Varicela: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en marzo 2022

La varicela o lechina es una enfermedad infecciosa y altamente contagiosa causada por el virus de la Varicela Zóster.

Los síntomas de esta enfermedad suelen surgir hasta 20 días después del contacto con alguien que posea la enfermedad, manifestándose a través del surgimiento de manchas rojas con ampollas llenas de líquido, que causan mucha comezón por todo el cuerpo, las cuales se van secando con el paso de los días y van originando costras.

La varicela suele afectar principalmente a los niños, pero también puede ser transmitida a personas de cualquier edad, siendo por lo general más grave en estos casos. El tratamiento consiste en el uso de medicamentos, así como la aplicación de algunas medidas caseras para aliviar los síntomas. 

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Principales síntomas

Los principales síntomas de la varicela son:

  • Fiebre, que puede alcanzar los 39,5ºC;
  • Surgimiento de manchas rojas y/o pequeñas ampollas que pueden contener líquido, que causan comezón y se esparcen rápidamente por todo el cuerpo;
  • Surgimiento de heridas en la piel, las cuales se forman debido a la comezón intensa;
  • Cansancio;
  • Falta de apetito;
  • Malestar general.

Además de esto, las ampollas de la varicela pueden presentarse en diferentes etapas y, por lo tanto, es común ver algunas ampollas con líquido mientras que otras ya tienen una costra formada con aspecto de una roncha, esto significa que ya están cicatrizando. Es importante que la persona sepa que mientras las ampollas tengan líquido, el individuo puede contagiar a otras personas y por esto no debe acudir a la escuela o al trabajo.

Los síntomas de la varicela en el bebé son los mismos citados anteriormente, pero también puede surgir tos y secreción nasal antes del surgimiento de las ampollas. En bebés menores de 1 año de edad, normalmente los síntomas son leves, provocando sólo pocas ronchas en la piel.

Cómo se contagia la varicela

El contagio de la varicela se produce a través del contacto con gotitas de saliva, tos o estornudo del individuo que esté infectado y con el contacto directo con el líquido de las ronchas.

El individuo es capaz de transmitir el virus alrededor de 1 a 2 días antes de que surjan las ronchas hasta que todas las ampollas se revienten y formen una costra. En este período se debe mantener la distancia de otras personas y evitar espacios públicos.

Quien ya tuvo varicela una vez está protegido contra la enfermedad y no puede contagiarse de varicela nuevamente. Sin embargo, en algunos casos la persona que presentó varicela en la infancia puede desarrollar herpes zóster, mejor conocido como culebrilla, principalmente en ancianos y quienes tienen el sistema inmune comprometido, como en personas con SIDA o que están bajo tratamiento de cáncer, por ejemplo. Conozca más sobre la culebrilla.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la varicela es realizado por el médico general o el pediatra a partir de la evaluación de los signos y síntomas presentes y, si es necesario, también puede solicitar un examen de sangre para confirmar el virus.

Cómo se realiza el tratamiento

Generalmente el tratamiento de la varicela se realiza con el objetivo de controlar los síntomas. El médico puede indicar los siguientes cuidados:

  • Tomar Paracetamol para bajar la fiebre;
  • Tomar un antialérgico o aplicar una pomada antialérgica en las heridas para aliviar la comezón;
  • Utilizar una pomada antialérgica en las heridas para aliviar la picazón;
  • Aplicar Povidine sobre las ampollas para evitar que se infecten y facilitar su cicatrización;
  • Bañarse 2 o 3 veces por día con agua fría y un jabón con calamina para aliviar la comezón;
  • Cortarse las uñas lo justo para evitar agravar las lesiones en la piel;
  • Lavarse las manos varias veces al día para reducir el riesgo de infección de las ampollas;
  • Evitar alimentos salados y ácidos si hay heridas dentro de la boca.

Algunos médicos recomiendan bañarse con permanganato de potasio para mantener la piel limpia, libre de microorganismos y para ayudar a cicatrizar las heridas de la varicela. Conozca más sobre el tratamiento para la varicela.

Vacuna contra la varicela

La vacuna contra la varicela atenúa el virus y previene la forma más grave de la enfermedad. Por lo que si el individuo se encuentra vacunado y se contagia con el virus, desarrollará una forma mucho más leve de la enfermedad, presentando menos ampollas típicas de la varicela, hasta el punto de que a veces ni siquiera se le llega a diagnosticar.

La vacuna puede ser administrada a partir de los 12 meses de edad y una segunda dosis entre los 15 y 24 meses de edad. La vacuna de la varicela forma parte del calendario básico de vacunación de los niños, ofrecida por el sistema de salud y debe ser aplicada generalmente a los 15 meses de edad.

Posibles complicaciones

La complicación más común de la varicela es que una de las ampollas se infecte, causando dolor y enrojecimiento alrededor de la herida y formación de pus. Se puede sospechar que las ampollas están infectadas cuando demora mucho tiempo para cicatrizar o cuando tiene un aspecto húmedo cuando ya no tiene costra. En estos casos, el médico podrá prescribir un antibiótico.

En algunos casos, personas con el sistema inmune comprometido, como recién nacidos y mujeres embarazadas, si la varicela no se trata adecuadamente pueden presentarse complicaciones, como neumonía y encefalitis.