Heces con moco: 9 causas y qué hacer

Actualizado en julio 2023

Tener un poco de moco en las heces es normal, por lo que no siempre es indicativo de alguna enfermedad. El moco es una sustancia que ayuda a que las heces se muevan a través del intestino, siendo producido en muy poca cantidad, lo suficiente apenas para lubricar el intestino y mezclarse con la caca sin que sea percibido a simple vista.

La presencia de mucosidad en las heces no siempre se debe a una infección o inflamación intestinal, y puede ir desde una intolerancia alimentaria hasta un síndrome del intestino irritable o enfermedad de Crohn.

Por este motivo, siempre que aparezca moco en las heces, es importante acudir a un gastroenterólogo para que realice una evaluación completa, identifique cuál es la posible causa e indique el tratamiento más adecuado. 

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Principales causas

Las principales causas de moco en las heces son:

1. Intolerancia alimentaria

Las intolerancias y alergias alimentarias como la sensibilidad a la lactosa o al gluten, causan una inflamación de las paredes del intestino cuando el alimento entra en contacto con la mucosa, generando un aumento en la producción de moco el cual puede ser observado en las heces.

En estos casos, pueden surgir otros síntomas como por ejemplo hinchazón abdominal, diarrea, manchas rojas en la piel, exceso de gases o estreñimiento.

Qué hacer: si se sospecha de intolerancia a algún tipo de alimento es importante consultar a un gastroenterólogo para que realice una prueba de intolerancia y confirmar el diagnóstico antes de eliminar cualquier tipo de alimento de la dieta. Vea algunos signos que pueden indicar intolerancia al gluten y cuándo sospechar de intolerancia a la lactosa.

2. Gastroenteritis

La gastroenteritis surge cuando algún tipo de microorganismo, como una bacteria o un virus, consigue infectar el estómago y los intestinos, causando además del exceso de moco en las heces, náuseas intensas, diarrea, vómitos, pérdida del apetito, fiebre y dolor de pana.

Normalmente, este tipo de problema surge debido al consumo de agua o de alimentos contaminados, pero también puede ocurrir después del uso prolongado de antibióticos, ya que las bacterias buenas son eliminadas de la mucosa intestinal, facilitando el desarrollo de otras más nocivas. Si cree que pueda tener gastroenteritis seleccione los síntomas presentes a continuación:

  1. 1. Diarrea intensa
  2. 2. Heces con sangre
  3. 3. Dolor abdominal o cólicos frecuentes
  4. 4. Náuseas y vómitos
  5. 5. Malestar general y cansancio
  6. 6. Fiebre baja
  7. 7. Pérdida del apetito
  8. 8. ¿En las últimas 24 horas consumió algún alimento que pudiera estar dañado?
  9. 9. ¿En las últimas 24 horas comió fuera de casa?

Qué hacer: en caso de sospecha es importante consultar a un gastroenterólogo o un médico general para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado, el cual puede incluir la reposición de líquidos, pero también pueden prescribirse el uso de antibióticos, en caso de que se sospeche una infección por bacterias.

Asimismo, es importante la realización de una dieta de fácil digestión para mejorar la diarrea y el malestar, debiendo incluir el consumo de frutas como manzana, pera y durazno sin cáscara; vegetales cocidos como zanahoria, calabacín, berenjena y calabaza; carnes blancas como pollo, pavo y pescado, preparados a la plancha; y otros como arroz blanco y camote o papa sin cáscara, por ejemplo. 

3. Síndrome de intestino irritable

El síndrome de intestino irritable causa alteración del ritmo intestinal, pudiendo aumentar la cantidad de moco en las heces. Aunque puede ocurrir en todos los casos de síndrome de intestino irritable, la mucosidad es más común en personas que tienen largos períodos de diarrea.

Otros síntomas comunes de quien sufre de esta enfermedad son: dolor abdominal, exceso de gases, panza hinchada y períodos de diarrea que se alternan con períodos de estreñimiento, principalmente durante períodos de mucho estrés o ansiedad.

Qué hacer: si ya existe diagnóstico de intestino irritable, se debe evitar el exceso de estrés participando en actividades de ocio, pero también se debe tener una alimentación adecuada evitando el consumo de alimentos irritantes de la mucosa intestinal, como el café, picantes, pimienta y los alimentos con alto contenido de grasa, por ejemplo.

Si se sospecha de intestino irritable, se debe acudir al gastroenterólogo para evaluar si realmente este es el problema e iniciar, si el caso, el tratamiento adecuado. Conozca cuáles son los tratamientos para tratar el intestino irritable.

4. Enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal crónica que provoca inflamación constante de las paredes del intestino, generando síntomas como moco en las heces, dolor abdominal intenso, fiebre, diarrea con sangre y debilidad.

Aunque todavía no existe una causa específica para la enfermedad de Crohn, esta puede surgir en cualquier fase de la vida, especialmente en personas con antecedentes familiares de enfermedad autoinmune. Vea cómo identificar la enfermedad de Crohn.

Qué hacer: generalmente el tratamiento para la enfermedad de Crohn varía con la intensidad y gravedad de la enfermedad. Este puede incluir cambios en los hábitos alimentarios, uso de corticoides, inmunosupresores o terapia biológica.

5. Obstrucción intestinal

La obstrucción intestinal ocurre cuando algo impide el paso de las heces en el intestino. Por lo que las causas más comunes son las hernias, una torsión intestinal, ingestión de algún tipo de objeto, estreñimiento crónico o inclusive un tumor en el intestino.

En estos casos, el moco es producido en exceso para intentar empujar las heces, que acaban por no pasar y genera otros síntomas como hinchazón abdominal, intenso dolor abdominal, exceso de gases y disminución de la cantidad de heces.

Qué hacer: la obstrucción intestinal es una emergencia que necesita ser tratada de inmediato para evitar complicaciones graves como la dilatación o la ruptura del intestino. Por lo que si existe alguna sospecha de este problema se debe acudir inmediatamente al hospital.

6. Fisura anal

La fisura anal es un problema relativamente común, el cual consiste en la presencia de una pequeña herida o desgarro en la mucosa que recubre la región anal, que normalmente surge por exceso de movimientos intestinales, como en el caso de diarrea frecuente, por ejemplo. Sin embargo, la fisura anal puede presentarse en casos de estreñimiento, ya que el acto de defecar heces muy duras puede lesionar el esfínter anal.

Cuando se produce una fisura en la región anal, esta provoca síntomas como sangre de color rojo vivo, dolor al defecar, moco en las heces y comezón en la zona.

Qué hacer: lo más importante en estos casos consiste en mantener una higiene íntima adecuada, pero también se pueden realizar baños de asiento para aliviar el dolor y colocar pomadas cicatrizantes para curar la fisura más rápidamente. Además, se debe evitar la ingestión de bebidas alcohólicas, comidas picantes y muy condimentadas, optando por una dieta rica en frutas, verduras y cereales. Vea algunos ejemplos de pomadas utilizadas en el tratamiento.

7. Rectocolitis ulcerativa

La rectocolitis ulcerativa es una alteración intestinal que provoca la formación de úlceras a nivel intestinal y la inflamación constante de la mucosa. Por este motivo, es frecuente que las heces estén acompañadas de sangre, pus o moco.

Otros síntomas que ayudan a identificar un caso de colitis ulcerosa son: diarrea, dolor abdominal muy intenso, lesiones en la piel y pérdida de peso. 

Qué hacer: se debe buscar la ayuda de un nutricionista para el ajuste de la dieta. Además, según la gravedad de la enfermedad, es posible que se necesiten medicamentos para reducir la inflamación del intestino. Vea cómo se realiza el tratamiento de la rectocolitis ulcerativa.

8. Fibrosis quística

La fibrosis quística es una enfermedad genética que hace que el cuerpo produzca un moco espeso y viscoso que es difícil de eliminar, el cual se acumula en el interior de los órganos, sobre todo en los pulmones y en el tracto gastrointestinal, causando síntomas respiratorios y digestivos.

De esta manera, el moco puede obstruir los conductos del páncreas, llevando a una malabsorción de los alimentos, lo que puede producir exceso de gases, diarrea o estreñimiento, dolor abdominal y heces voluminosas, malolientes, grasosas y con presencia de moco. Conozca más sobre los síntomas y las causas de la fibrosis quística.  

Qué hacer: se debe acudir a un gastroenterólogo para que indique el tratamiento más adecuado, como el uso de enzimas digestivas, las cuales tienen como objetivo facilitar el proceso de digestión y la absorción de nutrientes. En ciertos casos, también puede ser indicada una cirugía. 

Asimismo, también es importante acudir a un nutricionista para que adapte la dieta y así evitar deficiencias nutricionales.

9. Cáncer de colon

El cáncer de colon, o cáncer colorrectal, es un tipo de cáncer que afecta al intestino grueso, lo que puede ocasionar síntomas como anemia, dolor abdominal, pérdida de peso, estreñimiento, diarrea y presencia de sangre o moco en las heces. 

Este tipo de cáncer puede ocurrir en personas que presentan factores de riesgo como antecedentes familiares de cáncer de colon, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol y/o carnes rojas, obesidad, diabetes, entre otros. Vea más sobre las posibles causas del cáncer de colon

Qué hacer: se debe acudir al gastroenterólogo para que realice una evaluación detallada, indique exámenes de diagnóstico como colonoscopia, por ejemplo, y recomiende el tratamiento más adecuado, el cual puede ser realizado mediante quimioterapia, radioterapia y/o cirugía. 

Dudas comunes

Algunas dudas comunes sobre la mucosidad en las heces son:

1. ¿Cuándo el moco en las heces debe causar preocupación?

En la mayoría de los casos, el moco en las heces no es una situación peligrosa, representando casi siempre una situación fácil de tratar. Sin embargo, si el exceso de moco surge asociado a otros síntomas como:

  • Heces con sangre o pus;
  • Dolor abdominal muy intenso;
  • Hinchazón abdominal exagerada;
  • Diarrea constante.

Se recomienda acudir al hospital o marcar una consulta en el gastroenterólogo, ya que puede ser señal de enfermedades más graves como colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn e inclusive cáncer.

2. ¿El moco en las heces se asocia a alguna infección de transmisión sexual?

No hay evidencia, hasta el momento no hay reportes que asocien la presencia de moco en las heces y una una infección de transmisión sexual (ITS). Sin embargo, si sospecha que pueda tener alguna infección, lo ideal es acudir al ginecólogo en el caso de las mujeres o al urólogo en el caso de los hombres, para que realicen una evaluación que permita diagnosticar el problema. Conozca cuáles son las principales infecciones de transmisión sexual.

3. ¿Cómo puedo diferenciar entre moco y pus en las heces? 

El moco es una sustancia de viscosa producida por los intestinos que tienen como objetivo la lubricación del colon y casi siempre es imperceptible, cuando se consigue observar las heces con mucosidad, generalmente indica la presencia de una infección u otra alteración a nivel intestinal.

El pus que en ocasiones se mezcla con las heces y suele pasar desapercibido, sin embargo, cuando hay una infección puede ser de color blanco amarillento o verdoso. Esta situación suele presentarse en personas con colitis pseudomembranosa, debiendo acudir al médico general o gastroenterólogo siempre que presente alguna coloración diferente en las heces. 

4. ¿Los trastornos ginecológicos se asocian con mucosidad en las heces?

No hay evidencia, hasta el momento no hay reportes que asocien trastornos ginecológicos con la presencia de moco en las heces. Sin embargo, algunas de las principales infecciones ginecológicas son la candidiasis, tricomoniasis y sífilis, por ejemplo. Conozca otras infecciones vaginales.