Lagañas: por qué salen (11 causas) y cómo tratar

Las lagañas en los ojos son una sustancia producida por el cuerpo de manera natural, siendo una condición bastante común, en especial por la mañana al levantarse. No obstante, cuando son producidas en exceso, principalmente durante el día, y con color y consistencia diferentes a lo considerado normal, pueden indicar inflamaciones o infecciones oculares, como la conjuntivitis o blefaritis, por ejemplo. 

Esta sustancia, conocida también como legañas o chinguiñas, está compuesta por agua, lípidos, células de la piel y moco, acumulándose en el canto del ojo para ayudar a remover la suciedad o detritos que pueden causar irritación ocular. 

Es importante consultar al oftalmólogo en caso de producción excesiva de lagañas, especialmente durante el día, o cuando están acompañadas de otros síntomas como enrojecimiento, hinchazón o comezón en los ojos, para que sea diagnosticada su causa e iniciado el tratamiento más adecuado, en caso de que sea necesario. 

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Por qué salen lagañas en los ojos

Las principales causas del aumento en la producción de lagañas son: 

1. Conjuntivitis

La conjuntivitis es una de las principales causas del aumento de la producción de lagañas durante el día y corresponde a la inflamación de la conjuntiva, que es la membrana que reviste los ojos y los párpados, debido a una infección ocasionada por virus, hongos o bacterias, pudiendo pasar fácilmente de una persona a otra, principalmente si hay contacto directo con las secreciones u objetos contaminados. 

Además, la conjuntivitis también puede surgir debido a alergia al polvo, polen, pelo de animales o ácaros, por ejemplo. Vea otras causas de la conjuntivitis alérgica

Aparte del exceso de lagañas, otros síntomas de la conjuntivitis incluyen comezón intensa en los ojos, hinchazón y enrojecimiento. 

Cómo tratar: en caso de sospecha de conjuntivitis, es importante que la persona consulte al oftalmólogo para que sea confirmado el diagnóstico e iniciado el tratamiento más adecuado, el cual normalmente implica el uso de lágrimas artificiales o de pomadas o colirios con antibióticos y antihistamínicos para aliviar los síntomas y combatir la infección.

Asimismo, en caso de que la conjuntivitis sea causada por infección por virus, hongos o bacterias, por ser contagiosa, se recomienda que la persona permanezca en casa durante el tratamiento, con el objetivo de evitar la transmisión a otras personas.  

2. Síndrome del ojo seco

El síndrome del ojo seco, también conocido como queratoconjuntivitis seca o xeroftalmia, es un trastorno crónico que ocurre debido a la deficiencia en la producción de lágrimas, que son responsables por lubricar el globo ocular, o a la evaporación excesiva de las mismas, lo que puede causar exceso de lagañas, además de sensación de ardor, comezón o de arenilla en los ojos, sensibilidad a la luz y visión borrosa. 

El síndrome del ojo seco es más frecuente en personas que suelen estar mucho tiempo frente a la computadora o al celular o en aquellas que trabajan en ambientes muy secos o con aire acondicionado. No obstante, también puede surgir debido al proceso natural de envejecimiento del cuerpo, menopausia o condiciones de salud como artritis reumatoide, síndrome de Sjögren, lupus o blefaritis.

Cómo tratar: es importante mantener los ojos lubricados mediante el uso de colirios o lágrimas artificiales, de acuerdo con la recomendación del oftalmólogo, con el fin de evitar que los ojos se sequen demasiado.

Asimismo, en caso de que el síndrome del ojo seco esté relacionado con el hecho de pasar mucho tiempo enfrente de la computadora, se recomienda que la persona parpadee varias veces durante el día, pues esto ayuda a evitar el surgimiento de los síntomas. Conozca cómo se realiza el tratamiento del ojo seco.

3. Gripe o resfriado

Durante una gripe o resfriado, es común que exista lagrimeo excesivo, lo que favorece al aumento de la cantidad de lagañas.

Además, también es habitual que los ojos se hinchen y enrojezcan y que, en ciertos casos, haya comezón y aumento de la temperatura local. 

Cómo tratar: se recomienda realizar una limpieza adecuada de los ojos utilizando suero fisiológico, guardar reposo, beber bastante cantidad de líquidos y tener una alimentación saludable, pues así es posible aliviar los síntomas de la gripe o del resfriado, incluyendo las molestias oculares. 

Ve en el siguiente video cómo preparar un excelente remedio casero contra la gripe:

4. Dacriocistitis

La dacriocistitis es la inflamación del conducto lagrimal, lo cual puede surgir debido a obstrucciones; condiciones genéticas, donde bebé ya nace con el conducto bloqueado, o puede adquirirse a lo largo de la vida como consecuencia de enfermedades, fracturas en la nariz o luego de una rinoplastia, por ejemplo. 

En la dacriocistitis, además de la presencia de una mayor cantidad de lagañas, también es común que haya enrojecimiento e hinchazón ocular, aumento de la temperatura local y fiebre. Esto se debe a que la obstrucción del conducto lagrimal puede favorecer la proliferación de ciertos microorganismos, pudiendo empeorar la inflamación. Vea qué es y cómo tratar la dacriocistitis.

Cómo tratar: la dacriocistitis en el recién nacido normalmente mejora a lo largo del primer año de edad, por lo que no suele ser indicado un tratamiento específico. En este caso, se recomienda únicamente la limpieza de los ojos con suero fisiológico, para mantener la lubricación de los mismos y evitar la sequedad, y hacer un pequeño masaje presionando el canto interno de los ojos con el dedo, pues es en esa zona donde está presente el conducto lagrimal. 

En caso de que la dacriocistitis ocurra como consecuencia de enfermedades, fracturas o procedimientos quirúrgicos, es importante que el oftalmólogo sea consultado para que pueda ser indicado el tratamiento más adecuado, como el uso de colirios antiinflamatorios o antibióticos o, en casos más graves, la realización de un pequeño procedimiento quirúrgico para desobstruir el conducto lagrimal. 

5. Blefaritis

La blefaritis también es una situación en la que hay un aumento en la formación de lagañas y el surgimiento de costras alrededor de los ojos. Esta condición corresponde a la inflamación del párpado debido a alteraciones en las glándulas de Meibomio, que son glándulas presentes en los párpados, responsables por mantener la humedad de los ojos. 

Además de las lagañas y de las costras, también es común que surjan otros síntomas como comezón, enrojecimiento del ojo, hinchazón de los párpados y lagrimeo de los ojos, pudiendo esos síntomas surgir de un día para otro. 

Cómo tratar: el tratamiento para la blefaritis puede ser realizado en casa mediante cuidados con la limpieza de los ojos, pues así es posible restaurar la humedad ocular y estimular la función normal de las glándulas. De esta forma, se recomienda que la limpieza de los ojos y la remoción de las lagañas y costras sea realizada empleando un colirio apropiado. Asimismo, también puede ser colocada una compresa tibia en el ojo durante alrededor de 3 minutos, 3 veces al día, para aliviar los síntomas. 

No obstante, cuando la inflamación de los párpados es recurrente, es importante consultar al oftalmólogo para que sea investigada la causa de la blefaritis y pueda ser iniciado un tratamiento más específico. Vea cómo se realiza el tratamiento para la blefaritis

6. Uveítis

La uveítis es la inflamación de la úvea, que corresponde a la parte del ojo formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Esta puede ocurrir debido a enfermedades infecciosas o puede ser consecuencia de enfermedades autoinmunes. 

En el caso de la uveítis, pese a que es raro, puede ocurrir un aumento de la producción de lagañas, y es común que haya un aumento de la sensibilidad a la luz, ojos rojos, visión turbia y surgimiento de moscas volantes, que son manchas que surgen en el campo visual de acuerdo con el movimiento de los ojos y la intensidad de la luz en la zona. 

Lea también: Moscas volantes: qué son, síntomas y cómo tratarlas tuasaude.com/es/moscas-volantes

Cómo tratar: se debe consultar al oftalmólogo apenas surjan los primeros signos y síntomas de uveítis, pues así es posible evitar complicaciones y aliviar los síntomas, pudiendo ser indicado por el médico el uso de colirios antiinflamatorios, corticosteroides o antibióticos. Vea más sobre los síntomas y el tratamiento de la uveítis

7. Queratitis

La queratitis es una infección e inflamación de la córnea, que es la parte más externa del ojo, causada por hongos, bacterias o parásitos. En la mayor parte de los casos, esta está relacionada con el uso incorrecto de los lentes de contacto, pudiendo también ocasionar el aumento de la producción de lagañas, que pueden ser más acuosas o más espesas y de color diferente al normal. 

Aparte del aumento de la producción de lagañas, normalmente surgen otros signos y síntomas como dolor importante, enrojecimiento del ojo, visión borrosa, dificultad para abrir los ojos y sensación de ardor. 

Cómo tratar: se debe consultar al oftalmólogo para que sea identificada la causa de la queratitis y sea indicado el tratamiento más adecuado, que puede implicar el uso de colirios antibióticos o pomadas oftálmicas, con el objetivo de eliminar el exceso de microorganismos y aliviar los síntomas. En los casos más graves, donde hay compromiso de la visión, puede ser necesario realizar cirugía de trasplante de córnea para restablecer la capacidad visual. Conozca más sobre las causas y el tratamiento de la queratitis

8. Perrilla

La perrilla, también conocida como orzuelo, es la inflamación de una pequeña glándula del párpado, lo que ocasiona el surgimiento de lagrimeo excesivo, pudiendo favorecer la aparición de lagañas. Asimismo, otros síntomas que pueden surgir son dolor en el ojo, hinchazón del párpado, enrojecimiento, molestias y comezón en la zona. 

El orzuelo surge principalmente debido a infección por bacterias, seborrea, acné o blefaritis crónica, por ejemplo. 

Cómo tratar: la perrilla normalmente desaparece por sí sola después de 3 a 5 días sin que sea necesario tratamiento específico, pudiéndose aplicar compresas tibias para ayudar a desinflamar y aliviar los síntomas. Sin embargo, si la perrilla no mejora, se debe consultar al oftalmólogo para que indique el tratamiento con pomadas o colirios antibióticos. Vea todas las opciones de tratamiento para la perrilla

9. Meibomitis

La meibomitis o meibomianitis es la inflamación de las glándulas de Meibomio o glándulas meibonianas, localizadas en los párpados superiores e inferiores de los ojos, lo que ocasiona el surgimiento de lagañas, enrojecimiento, hinchazón de los párpados o lágrimas con apariencia espumosa. 

Esta inflamación puede surgir debido al uso de lentes de contacto, exposición a ambientes secos, uso excesivo de la computadora o del celular, alteraciones hormonales o incluso el uso de colirios para el tratamiento del glaucoma, por ejemplo. 

Cómo tratar: el tratamiento de la meibomitis debe ser realizado bajo las indicaciones del oftalmólogo, de acuerdo con la gravedad de los síntomas, pudiendo ser indicada la aplicación de compresas tibias en los párpados o uso de colirios lubricantes, corticosteroides o antibióticos. Actualmente, también existe tratamiento con láser para realizar fotoestimulación y mejorar los síntomas. 

10. Herpes ocular

El herpes ocular es una infección causada por el virus del herpes simple tipo 1, el cual puede afectar uno o ambos ojos y ocasionar el surgimiento de síntomas semejantes a los de la conjuntivitis, como lagrimeo excesivo, lagañas, comezón, hinchazón, irritación en el ojo, visión borrosa o ampollas o úlceras cercanas al ojo, las cuales se encuentran enrojecidas y poseen contenido líquido. 

El herpes ocular es contagioso, pudiendo ser fácilmente transmitido de una persona a otra mediante el contacto de la piel con el contenido líquido de las ampollas del herpes ocular o incluso con el contacto accidental con el líquido contenido en las ampollas del herpes labial, cuando se toca en la ampolla y después las manos tocan los ojos. 

Cómo tratar: se debe consultar un oftalmólogo lo antes posible para iniciar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones como ceguera. Generalmente, es indicado por el médico el uso de pomadas oftálmicas o colirios antivirales o corticosteroides. Conozca todos los tratamientos para el herpes ocular

11. COVID-19

Aunque el COVID-19 sea principalmente una enfermedad respiratoria, con síntomas comunes que incluyen tos seca persistente, fiebre y pérdida de gusto y olfato, la infección por el coronavirus puede causar manifestaciones oculares como neuritis óptica, conjuntivitis, queratoconjuntivitis o conjuntivitis hemorrágica, cuyos síntomas son aumento del lagrimeo, lo que puede favorecer el surgimiento de lagañas, aparte de dolor en los ojos, sensibilidad a la luz o comezón, por ejemplo. Realice nuestro test online de síntomas del coronavirus

Las alteraciones en los ojos causadas por el COVID-19 aún no están totalmente claras, pero aparentemente ocurren debido al agravamiento de una enfermedad preexistente en los ojos o a daños directos en los nervios, vasos sanguíneos u otras estructuras oculares, causados por el coronavirus. 

Cómo tratar: en este caso, es importante que la persona permanezca en aislamiento y el médico sea consultado, pudiendo ser indicado el reposo y el uso de medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas. Conozca con mayor detalle cómo es realizado el tratamiento del coronavirus.

Lagañas en bebés

Las lagañas en los ojos del bebé pueden surgir debido a gripes, resfriados o conjuntivitis, por ejemplo, los cuales ocasionan el surgimiento de humedad excesiva en los ojos, incluso ante la ausencia de llanto; secreción amarillenta en el canto del ojo; enrojecimiento, o hinchazón en el párpado, síntomas que deben ser evaluados por el pediatra. 

Asimismo, las lagañas en el bebé pueden surgir debido a una obstrucción del conducto lagrimal, que es una condición congénita que ocurre debido a la malformación del aparato nasolagrimal, prematuridad del bebé o gracias al desarrollo anormal del cráneo o del rostro, pudiendo ser notada en bebés entre 3 y 12 semanas de edad. 

El conducto lagrimal obstruido en el bebé puede ser fácilmente identificado y puede desaparecer de forma espontánea entre los 6 y 9 meses de edad o más tarde, de acuerdo con la madurez del aparato nasolagrimal. Sin embargo, cuando el bloqueo del conducto lagrimal interfiere en el bienestar del bebé, es importante llevar al niño al pediatra para que sea indicado el tratamiento más adecuado. Vea más sobre las causas y el tratamiento de las lagañas en bebés

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