Los medicamentos para la compulsión alimentaria, como la lisdexanfetamina, la fluoxetina y la sertralina, pueden ser indicados por el médico, ya que ayudan a disminuir el apetito y la ingesta de alimentos.
Generalmente se prescriben en casos de compulsión alimentaria moderada a grave, como complemento del tratamiento médico o cuando existe alguna condición asociada, como ansiedad o depresión.
Estos medicamentos deben utilizarse únicamente bajo indicación de un médico, quien determinará la dosis y la duración del tratamiento según las necesidades de cada persona. Además, es importante complementar su uso con psicoterapia, actividad física regular y una dieta equilibrada.
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Medicamentos de farmacia
Los medicamentos de farmacia que pueden indicarse para la compulsión alimentaria son:
1. Lisdexanfetamina
La lisdexanfetamina es el único medicamento aprobado por la FDA para tratar la compulsión alimentaria en adultos, ya que actúa directamente en el cerebro y ayuda a reducir el apetito y la frecuencia de los episodios de compulsión por alimentos. No obstante, su uso para esta indicación puede no estar autorizado en todos los países.
Se puede adquirir con receta médica en farmacias, bajo el nombre comercial Vyvanse, y su uso requiere orientación profesional, con dosis y duración del tratamiento individualizadas.
Cuidados: es importante utilizar este medicamento únicamente bajo supervisión médica, ya que puede causar efectos secundarios graves, como agitación, alucinaciones, paranoia, rigidez o espasmos musculares, falta de coordinación motora o latidos acelerados.
También está contraindicado durante el embarazo o la lactancia y en personas con problemas cardíacos, hipertiroidismo o glaucoma, entre otros.
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Los antidepresivos pueden ser indicados por el médico para ayudar a reducir los episodios de compulsión alimentaria y tratar trastornos psicológicos asociados a esta condición, como la depresión.
Entre los más utilizados se encuentran los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como la fluoxetina y la sertralina.
Estos medicamentos actúan mejorando el estado de ánimo, reduciendo el deseo por alimentos dulces y favoreciendo la sensación de saciedad, lo que puede contribuir a disminuir la compulsión por alimentos.
Sin embargo, su uso para el tratamiento de la compulsión alimentaria no está aprobado oficialmente.
Cuidados: los antidepresivos pueden causar efectos secundarios como diarrea, náuseas, fatiga, dolor de cabeza, insomnio, somnolencia, mareo, boca seca o alteraciones de la eyaculación, entre otros, y deben utilizarse únicamente bajo indicación médica.
3. Anticonvulsivantes
Los anticonvulsivos son medicamentos indicados principalmente para tratar la epilepsia y las convulsiones, pero en algunos casos pueden ser prescritos por el médico como uso off label para ayudar a reducir la compulsión alimentaria, ya que pueden disminuir el apetito excesivo.
El principal anticonvulsivo utilizado con este fin es el topiramato, que actúa estabilizando el estado de ánimo y reduciendo la excitación de las células nerviosas.
Cuidados: el topiramato debe utilizarse únicamente bajo indicación médica y está contraindicado en mujeres embarazadas o con sospecha de embarazo, así como en personas con alergia a los componentes de su fórmula. Vea para qué sirve y cómo tomar el topiramato.
Remedios caseros para el trastorno alimentario compulsivo
Algunos remedios naturales para la compulsión alimentaria son:
- Griffonia simplicifolia: se recomienda tomar 1 cápsula de 50 mg hasta 2 veces al día, antes de las comidas principales, o 1 cápsula de 100 mg una vez al día. No debe usarse junto con antidepresivos.
- Semillas de chía: agregar 25 g de chía a las comidas. Es importante aumentar la ingesta de líquidos para evitar molestias intestinales.
- Cúrcuma: tomar dos cápsulas de 250 mg cada 12 horas, totalizando 1 g al día. Puede interactuar con anticoagulantes y causar molestias gastrointestinales en algunas personas.
- Psyllium: utilizar 1 sobre de 7 g o 1 cucharada de postre, diluida en 240 mL de líquido, de 1 a 3 veces al día. El consumo sin suficiente agua puede provocar obstrucción intestinal.
El uso de remedios caseros debe realizarse bajo la orientación de un profesional de la salud, especialmente en personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, en periodo de lactancia o que estén tomando medicamentos.