Infección pulmonar: síntomas, causas y tratamiento

Actualizado en diciembre 2023

La infección pulmonar es una condición que se produce cuando algún tipo de hongo, virus o bacteria logra multiplicarse en los pulmones, provocando inflamación y dando lugar a la aparición de algunos síntomas como fiebre, tos, flemas y dificultad para respirar, por ejemplo.

Dependiendo de la ubicación afectada en el pulmón y los síntomas presentados, las infecciones pulmonares se pueden dividir en varios tipos, los más comunes son neumonía, bronquitis y bronquiolitis.

Siempre que se sospeche de una infección en los pulmones, es muy importante consultar a un neumólogo, médico general o pediatra o acudir al centro de urgencias más cercano para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antibióticos, hospitalización o simplemente mantenerse de reposo.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de la infección pulmonar son:

  • Tos seca o con flemas. Conozca qué significa el color de la flemas;
  • Fiebre alta y persistente;
  • Pérdida de apetito
  • Dolor de cabeza;
  • Dolor de pecho;
  • Dolor en la espalda;
  • Dificultad respiratoria;
  • Respiración rápida y superficial;
  • Rinorrea.

Si estos síntomas están presentes, es importante consultar a un médico general, pediatra o neumólogo para que se pueda realizar un diagnóstico y comenzar el tratamiento.

Principales tipos de infección pulmonar

Los principales tipos de infección pulmonar son:

1. Neumonía

La neumonía se produce cuando hay una inflamación del parénquima pulmonar que es la pared del pulmón responsable del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Las causas más comunes de este tipo de infección son bacterianas del tipo Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Mycoplasma pneumoniae, así como virales, como en la gripe. 

Cuando de desarrolla un neumonía, los síntomas más comunes son fiebre mayor a 38ºC, respiración rápida, tos, dolor en el pecho y flemas verdosas o con sangre. Vea otros síntomas de la neumonía.

2. Bronquitis

La bronquitis es la inflamación de los bronquios, que son los canales que reciben el aire hacia los pulmones. La causa más común de este tipo de infección es el virus de la gripe, pero también puede ocurrir a través de una infección por bacterias como Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae o Bordetella pertussis.

En la bronquitis no siempre hay fiebre y la flema es blanquecina o amarillenta. Otros síntomas incluyen ruidos al respirar, tos constante y cansancio. Conozca más sobre los síntomas de la bronquitis. 

3. Bronquiolitis

La bronquiolitis es más común en bebés menores de 2 años y se caracteriza por la inflamación de los bronquiolos, que son los canales más estrechos del sistema respiratorio que reciben aire de los bronquios. La principal causa de esta infección son los virus, especialmente el virus respiratorio sincitial.

Los síntomas que pueden hacer sospechar de bronquiolitis incluyen sibilancias al respirar, respiración rápida, apertura de la nariz al respirar y aumento de la irritabilidad y el cansancio. Conozca más sobre los síntomas de bronquiolitis.

4. COVID-19

El COVID-19 también es un tipo de infección que afecta a los pulmones, provocada por el virus SARS-CoV-2, que puede provocar cansancio excesivo, dolores musculares, dolor de cabeza y fiebre, por ejemplo. Es importante que se identifique la infección para poder aislar a la persona y evitar la transmisión a otras personas.

Además, en los casos en los que los síntomas sean muy intensos y exista dificultad para respirar, es importante que la persona sea trasladada al hospital para evaluar su saturación de oxígeno y de si hay necesidad de utilizar oxígeno o algún método de respiración artificial. Conozca más sobre los síntomas del COVID-19 y haga nuestro test online

Causas de infección pulmonar

Las principales causas de infección pulmonar son:

  • Hongos, como Aspergillus sp. y Coccidioides sp.;
  • Bacterias, tales como Streptococcus pneumoniae, Klebsiella pneumoniae, Mycoplasma pneumoniae y Haemophilus influenzae;
  • Virus, como el SARS-CoV-2, responsable del COVID-19, virus respiratorio sincitial y virus similares a la gripe.

Las infecciones pulmonares causadas por hongos, virus o bacterias ocurren cuando estos agentes infecciosos ingresan al cuerpo a través de la inhalación de gotitas respiratorias que se liberan al toser, estornudar o hablar por personas infectadas por estos microorganismos.

En el caso de la infección por hongos en los pulmones, es más común en personas que tienen el sistema inmunológico debilitado debido a la edad avanzada, enfermedades crónicas o el uso de medicamentos.

Cómo se realiza el diagnóstico

Para confirmar el diagnóstico de infección pulmonar se recomienda consultar a un neumólogo para que realice un examen físico, así como pruebas adicionales, como análisis de sangre y radiografías de tórax, por ejemplo.

Luego de realizado el diagnóstico se inicia el tratamiento, pero es importante identificar el agente causante de la infección para adoptar la mejor actitud terapéutica, y esto se puede lograr con el análisis microbiológico del esputo.

Tratamiento de la infección pulmonar

El tratamiento de la infección pulmonar se realiza con medicamentos que actúan directamente contra el agente causante, como antibióticos, antifúngicos o antivirales, por ejemplo. También puede utilizar medicamentos para el dolor y para reducir la fiebre. Conozca cómo se realiza el tratamiento de la infección pulmonar.

Para complementar el tratamiento, el médico también puede recomendar fisioterapia respiratoria, realizada con ejercicios respiratorios y pequeños aparatos que permiten la eliminación de las secreciones de los pulmones, aportando alivio a los síntomas. Vea cómo se realiza la fisioterapia respiratoria.

Además, una alimentación saludable y una buena hidratación también son importantes en el periodo de recuperación y durante el tratamiento de la infección pulmonar.

En casos más graves, donde no hay mejoría tras iniciar el tratamiento, o cuando la persona tiene una enfermedad autoinmune que debilita el sistema inmunológico, puede ser necesario el ingreso en el hospital y que el tratamiento se realice allí.