.

Estos cuidados son aún más importantes en los casos de infección pulmonar por virus, pues como no existen antivirales para todos estos tipos de microorganismos, es necesario ayudar a fortalecer el sistema inmune para que sea capaz de eliminarlos más rápido. Conozca opciones sobre cómo subir las defensas del organismo.

Tratamiento hospitalario

El tratamiento en el hospital generalmente es necesario en caso de una infección pulmonar muy avanzada o grave. Estos casos son más frecuentes en personas mayores o niños, ya que tienen un sistema inmune más frágil.

El tratamiento hospitalario implica el uso de suero intravenoso para mantener la hidratación o tratar la deshidratación, colocar antibióticos y realizar soporte respiratorio, como oxígeno por catéter nasal, ventilación mecánica o ventilación no invasiva. Vea cómo se realiza la ventilación no invasiva.

Posibles complicaciones

Las principales complicaciones que pueden ocurrir debido a una infección pulmonar son:

  • Derrame;
  • Absceso;
  • Insuficiencia respiratoria;
  • Sepsis, que es cuando el agente infeccioso llega al torrente sanguíneo y llega a otros órganos.

Las complicaciones de la infección pulmonar surgen cuando la infección no se identifica y trata adecuadamente. Por ello, es importante que en cuanto aparezcan los primeros síntomas de infección pulmonar, la persona acuda a un centro de salud o urgencias para ser valorada por el médico general o neumólogo, de forma que se eviten complicaciones.