Herpes en el ojo: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en julio 2022

El herpes en el ojo u ocular es una infección que puede afectar uno o ambos ojos, causada por el virus del herpes simple tipo 1, originando síntomas semejantes a los de la conjuntivitis como comezón, inflamación, enrojecimiento, irritación en el ojo, lagrimeo excesivo o visión borrosa.

Además de esos síntomas, también pueden observarse ampollas o úlceras cercanas al ojo con bordes enrojecidos y que contienen un líquido de color amarillo claro. La infección por el virus del herpes en los ojos puede causar inflamación en los párpados, conjuntiva, iris, retina o córnea, pudiendo ocasionar complicaciones serias como visión borrosa permanente o pérdida completa de la vista.

Por ese motivo, es importante consultar al oftalmólogo ante la presencia de síntomas, para que pueda confirmarse el diagnóstico e iniciarse el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de colirios antivirales o corticoides, por ejemplo.

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Principales síntomas

Los síntomas del herpes ocular pueden presentarse en solo uno de los ojos, que es lo más común, o en ambos, siendo normalmente semejantes a los de una conjuntivitis.

Los principales síntomas de herpes en los ojos son:

  • Enrojecimiento;
  • Dolor o irritación en el ojo;
  • Inflamación alrededor del ojo;
  • Inflamación en los párpados;
  • Sensibilidad a la luz;
  • Lagrimeo excesivo;
  • Visión borrosa; 
  • Comezón en los ojos;
  • Presencia de ampollas o úlceras con borde enrojecido y líquido en la piel cerca del ojo.

El herpes ocular también puede producir una inflamación en la córnea, llamada queratitis, que además de los otros síntomas, puede acompañarse de dificultad para abrir los ojos debido al dolor e irritación, además de la formación de pequeñas ampollas o úlceras en la córnea. Vea cómo identificar los síntomas de queratitis.

Es importante acudir al oftalmólogo cuando surjan los primeros síntomas para que pueda realizarse el diagnóstico y, de esta forma, se inicie el tratamiento para disminuir las posibilidades de que haya complicaciones, incluidas la ceguera.

Posibles causas

El herpes ocular es causado por una infección del virus herpes simple tipo 1 y generalmente ocurre cuando una infección anterior con el virus es reactivada y se disemina al ojo. Es muy común el contacto con el virus del herpes simple durante la infancia, sin embargo, puede no causar síntomas inicialmente, y permanecer "dormida" en el cuerpo.

El virus del herpes simple puede reactivarse debido a algunos factores como fiebre causada. por otras enfermedades, exposición excesiva al sol, lesión en el ojo, estrés o sistema inmune debilitado.

Además, es posible que haya contagio y desarrollo del herpes en los ojos por medio del contacto accidental con el líquido de las ampollas del herpes en los labios, cuando estas se tocan y después se lleva las manos a los ojos.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para el herpes ocular debe estar orientado por el oftalmólogo, que normalmente indica el uso de medicamentos como:

  • Antivirales en colirios o pomadas para impedir la multiplicación del virus;
  • Corticoides en colirio, que pueden utilizarse en combinación con otros antivirales para reducir la inflamación de los ojos;
  • Antivirales orales en comprimidos, como aciclovir o valaciclovir, en caso de infecciones graves o para impedir que la infección regrese;
  • Antibióticos en forma de pomadas o colirios, para ayudar a prevenir el surgimiento de infecciones secundarias causadas por bacterias u hongos en las heridas producidas por el herpes.

Es importante que el tratamiento del herpes en los ojos se realice lo antes posible para evitar complicaciones como ceguera, por ejemplo. Vea cómo usar la pomada oftálmica de aciclovir.

Posibles complicaciones

El herpes en los ojos generalmente no produce complicaciones serias si se trata de forma temprana, sin embargo, en casos más graves o no tratados, existe un mayor riesgo de complicaciones, especialmente en la formación de cicatrices en la córnea, que pueden causar visión borrosa permanente, pudiendo llevar a la necesidad de trasplante de córnea. 

Además, el herpes ocular puede aumentar el riesgo de otras infecciones en los ojos causadas por bacterias u hongos, por ejemplo, así como el desarrollo de glaucoma o pérdida completa de la visión.