La hepatomegalia, o agrandamiento del hígado, se caracteriza por el aumento del tamaño de este órgano, pudiendo ser palpado por debajo del reborde costal del lado derecho. Esta alteración suele ser identificada durante la evaluación médica o por medio de exámenes como ecografía abdominal.
El hígado puede aumentar su tamaño debido a diversas situaciones como, por ejemplo, cirrosis, esteatosis hepática, insuficiencia cardíaca congestiva y, menos frecuente, cáncer. Por lo general, esta situación no produce síntomas; sin embargo, puede estar acompañada de dolor abdominal, heces claras o piel y ojos amarillentos.
El tratamiento debe ser indicado por el médico general, gastroenterólogo o hepatólogo, y se realiza de acuerdo con la causa, pudiendo llevarse a cabo por medio del uso de medicamentos, como antivirales o estatinas, por ejemplo, y mediante la adopción de un estilo de vida saludable.
Posibles causas de hepatomegalia
Las principales causas de hepatomegalia o aumento del hígado son:
- Consumo excesivo de bebidas alcohólicas;
- Esteatosis hepática;
- Uso de medicamentos;
- Infecciones por parásitos o bacterias;
- Hepatitis aguda;
- Cirrosis;
- Linfoma;
- Leucemia;
- Insuficiencia cardíaca;
- Deficiencias nutricionales, como marasmo o kwashiorkor;
- Enfermedad de Niemann-Pick.
Otras causas menos frecuentes de hepatomegalia incluyen tumores, abscesos o quistes en el hígado, los cuales pueden identificarse por medio de exámenes de imagen como una tomografía de abdomen o ultrasonido.
Principales síntomas
El aumento del hígado normalmente no produce síntomas, sin embargo, puede presentarse:
- Dolor abdominal;
- Sensación de presión o peso por debajo de las costillas del lado derecho;
- Molestias a la palpación del abdomen;
- Heces claras;
- Orina oscura, semejante al café o a la Coca-Cola;
- Piel y ojos amarillentos;
- Malestar general;
- Náuseas;
- Vómitos;
- Pérdida de peso;
- Aumento de tamaño del abdomen.
Estos síntomas suelen estar relacionados con la causa del aumento de tamaño del hígado, y aunque la hepatomegalia generalmente no cause síntomas, puede ser un signo de enfermedades como esteatosis hepática o leucemia. Por esta razón, cuando hay esta condición, principalmente si existen otros síntomas, es importante consultar un médico general, gastroenterólogo o hepatólogo para una evaluación.
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Cómo se realiza el diagnóstico
Los exámenes de imagen como ecografía, tomografía computarizada y resonancia magnética pueden ser necesarios para el diagnóstico de la hepatomegalia, puesto que únicamente el examen físico puede no ser suficiente para determinar el tamaño del hígado con precisión.
La identificación de la causa de la hepatomegalia es un paso importante para que pueda ser iniciado el tratamiento más apropiado. De esta manera, otros exámenes como el nivel de enzimas hepáticas, fosfatasa alcalina y bilirrubina, y análisis de sangre para identificar virus o parásitos, pueden ser indicados en la consulta inicial, dependiendo de la evaluación realizada por el médico.
Conozca las pruebas que evalúan la función hepática.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la hepatomegalia debe ser realizado por le gastroenterólogo, hepatólogo o médico general, de acuerdo a la causa de agrandamiento del hígado, pudiendo ser indicados medicamentos antiparasitarios, antivirales, estatinas o antibióticos, incluso, en caso de de tumores o cáncer, se puede indicar la realización de quimioterapia, radioterapia e incluso cirugía, por ejemplo.
Algunas recomendaciones importantes en el tratamiento para el hígado inflamado incluyen:
- Adoptar un estilo de vida saludable, manteniendo el peso adecuado;
- Hacer ejercicios físicos diariamente;
- No consumir bebidas alcohólicas;
- No fumar.
Asimismo, es importante tener una alimentación equilibrada, adoptando una dieta rica en frutas, verduras, hortalizas y cereales integrales, pues esto contribuye a mantener el buen funcionamiento de este órgano y previene la acumulación de grasas. Vea qué alimentos son buenos para el hígado.
