Principales síntomas de un paro cardíaco y qué hacer

Actualizado en noviembre 2020

Un paro cardíaco es una situación de emergencia en donde se detiene el corazón repentinamente, debido a que la sangre que normalmente transporta el oxígeno al corazón deja de llegar y el corazón comienza a morir, esto puede ocurrir por una enfermedad cardíaca coronaria, por una arritmia, por estrés, entre otras, pudiendo causar la muerte si no se trata rápidamente.

Los síntomas clásicos de un paro cardíaco son la pérdida de conciencia y el desmayo, sin embargo, en algunas personas pueden surgir algunas señales de alerta que indican que está teniendo un paro cardíaco, por lo que es importante llamar al número de emergencia si comienza a sentir algún síntoma como los que se mencionan a continuación.

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Las señales de alerta y los síntomas que pueden indicar que la persona está sufriendo un paro cardíaco son:

  1. Dolor fuerte en el pecho, abdomen o en la espalda que no se alivia;
  2. Falta de aire o dificultad para respirar;
  3. Dificultad para hablar de forma clara;
  4. Hormigueo en el brazo izquierdo;
  5. Palidez y cansancio excesivo;
  6. Náuseas y mareos frecuentes;
  7. Fatiga;
  8. Sudoración fría.

El paro cardíaco puede variar de una persona a otra, pudiendo ser súbito y repentino en algunas, mientras que en otras pueden sentir un malestar leve durante varias horas, días o semanas o simplemente no sentir ningún síntoma. Por lo que mientras más signos y síntomas presentes, existe un mayor riesgo de que se produzca un paro cardíaco y, por lo tanto, es importante acudir inmediatamente al servicio de emergencia o llamar a una ambulancia.

Si el corazón deja de latir, se deben iniciar los primeros auxilios para aumentar las posibilidades de supervivencia.

Primeros auxilios en caso de paro cardíaco

En los casos en que una persona presenta síntomas de paro cardíaco y después se desmaya se aconseja:

  1. Llamar a una ambulancia, llamando al servicio de urgencias;
  2. Evaluar la persona está respirando, poniendo el rostro cerca de la nariz y boca para escuchar sonidos de respiración y, al mismo tiempo viendo el pecho, para observar si este sube y baja:
    1. En caso de que la persona respire: ponerla en posición lateral de seguridad, esperar a que llegue la ayuda médica y evaluar regularmente la respiración;
    2. En caso de que la persona no respire: girar a la persona boca arriba sobre una superficie dura e iniciar el masaje cardíaco.
  3. Para realizar el masaje cardíaco:
    1. Poner las dos manos en el centro del pecho con los dedos entrelazados, en el punto medio entre los pezones;
    2. Realizar compresiones manteniendo los brazos estirados y presionando el pecho hasta que las costillas desciendan alrededor de 5 cm;
    3. Mantener las compresiones hasta que llegue la ayuda médica a un ritmo de 2 compresiones por segundo.

La respiración boca boca puede realizarse cada 30 compresiones, haciéndose 2 inhalaciones al interior de la boca de la víctima. Sin embargo, ese paso no es necesario, pudiendo ignorarse en caso de que la víctima sea una persona desconocida o que no se sienta cómodo para realizar esta acción. En caso de no realizarse la respiración boca a boca, las compresiones deben hacerse continuamente hasta la llegada del equipo médico. 

Quién tiene mayor riesgo de una paro cardíaco

Aunque puede presentarse sin causa aparente, el paro cardíaco es más frecuente en personas con enfermedades del corazón, como:

  • Enfermedad coronaria;
  • Cardiomegalia;
  • Arritmia cardíaca maligna no tratada;
  • Problemas en las válvulas cardíacas.

Además, el riesgo de paro cardíaco también aumenta en personas que fuman, tienen un estilo de vida sedentario, que padecen de presión alta descontrolada o que utilizan sustancias ilícitas.

Conozca cómo reducir el riesgo de una persona de sufrir un paro cardíaco.

Secuelas del paro cardíaco

No siempre un paro cardíaco causa secuelas, ya que son más frecuentes en las víctimas que se mantuvieron mucho tiempo en ausencia de latidos cardíacos, debido a que estos bombean el oxígeno a través de la sangre hacia todos los órganos, incluyendo al cerebro. Por esto, si un individuo se queda mucho tiempo en ausencia de latidos cardíacos, sus órganos comienzan a fallar uno a uno, hasta causar la muerte.

Pero si la víctima de paro cardíaco fue atendida rápidamente, hay una menor probabilidad de que deje alguna secuela, sin embargo, este dependerá de su organismo y de cuánto tiempo su cerebro se mantuvo sin oxígeno. 

Algunas víctimas de paro cardíaco pueden desarrollar secuelas como alteraciones neurológicas, dificultad para hablar y alteraciones en la memoria, sin embargo, esto no es una regla y es más común en los ancianos.