Los principales síntomas de infección pulmonar o respiratoria son tos seca o con flema, dolor de garganta, respiración rápida y superficial, dificultad respiratoria y fiebre alta que dura más de 48 horas, disminuyendo sólo con el uso de medicamentos antipiréticos. Es importante que ante la presencia de estos síntomas, la persona acuda al médico general o neumonólogo para que realice el diagnóstico e inicie el tratamiento más adecuado, previniendo así complicaciones.
La infección pulmonar o infección respiratoria baja ocurre cuando los microorganismos entran en el organismo a través de las vías respiratorias superiores y permanecen en el pulmón, siendo más frecuente en personas que poseen el sistema inmunológico más débil debido a enfermedades crónicas o al uso de medicamentos, o debido a la edad. Conozca más sobre la infección pulmonar.

Principales síntomas
Los síntomas iniciales de infección pulmonar pueden ser los mismos síntomas de una gripe, resfriado común e incluso otitis, ya que puede haber dolor de garganta y dolor en el oído. Sin embargo, si los síntomas son persistentes, empeoran con el paso de los días, puede indicar infección pulmonar, cuyos principales síntomas son:
- Tos seca o con secreción;
- Fiebre alta y persistente;
- Pérdida del apetito;
- Dolor de cabeza;
- Dolor de pecho;
- Dolor en la espalda;
- Dificultad para respirar;
- Respiración rápida y superficial;
- Secreción y congestión nasal.
En presencia de estos síntomas es importante consultar un médico general, pediatra o un neumonólogo para que realice el diagnóstico de infección pulmonar a través de la auscultación, examen de sangre, radiografía de tórax y análisis del esputo para identificar cuál es el agente causante de la infección. Conozca qué significa el color de la flema.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico es realizado por el médico general o el neumonólogo a través de la evaluación de los signos y síntomas que la persona presenta.
Además de esto, el médico podrá solicitar exámenes de imagen como una radiografía de tórax, así como análisis de sangre y exámenes microbiológicos a partir del esputo o de una muestra de la mucosa nasal, esto permite identificar cuál es el microorganismo asociado a la infección, siendo posible iniciar el tratamiento con el medicamento más adecuado.
Tratamiento de la infección pulmonar
El tratamiento para la infección pulmonar generalmente se realiza con reposo, hidratación y en algunos casos se indica la ingestión de antibióticos durante 7 a 14 días recetados por el médico. Además de esto, también podrá indicar la ingesta de analgésicos para aliviar el malestar y antipiréticos para bajar la fiebre. Conozca más detalles sobre el tratamiento.
La fisioterapia respiratoria puede ser indicada en adultos de la tercera edad que se encuentran encamados, así como en individuos que se encuentran hospitalizados con el objetivo de ayudar a eliminar las secreciones y mejorar la capacidad respiratoria, mejorando el aporte de oxígeno para todo el organismo. Conozca cómo se realiza la fisioterapia respiratoria.