Presión alta: síntomas, causas y cómo controlarla

La presión alta es una condición crónica caracterizada por el aumento de la presión arterial por encima de 140/90 mmHg. La presión alta es considerada una enfermedad silenciosa, puesto que en la mayor parte de los casos no provoca síntomas; sin embargo, algunas personas pueden sentir dolor de cabeza, alteraciones de la vista y mareos. 

Las causas más comunes de la presión alta, también conocida como hipertensión, son la alimentación rica en sal y la falta de ejercicio regular, pero también puede ocurrir debido a algún problema de salud, como enfermedades renales o trastornos cardíacos. 

El tratamiento de esta condición siempre incluye cuidados con la alimentación, como reducción de la cantidad de sal, por ejemplo, y generalmente es necesario el uso de medicamentos para tratarla. 

Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

Los principales síntomas de la presión arterial alta son:

  • Náuseas y vómitos;
  • Mareos y/o pérdida del equilibrio;
  • Dolor de cabeza;
  • Somnolencia o confusión mental;
  • Visión borrosa;
  • Respiración dificultosa;
  • Hormigueo en partes del cuerpo.

Sin embargo, la hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa y normalmente no provoca ningún síntoma, salvo en los casos más graves, como las crisis hipertensivas. Por esta razón, es común tener presión arterial alta durante varios años antes de realizar un diagnóstico.

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La mejor manera de identificar la presión arterial alta es tomar mediciones periódicas de la presión arterial en casa para comprobar cuándo está por encima de 130 x 80 mmHg. Además, se recomienda realizarse revisiones 2 o 3 veces al año con su médico de cabecera o de familia, por ejemplo.

Calculadora online de presión arterial

Para saber si su presión arterial está alta, por favor introduzca los datos en la calculadora a continuación:

mmHg
Erro
mmHg
Erro

Esta calculadora es sólo una herramienta orientativa y, por lo tanto, no debe utilizarse como diagnóstico ni sustituir una consulta con un cardiólogo.

Qué causa la presión alta

La presión alta surge siempre que existe alguna alteración que cause dificultad para que la sangre circule por los vasos sanguíneos, aumentando la presión que el corazón requiere para hacer que la sangre discurra correctamente. 

No obstante, dependiendo del tipo de hipertensión, existen diversas causas:

Hipertensión primaria

La hipertensión primaria es aquella que aparece con el tiempo sin estar relacionada con ningún problema de salud ni con el uso de ningún tipo de sustancia o medicamento y, por tanto, la causa es más difícil de identificar.

Este es el tipo de presión arterial alta más común y es más común en casos de:

  • Predisposición genética, siendo más común en personas con antecedentes familiares de hipertensión arterial;
  • Alto consumo de sodio, que está presente en la sal de mesa y en los condimentos o alimentos procesados, por ejemplo;
  • Sobrepeso y obesidad;
  • Consumo excesivo de bebidas alcohólicas;
  • Falta de actividad física, importante para mantener el buen funcionamiento del corazón y regular la presión arterial.

Además, la presión arterial alta también es más común en las personas mayores debido a la disminución de la elasticidad de los vasos sanguíneos que se produce naturalmente con el envejecimiento.

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Hipertensión secundaria

La hipertensión secundaria es más rara y puede ser causada por:

  • Enfermedades renales tales como nefropatía diabética, glomerulonefritis y poliquistosis renal;
  • Estrechamiento de vasos, especialmente de la aorta y las arterias renales;
  • Cambios hormonales, debidos al hipertiroidismo y al síndrome de Cushing;
  • Uso de algunos medicamentos, como antiinflamatorios no esteroideos y corticosteroides;
  • Apnea obstructiva del sueño, que provoca hipertensión arterial, especialmente durante la noche.

Especialmente en el caso de la hipertensión secundaria, identificar su causa es importante para indicar el tratamiento más adecuado para controlar la hipertensión arterial.

Cuándo es normal tener presión alta

Tener presión arterial alta a veces no siempre indica que usted tenga presión arterial alta. Es normal que la presión arterial aumente un poco durante el ejercicio físico, al sentir dolor, tomar café o vivir una situación estresante, por ejemplo, y se espera que vuelva a la normalidad poco tiempo después.

Por lo tanto, si la hipertensión arterial es frecuente y/o ocurre sin causa aparente, es importante consultar con un médico para comprobar si podría tratarse de hipertensión arterial. Vea qué es la hipertensión arterial.

Sin embargo, si la presión es muy alta y/o aparecen síntomas como dolor en el pecho o dificultad para respirar, se recomienda acudir a urgencias para su evaluación.

Lea también: ¿Qué hacer cuando la presión está alta? tuasaude.com/es/que-hacer-cuando-se-eleva-la-presion-arterial

Cómo es realizado el diagnóstico

Se considera presión alta cuando la presión arterial medida en el consultorio médico es igual o superior a 140 x 90 mmHg. Sin embargo, el diagnóstico de hipertensión lo confirma un cardiólogo o médico general midiendo la presión arterial en 2 o más consultas, con un intervalo de días o semanas.

Es importante que las mediciones sean tomadas por un profesional de salud, ya que es necesario saber medir correctamente la presión arterial para evitar errores en la evaluación de los resultados. Vea cómo medir correctamente la presión arterial.

Algunos médicos también pueden pedirle a la persona que se tome algunas medidas en casa o en la farmacia, para descartar la posibilidad de que la presión arterial esté elevada en el consultorio debido al síndrome de bata blanca.

Si se sospecha hipertensión, el médico también puede recomendar pruebas, como análisis de orina y sangre, y un electrocardiograma, para evaluar el funcionamiento de órganos, como el corazón y los riñones, e identificar la posible causa de la presión arterial alta.

Tabla de presión arterial alta y baja

Para comprender el valor de la presión arterial es necesario conocer los dos valores:

  • Presión sistólica: generalmente es el valor de medición más alto (por ejemplo: 135 mmHg) y representa la presión que se crea en las arterias cuando el corazón late;
  • Presión diastólica: es el valor más bajo (ej.: 65 mmHg) y representa la presión sobre las paredes de las arterias entre cada latido del corazón.

Según la medida y el consultorio médico, la presión arterial en adultos se clasifica en:

Clasificación Presión sistólica (mmHg) Presión diastólica (mmHg)
Buena < 120

< 80

Normal De 120 a 129 De 80 a 84
Prehipertensión De 130 a 139 De 85 a 89
Hipertensión estadio 1 De 140 a 159 De 90 a 99
Hipertensión estadio 2 De 160 a 179 De 100 a 109
Hipertensión estadio 3 >= 180 >= 110

Cuanto mayor sea el estadio de hipertensión, mayor será el riesgo de complicaciones graves. Las personas con presión arterial límite e hipertensión en etapa 1 pueden regular su presión arterial con solo unos pocos cambios en el estilo de vida, mientras que las personas con hipertensión en etapas 2 y 3 generalmente necesitan usar medicamentos recetados por su médico.

Cómo controlar la presión alta

El tratamiento para la presión alta varía de acuerdo con el tipo de hipertensión. Esto debido a que, en el caso de la hipertensión secundaria, es muy importante identificar la causa e iniciar un tratamiento enfocado en corregir la enfermedad o problema que está originando el aumento de la presión. 

Ahora, en situaciones de hipertensión primaria, que es el tipo más común, normalmente son necesarios cambios en el estilo de vida e incluso medicamentos para regular directamente la presión.

1. Medicamentos para presión alta

Los medicamentos para la presión arterial alta generalmente son recomendados por un médico cuando no es posible controlar la presión arterial simplemente cambiando hábitos, como mejorar la dieta y hacer ejercicio regularmente.

Los medicamentos para la presión arterial alta más utilizados son:

  • Diuréticos, como furosemida, hidroclorotiazida o espironolactona;
  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), como captopril, enalapril o ramipril;
  • Antagonistas de los receptores de angiotensina, como losartán, valsartán o telmisartán;
  • Beta-bloqueantes, como propanolol, atenolol o carvedilol;
  • Bloqueadores de los canales de calcio, como amlodipino, nifedipina o nicardipina;
  • Vasodilatadores, como minoxidil o hidralazina. 
Lea también: Vasodilatadores: qué son, para qué sirven y tipos tuasaude.com/es/vasodilatadores

Estos medicamentos pueden ser empleados de forma aislada o en combinación, pero siempre deben ser utilizados en conjunto con los cambios del estilo de vida, con el objetivo de garantizar un mayor efecto sobre la presión arterial. Conozca los principales medicamentos para presión alta.

2. Dieta para presión alta

La dieta para hipertensión es una de los cambios más importantes para contribuir a la disminución de la presión arterial. Es indispensable tener una alimentación saludable, variada y baja en sal, azúcar y alimentos con mucha grasa. Vea cómo debe ser la dieta la presión alta.

De esta forma, es importante dar preferencia a frutas, vegetales, cereales y proteínas magras, como carnes blancas y pescado, por ejemplo. 

Lea también: Dieta DASH: qué es, en qué consiste y menú ejemplo tuasaude.com/es/dieta-dash

3. Práctica regular de ejercicio físico

Junto con la dieta, otro cambio en el estilo de vida que es indispensable es la realización de actividad física de forma regular durante, por lo menos, 30 minutos, de 3 a 5 veces por semana. Los ejercicios más enfocados en mantener la salud vascular son los aeróbicos como correr, caminar, ciclismo o natación, por ejemplo. Vea otras formas de controlar la presión alta.

4. Remedios naturales para presión alta

Para complementar el tratamiento indicado por el médico, también existen ciertos remedios naturales que ayudan a regular la presión arterial. Algunos ejemplos incluyen el agua de ajo, el té de hojas de olivo o el té de valeriana. 

Estos remedios deben ser empleados siempre con el conocimiento del médico y bajo orientación de un naturópata. Vea algunos remedios caseros para la presión alta.

Hipertensión durante el embarazo

La hipertensión es una condición que también puede ocurrir durante el embarazo, y debe ser bien controlada para evitar el surgimiento de complicaciones que pongan en riesgo la vida de la gestante o del bebé. 

Una complicación que puede surgir con el aumento de la presión arterial durante esta fase es la preeclampsia, que se caracteriza por un aumento constante de la presión arterial y lesiones en diferentes órganos del cuerpo, especialmente riñones, pulmones e hígado, además de aumentar el riesgo de parto prematuro y aborto. 

Cuando la mujer sospecha de presión alta en el embarazo, debe consultar al obstetra e iniciar el tratamiento adecuado, el cual normalmente incluye el uso de medicamentos y cambios en la dieta, con el fin de evitar todas las complicaciones. Vea cuáles son los síntomas y riesgos de hipertensión en el embarazo

Posibles complicaciones de la hipertensión

Las principales complicaciones de la hipertensión arterial son:

1. Enfermedades cardíacas

El aumento de la presión arterial hace que el corazón necesite bombear con más fuerza para lograr enviar la sangre hacia todo el cuerpo. Si esto ocurre durante varios años seguidos, pueden surgir los siguientes problemas:

  • Insuficiencia cardíaca;
  • Arritmias;
  • Angina de pecho. 

Asimismo, aquellas personas que poseen hipertensión descontrolada también tienen mayor riesgo de desarrollar aneurismas de la aorta e incluso infartos. 

2. Alteraciones cerebrales

Debido al aumento de la presión arterial dentro de los vasos del cerebro, pueden surgir varias lesiones a nivel de este órgano, las cuales pueden causar alteraciones como problemas de memoria y dificultades para el aprendizaje o incluso para hablar. 

Además, la presión alta puede ocasionar una disminución de la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, aumentando el riesgo de ACV isquémico. 

3. Problemas renales

El aumento de la presión arterial también puede generar lesiones en los frágiles vasos sanguíneos de los riñones, aumentando el riesgo de desarrollar insuficiencia renal. 

Cómo prevenir la hipertensión arterial

Algunas medidas que pueden reducir el riesgo de hipertensión arterial incluyen:

  • Tener una dieta saludable, equilibrada y con poca sal;
  • Evitar el exceso de peso corporal;
  • Hacer ejercicio regular, de 3 a 5 veces por semana;
  • Evitar el consumo exagerado de bebidas alcohólicas;
  • Evitar el humo o dejar de fumar.

También es importante hacer un monitoreo regular de la presión arterial, al menos 2 o 3 veces por año, así como acudir a evaluaciones anuales con el médico, con el objetivo de identificar posibles condiciones que puedan aumentar el riesgo de hipertensión arterial. 

Vea el siguiente video con más consejos para bajar la presión alta:

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