Hipocromía: qué es, clasificación y causas

Actualizado en septiembre 2022

La hipocromía es un término para referir que los glóbulos rojos poseen menos cantidad de hemoglobina que lo normal, haciendo que se observen al microscopio con un color más claro. En la hematología, la hipocromía se evalúa a través del  HCM, también llamado Hemoglobina Corpuscular Media, que indica la cantidad promedio de hemoglobina en los glóbulos rojos, considerándose normal el valor de 26 a 34 pg o de acuerdo con el laboratorio en que el examen fue realizado.

Pese a que la HCM es indicativa de hipocromía, es importante que los glóbulos rojos se evalúen microscópicamente, pues así es posible verificar si hay otras alteraciones e indicar si la hipocromía es normal, discreta, moderada o intensa. Es común que la hipocromía se acompañe de microcitosis, que es cuando los glóbulos rojos son más pequeños de lo normal. Conozca qué es la microcitosis.

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Clasificación de la hipocromía

La hipocromía se puede clasificar en los resultados como:

  • Hipocromía normal, cuando se observan 0 a 5 glóbulos rojos hipocrómicos al ser observados en el microscopio;

  • Hipocromía discreta, cuando se observan 6 a 15 glóbulos rojos hipocrómicos;

  • Hipocromía moderada, cuando se observan 16 a 30 hipocrómicos;

  • Hipocromía moderada intensa, cuando son visualizadas mas de 30 glóbulos rojos hipocrómicos.

En el resultado de la hematología es posible que se indique, que fue observada hipocromía discreta, moderada o intensa y esto significa que después de la lectura de 5 a 10 campos del frotis sanguíneo, es decir, después de la observación en el microscopio de 5 a 10 regiones diferentes de la muestra, fueron identificadas más o menos glóbulos rojos hipocrómicos en relación a los glóbulos rojos normales.

De acuerdo con la cantidad de glóbulos rojos hipocrómicos, el médico puede verificar la posibilidad y la gravedad de la enfermedad, siendo importante evaluar los otros parámetros de la hematología. Vea cómo interpretar la hematología.

Causas de la hipocromía

La hipocromía en la mayoría de las veces indica anemia, sin embargo, el diagnóstico sólo puede concluirse después de la evaluación de otros parámetros incluidos en la hematología y del resultado de otros exámenes que puedan ser solicitados por el médico. Las principales causas de la hipocromía son:

1. Anemia por deficiencia de hierro

La anemia por deficiencia de hierro también llamado anemia ferropénica, es una de las principales causas de hipocromía, ya que el hierro es esencial para la formación de hemoglobina. Por esto, cuando hay menos hierro disponible, hay menos cantidad de formación de hemoglobina y menos concentración de este componente en los glóbulos rojos dejándolos más claros.

En la hematología, además de hipocromía se puede observar microcitosis, debido a la disminución de la cantidad de oxígeno que está siendo transportada por la hemoglobina a los otros tejidos y órganos, hay producción de mayor cantidad de glóbulos rojos tratando de suplir la falta de oxígeno, siendo muchas veces estos glóbulos rojos menores de lo normal. Para confirmar este tipo de anemia se solicitan otros exámenes como niveles de hierro sérico, ferritina, transferrina y saturación de transferrina.

La deficiencia de hierro puede ocurrir por una disminución en la ingesta de este mineral debido a una alimentación baja en hierro; como consecuencia de abundante flujo menstrual; enfermedades inflamatorias intestinales o; debido a situaciones que interfieren en la absorción del hierro, como ocurre en la enfermedad celiaca e infección por Helicobacter pylori.

Debido a la disminución de la cantidad de oxígeno que circula en el organismo, es común que la persona se sienta más cansada, débil y con sueño excesivo, por ejemplo. Vea cómo reconocer los síntomas de anemia ferropénica.

Qué hacer: a partir del momento que el médico verifica que se trata de una anemia ferropénica, pueden ser indicados más exámenes para identificar cuál es el origen del problema. Dependiendo de cuál sea la causa, el médico o nutricionista podrá indicar alteraciones en los hábitos alimenticios, dando preferencia a los alimentos que contengan mayor cantidad de hierro, como carne roja y frijoles, por ejemplo; o el uso de suplementos de hierro de acuerdo a la recomendación médica.

2. Talasemia

La talasemia es una enfermedad hematológica genética caracterizada por mutaciones que producen alteraciones en el proceso de la síntesis de hemoglobina, llevando a la aparición de glóbulos rojo hipocrómicos, una vez que hay menor cantidad disponible de hemoglobina circulante. Además, como consecuencia de la menor cantidad de oxígeno circulante, la médula ósea, pasa a producir más glóbulos rojos en un intento de aumentar la captación de oxígeno, originando microcitosis.

De acuerdo con la cadena de la hemoglobina que tuvo la alteración en la síntesis, los síntomas de la talasemia puede ser más o menos graves, sin embargo, de forma general, las personas con talasemia presentan cansancio excesivo, debilidad, palidez y respiración corta y sibilante, por ejemplo.

Qué hacer: la talasemia es una enfermedad hereditaria que no tiene cura, pero sí tiene control y por lo tanto, el tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas y evitar la progresión de la enfermedad, además de promover la calidad de la vida y la sensación de bienestar. Normalmente, se recomienda cambios en los hábitos alimenticios, siendo importante que la persona sea acompañada por un nutricionista, además de la realización de transfusiones sanguíneas. Conozca cómo debe realizarse el tratamiento para la talasemia.

3. Anemia sideroblástica

La anemia sideroblástica se caracteriza por el uso inapropiado de hierro en la producción de hemoglobina, incluso cuando las cantidades de hierro en el organismo son normales, lo que origina una hipocromía. Por causa de la utilización inapropiada de hierro, hay una menor cantidad de hemoglobina y en consecuencia de oxígeno circulante, llevando a la aparición de síntomas típicos de la anemia, como cansancio, debilidad, mareos y palidez.

Además del análisis de la hematología para confirmar el diagnóstico de la anemia sideroblástica, es importante realizar la observación de sangre en el microscopio con el objetivo de identificar la presencia de sideroblastos, que son estructuras similares en forma de anillo que pueden aparecer dentro de los glóbulos rojos debido a la acumulación de hierro en los eritroblastos, que son los glóbulos rojos jóvenes. Conozca qué puede causar este tipo de anemia.

Qué hacer: el tratamiento de la anemia sideroblástica se realiza de acuerdo con la gravedad de la enfermedad, pudiendo ser recomendado por el médico los suplementos de vitamina B6 y ácido fólico y en los casos más graves se puede recomendar realizar un trasplante de médula ósea.