Paro cardíaco: qué es, síntomas y qué hacer

Actualizado en febrero 2023

El paro cardíaco, o paro cardiorrespiratorio, ocurre cuando la persona deja de respirar y el corazón también deja de latir, haciendo que la sangre no llegue a todos los órganos del cuerpo, lo que coloca la vida en riesgo. 

El paro cardíaco puede ocurrir de repente y por diversas causas, pero es más común en personas con enfermedades cardíacas, insuficiencia respiratoria o que sufrieron accidentes graves que pueden interferir con los latidos cardíacos, como ocurre en caso de choques eléctricos. 

Antes del paro cardiorrespiratorio pueden surgir algunos síntomas como fuerte dolor en el pecho, falta de aire, hormigueo en el brazo izquierdo o palpitaciones intensas, por ejemplo. Esta afección representa una situación de emergencia, pues puede ocasionar la muerte en pocos minutos. De esta manera, si la persona no se encuentra respirando, es importante iniciar el masaje cardíaco y llamar a atención médica lo antes posible. 

Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

Antes de que el paro cardíaco ocurra, existen algunos síntomas que pueden alertar sobre esta posibilidad, los cuales incluyen:

  • Dolor fuerte en el pecho, el cual se irradia hacia el abdomen o la espalda;
  • Dolor fuerte de cabeza;
  • Falta de aire o dificultad para respirar;
  • Visión turbia o borrosa;
  • Sudoración fría y palpitaciones. 

También se debe sospechar de un paro cardiorrespiratorio cuando la persona se encuentra inconsciente, no responde cuando es llamada, no respira y no posee pulso. 

Qué hacer en caso de paro cardíaco

En caso de paro cardíaco se deben seguir los siguientes pasos:

  1. Llamar a la víctima, intentando verificar si está o no consciente.
  2. Verificar si la persona realmente no está respirando, colocando el rostro cerca de la nariz y de la boca y observando si el pecho se mueve con las respiraciones:
    1. Si está respirando,colocar a la persona en la posición lateral de seguridad, llamar a atención médica y evaluar frecuentemente si la persona continúa respirando;
    2. Si no está respirando, llamar a atención médica, o pedirle a alguien que lo haga, e iniciar el masaje cardíaco. 
  3. Para llevar a cabo el masaje cardíaco se deben seguir los siguientes pasos:
    1. Colocar a la persona boca arriba en una superficie dura, como una mesa o el piso;
    2. Posicionar las dos manos en el punto medio entre los pezones de la víctima, una encima de la otra, con los dedos entrelazados;
    3. Hacer compresiones sobre el pecho de la víctima, con los brazos estirados y ejerciendo presión hacia abajo, hasta que las costillas bajen alrededor de 5 cm. Mantener las compresiones a un ritmo de 2 compresiones por segundo, hasta que llegue la ayuda médica. 

El masaje cardíaco también puede ser realizado intercalando 2 respiraciones boca a boca cada 30 compresiones; no obstante, en caso de que sea una persona desconocida o de no sentirse cómodo para realizar las respiraciones, las compresiones deben ser mantenidas de manera continua hasta que llegue la ambulancia. 

Posibles causas

El paro cardíaco ocurre cuando hay una alteración en la actividad eléctrica del corazón, interfiriendo en la contracción cardíaca y en la llegada de sangre a otras partes del cuerpo. Las causas de paro cardíaco repentino aún no son muy claras; sin embargo, la comunidad médica indica que las siguientes situaciones pueden aumentar el riesgo de sufrir esta afección: 

1. Arritmia

La arritmia corresponde a cualquier alteración en el ritmo de los latidos cardíacos, la cual, en la mayor parte de los casos, no provoca riesgo de vida y permite una buena calidad de vida cuando el tratamiento es realizado de manera adecuada. No obstante, existen casos más raros donde puede surgir una arritmia por fibrilación ventricular, que es maligna y puede causar un paro súbito del corazón. 

2. Enfermedad coronaria

El paro cardíaco también puede ocurrir cuando la persona posee enfermedad coronaria, donde las arterias presentan placas de colesterol que dificultan el paso de la sangre hacia el corazón, lo que puede acabar afectando el músculo cardíaco y el ritmo eléctrico. 

3. Choque

El choque, o shock, es una situación donde hay una disminución de la cantidad de oxígeno distribuido por el organismo y una mayor acumulación de toxinas, lo que puede provocar alteraciones en el funcionamiento del músculo cardíaco y del sistema respiratorio, aumentando el riesgo de paro cardiorrespiratorio. Conozca más sobre los tipos de shock.

4. Insuficiencia respiratoria

En la insuficiencia respiratoria, los pulmones poseen dificultad para realizar los intercambios gaseosos de forma normal, lo que hace que ocurra un aumento de la concentración de dióxido de carbono, además de poder interferir en el funcionamiento del corazón, pudiendo provocar arritmia y aumentar el riesgo de paro cardíaco. 

5. Exceso de estrés o actividad física extenuante

Aunque sea una de las causas más raras, el exceso de estrés o la práctica de ejercicio físico muy intenso también puede causar un paro cardíaco súbito. Esto ocurre especialmente en quienes ya poseen antecedentes de enfermedades cardíacas debido al aumento de los niveles de adrenalina o a la disminución de los niveles de potasio y magnesio en la sangre, que afectan la actividad eléctrica del corazón. 

6. Sedentarismo

El estilo de vida sedentario es un factor que incrementa mucho el riesgo de cualquier tipo de problema cardíaco, incluyendo el desarrollo de un paro cardiorrespiratorio. Esto ocurre porque la falta de ejercicio ocasiona el aumento de peso y, por consecuencia, un incremento del esfuerzo ejercido por el corazón. 

Asimismo, las personas con estilo de vida sedentario también poseen una mayor tendencia a presentar otros malos hábitos, como fumar, beber bebidas alcohólicas en exceso o tener una alimentación rica en grasas y carbohidratos, lo que acaba aumentando el riesgo de cualquier problema cardíaco.

Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento inicial para un paro cardíaco consiste en hacer que el corazón vuelva a latir, lo cual puede hacerse mediante masaje cardíaco o a través de un desfibrilador, que es un equipo que emite ondas eléctricas hacia el corazón, con el objetivo de que vuelva a latir. 

Cuando el corazón se normaliza, es necesario hacer exámenes que ayuden a descubrir qué causó el paro cardíaco, para que, de esta forma, pueda ser tratada la causa y evitado un nuevo episodio. En ciertos casos, puede ser necesario el implante de un marcapasos o incluso un DAI (desfibrilador automático implantable), que son pequeños dispositivos que disminuyen o revierten el paro cardíaco. Conozca más sobre la colocación del marcapasos

Para disminuir las posibilidades de sufrir un paro cardíaco, es necesario que la persona haga el tratamiento adecuado para alguna enfermedad cardíaca que pueda tener, adoptar un estilo de vida saludable y evitar el estrés. 

Vídeos relacionados