6 síntomas de paro cardíaco (y qué hacer)

El paro cardíaco puede ser súbito y no estar precedido de síntomas. Sin embargo, en ocasiones, pueden surgir síntomas previos, como dolor en el pecho en forma de presión u opresión, que puede irradiarse a la espalda, los hombros, los brazos, el cuello o la mandíbula, dificultad para respirar, mareo, náuseas, dolor de estómago o sudor frío, por ejemplo.

Es importante llevar a la persona inmediatamente a urgencias o llamar a una ambulancia siempre que se sospeche de un paro cardíaco. Conozca mejor qué es el paro cardíaco y sus causas. 

El paro cardíaco también puede conocerse como paro cardiorrespiratorio o paro cardíaco repentino y ocurre cuando el corazón deja de latir. Es crucial evaluar si la persona está respirando y, en caso de que no lo esté, se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar

Un señor mayor agachado con la mano en el pecho siendo ayudado por una mujer

Síntomas de paro cardíaco

Los principales síntomas del paro cardíaco son:

  1. Dolor intenso en el pecho en forma de presión, quemazón u opresión;
  2. Dolor fuerte en el pecho que va empeorando o que se irradia para la espalda, hombros, brazos, cuello o mandíbula;
  3. Falta de aire intenso con dificultad para respirar;
  4. Palpitaciones cardíacas acompañadas de dolor en el pecho y sensación de desmayo;
  5. Desmayo asociado a la falta de aire o dolor en el pecho;
  6. Dificultad para hablar de forma clara y/o dificultad para mover los miembros.

Ante la presencia de síntomas indicativos de un paro cardíaco, se debe llevar a la persona de inmediato al centro de salud más cercano o llamar al número de emergencia.

¿Por qué puede haber dolor en el estómago?

Algunas personas con problemas cardíacos pueden experimentar dolor en el estómago, indigestión o acidez.

La disminución del flujo sanguíneo al corazón puede causar dolor o presión que se irradia hacia la parte superior del abdomen, lo que puede confundirse con dolor estomacal.

Esto sucede porque un nervio del sistema nervioso central inerva varios órganos del cuerpo, ramificándose tanto en el corazón como en el estómago.

Para diferenciar los síntomas, las alteraciones gástricas normalmente se acompañan de eructos, hinchazón abdominal y exceso de gases, mientras que en las alteraciones cardíacas hay una sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar y dolor en los brazos o la mandíbula, por ejemplo.

Primeros auxilios en caso de paro cardíaco

En los casos en que una persona presenta síntomas de paro cardíaco y después se desmaya se aconseja:

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  1. Llamar a una ambulancia, llamando al servicio de urgencias;
  2. Evaluar la persona está respirando, poniendo el rostro cerca de la nariz y boca para escuchar sonidos de respiración y, al mismo tiempo viendo el pecho, para observar si este sube y baja:
    1. En caso de que la persona respire: ponerla en posición lateral de seguridad, esperar a que llegue la ayuda médica y evaluar regularmente la respiración;
    2. En caso de que la persona no respire: girar a la persona boca arriba sobre una superficie dura e iniciar el masaje cardíaco.
  3. Para realizar el masaje cardíaco:
    1. Poner las dos manos en el centro del pecho con los dedos entrelazados, en el punto medio entre los pezones;
    2. Realizar compresiones manteniendo los brazos estirados y presionando el pecho hasta que las costillas desciendan alrededor de 5 cm;
    3. Mantener las compresiones hasta que llegue la ayuda médica a un ritmo de 2 compresiones por segundo.

La respiración boca boca puede realizarse cada 30 compresiones, haciéndose 2 inhalaciones al interior de la boca de la víctima. Sin embargo, ese paso no es necesario, pudiendo ignorarse en caso de que la víctima sea una persona desconocida o que no se sienta cómodo para realizar esta acción.

En caso de no realizarse la respiración boca a boca, las compresiones deben hacerse continuamente hasta la llegada del equipo médico. Vea cómo hacer el RCP básico.

Quién tiene mayor riesgo de una paro cardíaco

Aunque puede presentarse sin causa aparente, el paro cardíaco es más frecuente en personas con enfermedades del corazón, como:

  • Enfermedad coronaria;
  • Cardiomegalia;
  • Arritmia cardíaca maligna no tratada;
  • Problemas en las válvulas cardíacas.

Además, el riesgo de paro cardíaco también aumenta en personas que fuman, tienen un estilo de vida sedentario, que padecen de presión alta descontrolada o que utilizan sustancias ilícitas. Conozca cómo reducir el riesgo de una persona de sufrir un paro cardíaco.

Secuelas del paro cardíaco

La principal secuela del paro cardíaco es la muerte. Sin embargo, no siempre un paro cardíaco deja secuelas; estas son más frecuentes en las víctimas que estuvieron mucho tiempo sin latidos cardíacos, ya que los latidos son los que llevan oxígeno a través de la sangre a todos los órganos, incluido el cerebro.

Por lo que si la víctima es atendida rápidamente, hay una menor probabilidad de que ocurran secuelas, pero esto también dependerá de su salud en general.

Algunas víctimas de paro cardíaco pueden tener secuelas como alteraciones neurológicas, dificultad para hablar y problemas de memoria