Viruela del mono: qué es, síntomas, cómo se contagia y tratamiento

Actualizado en mayo 2023

La viruela del mono o Monkeypox, es una enfermedad rara causada por el virus del género Orthopoxvirus, que suele estar presente en roedores. La viruela del mono puede contagiarse de persona a persona, a través del contacto cercano y prolongado, y causar síntomas como escalofríos, dolores musculares y de espalda, cansancio excesivo y aparición de ampollas y heridas en la piel que pueden causar comezón y doler.

Este virus, conocido también como viruela símica o monkeypox, suele tener como reservorio a los roedores, siendo esta enfermedad más frecuente en el continente africano. Los primeros casos de la viruela del mono se identificaron en 1958 en un grupo de monos, lo que dio origen al nombre de la enfermedad, aunque se cree que los roedores son el principal reservorio de este virus. Sin embargo, el primer caso en personas se identificó en 1970.

Es importante que ante la presencia de signos y síntomas relacionados con la viruela del mono, la persona acuda al hospital para confirmar el diagnóstico, prevenir su transmisión e iniciar el tratamiento, el cual por lo general incluye el uso de medicamentos para aliviar los síntomas.

Imagem ilustrativa número 1
Virus de la viruela

Principales síntomas

Los principales síntomas de la viruela del mono son:

  • Ampollas y heridas en la piel;
  • Fiebre;
  • Escalofríos;
  • Dolor de cabeza;
  • Dolor muscular;
  • Cansancio excesivo,
  • Dolor en la espalda.

Estos síntomas suelen aparecer entre 5 y 21 días después del contacto con el virus y duran entre 14 a 21 días. En raras ocasiones, es posible que la viruela del mono evolucione a un cuadro más grave, dependiendo de la forma de contagio, estado inmunológico de la persona y la cantidad de virus que fue inoculado. En estos casos, puede haber compromiso pulmonar o inflamación del cerebro, llamado encefalitis.

Cómo se contagia la viruela del mono

La viruela del mono o monkeypox se puede contagiar de persona a persona a través del contacto con secreciones respiratorias que son liberadas al toser o hablar, por ejemplo. Pero para que el virus logre transmitirse de esta forma, es necesario que las personas estén muy cerca durante mucho tiempo.

Además, el contagio también se puede producir por medio del contacto directo con la secreciones de las ampollas y heridas causadas por el virus de la viruela del mono o por medio del contacto con objetos contaminados. La presencia de lesiones en la zona genital también aumenta el riesgo de contagio de la viruela símica a través de relaciones sexuales.

El contagio de persona a persona se produce desde el inicio de los síntomas hasta la cicatrización de las lesiones y formación de nueva piel. Asimismo, es posible que haya contagio de madre a hijo a través de la placenta.

La transmisión de este tipo de viruela de animales a personas también puede presentarse, siendo posible por medio de la mordida de roedores infectados, consumo de carne mal cocida de animales infectados y/o contacto con secreciones o sangre de animales infectados.

Cómo empieza la viruela del mono 

La viruela del mono suele comenzar con síntomas parecidos a los de una gripe, como malestar general, dolor de garganta, fiebre, escalofríos y tos seca, por lo que en un inicio puede confundirse con esta enfermedad. Sin embargo, después del surgimiento de los primeros síntomas, se desarrolla una erupción en la piel que evoluciona a ampollas.

Las ampollas se manifiestan primero en el rostro y en la mucosa oral, diseminándose después para el resto del cuerpo alcanzando, principalmente, las extremidades como las palmas de las manos. En algunos casos, también pueden surgir ampollas y heridas en la zona genital, además de hinchazón en el pene y dolor en la región anal.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la viruela del mono puede ser realizado por el infectólogo o médico general, a través de la evaluación de los antecedentes de salud y los síntomas presentes. Para confirmar la enfermedad, normalmente se recoge la secreción de la herida, que se analiza en el laboratorio, mediante la prueba PCR, con el objetivo de identificar el virus responsable de la enfermedad.

Se considera un caso probable de viruela del mono cuando la persona presenta síntomas, tuvo contacto cercano con una persona con viruela símica o con síntomas sugestivos y que aún no se tiene el resultado del examen de RT-PCR.

En caso de que la persona presente síntomas sugestivos de viruela del mono, pero el resultado del examen sea negativo, se solicitan otros exámenes complementarios para identificar el agente responsable y, de esta forma, sea posible iniciar el tratamiento más adecuado.

Diferencias entre la viruela del mono y otros problemas de piel

La siguiente tabla contiene algunas características que ayudan a diferenciar las ampollas y lesiones de la viruela del simio de otras afecciones de la piel:

Enfermedades

Características

Comezón Color do líquido

Región afectada

Viruela del mono (monkeypox)

Bolitas rojas que aumentan de tamaño y se llenan de líquido.

Con el tiempo las lesiones se secan y forma una costra.

Blanquecino, parecido con el pus

Rostro y boca.

Pueden diseminarse por todo el cuerpo, principalmente en las extremidades.

Herpes zóster Ampollas rojas y de diferentes tamaños. Transparente Tórax y abdomen, principalmente, en un solo lado del cuerpo.

Alergia en la piel

Pequeñas bolitas blancas o enrojecidas.

Pueden o no contener líquido.

Transparente, pudiendo no tener líquido, en algunos casos

En cualquier región del cuerpo.

Sífilis

Pequeñas heridas o bolitas.

Desaparecen alrededor de 4 a 5 semanas.

No Transparente

Región genital, ano y boca.

Varicela

Bolas rojas que dan origen a pequeñas ampollas con líquido.

Después de la ruptura se forma una herida con costra.

Transparente, haciéndose más oscuro con el paso de los días

Pecho, espalda y rostro.

Se pueden diseminar por todo el cuerpo.

Impétigo

Semejante a las espinillas. Después de romperse se forma una herida con una costra.

Blanquecino, parecido al pus

Nariz, boca, piernas, pies, pecho y abdomen.

Molusco contagioso Pequeñas bolitas aisladas o en grupos. No tiene En cualquier región del cuerpo, a excepción de las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Para diferenciar mejor las causas de las lesiones, se recomienda acudir a una consulta con un médico, quien evaluará los signos y síntomas presentes, además de observar el tipo de lesión y su ubicación.

Cómo se realiza el tratamiento

No suele ser necesario realizar un tratamiento específico para la viruela del mono, ya que los síntomas de la enfermedad suelen desaparecer al cabo de unas semanas. Sin embargo, en algunos casos, el médico puede recomendar el uso de medicamentos para aliviar los síntomas más rápidamente.

Es importante que ante la presencia de signos y síntomas indicativos de viruela del mono, la persona acuda al hospital para ser monitoreada y prevenir que se transmita la infección, aunque es raro.

Además, en algunos casos el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos [1] (CDC por sus siglas en inglés) indica que puede ser utilizado medicamentos antivirales, como el tecovirimat o el brincidofovir, principalmente en personas que tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente, como aquellas que tengan el sistema inmune debilitado, tanto en adultos como en niños. 

¿La viruela del mono tiene cura?

La viruela del mono tiene cura y, de forma general, no es necesario tratamiento específico, ya que el virus suele ser eliminado por el propio sistema inmunológico después de 4 semana aproximadamente. Sin embargo, en algunos casos, para acelerar la cura, el médico puede indicar el uso de medicamentos específicos para combatir el virus.

¿La viruela del mono es mortal?

La viruela del mono es una enfermedad que suele resolverse por sí sola, sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, en casos graves o en personas vulnerables, como aquellos con el sistema inmune debilitado, la enfermedad puede ser mortal, pudiendo alcanzar cifras del 3 al 6% de letalidad, de acuerdo a cifras de las OMS[2]

Consecuencias de la viruela del mono

Las complicaciones de la viruela del mono pueden presentarse como pérdida de la vista debido a infección de la córnea, bronconeumonía, confusión, encefalitis, además de cicatrices y lesiones en la piel.

Cómo prevenir la viruela del mono

Para prevenir la viruela del mono se recomienda:

  • Evitar el contacto cercano con personas diagnosticadas con viruela del mono;
  • Evitar tocar las ampollas o entrar en contacto con la ropa u objetos de uso personal de quienes tienen signos y síntomas de la viruela del mono;
  • Desinfectar y lavarse bien las manos con agua y jabón;
  • Usar máscaras de protección.

Como la enfermedad también puede contagiarse de animales a personas, a pesar de que sea raro, se recomienda consumir solo carne bien cocida y evitar el contacto con animales silvestres, principalmente roedores, ya que pueden estar contagiados con el virus de la viruela del mono, u otros agentes infecciosos.

Vacuna contra la viruela del mono

La prevención de la enfermedad también puede hacerse a través de la vacuna. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la vacunación en masa contra la viruela del mono no es posible, ya que no hay cantidades suficientes de la vacuna para toda la población.

Actualmente, las vacunas existente y que están aprobadas en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y/o en Europa son:

  • Jynneos/ Imvamune/ Imvanex, con indicación de 2 dosis con intervalo de 4 semanas entre ellas. Esta vacuna también puede administrarse 4 días después del contacto con el virus, siendo en estos casos recomendada solo 1 dosis. Además, en caso de que la vacuna se administre de 5 a 14 días después de la infección, es posible reducir los síntomas, pero no evitar el desarrollo de la enfermedad;
  • ACAM2000, indicada en dosis única, siendo contraindicada en personas con sistema inmune debilitado, dermatitis atópica, eczema, enfermedades cardíacas, en los ojos y en mujeres embarazadas.

Estas vacunas, sin embargo no se recomiendan en todas las personas, siendo indicadas solo en aquellas con riesgo de exposición al virus, incluyendo trabajadores de la salud con riesgo de exposición, personas que trabajan en laboratorios o en investigaciones con Orthopoxvirus.

Además, aún no se sabe la eficacia de estas vacunas en el brote actual de viruela del mono, por lo que aunque se administre la vacuna es importante mantener los cuidados preventivos.