Sistema respiratorio: partes, funciones y enfermedades

Actualizado en febrero 2024

Las partes del sistema respiratorio son los órganos que tienen la función de transportar el aire con oxígeno hasta la zona interna de los pulmones, para luego ser expulsado al exterior, lo cual nos permite respirar, hablar y percibir olores. 

La principal función de la respiración es llevar oxígeno a todas las células del cuerpo y eliminar el dióxido de carbono, el cual se produce como resultado del oxígeno ya utilizado por las células.

Para que este proceso ocurra existen dos fases, en primer lugar está la inspiración, que es cuando el aire entra a los pulmones, y en segundo lugar está la espiración o exhalación, que es cuando el aire sale de los pulmones. A pesar de que este proceso ocurre todo el tiempo, y de forma involuntaria, existen muchos órganos involucrados para que este proceso de la respiración se lleve a cabo.

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Imagen de las partes del sistema respiratorio

Partes del sistema respiratorio 

De acuerdo con la anatomía, los órganos responsables por la respiración en los seres humanos son los siguientes:

1. Nariz

Es la responsable de por filtrar las partículas de aire, regular la temperatura del aire que llega a los pulmones y percibir olores y la presencia de virus o bacterias. Al notar la presencia de estos microorganismos, se activa el sistema de defensa del cuerpo.

2. Senos paranasales

Son cavidades llenas de aire que se encuentran alrededor de la nariz, cuya función es humedecer y calentar el aire que entra por la nariz, además de disminuir el peso del cráneo y de los huesos de la cara, amortiguar golpes y actuar como caja de resonancia para la voz.

3. Faringe, laringe y tráquea

Después de pasar por las fosas nasales, el aire discurre a través de la faringe y la laringe, donde están las cuerdas vocales, y se dirige en sentido a la tráquea, que se divide en 2, hasta llegar a los pulmones derecho e izquierdo. La tráquea es un tubo que contiene anillos cartilaginosos en toda su estructura, los cuales actúan de forma protectora, impidiendo que se cierre cuando la persona gira el cuello de lado, por ejemplo.

4. Bronquios y bronquiolos

Después de la tráquea, el aire llega a los bronquios, que son dos estructuras similares a un árbol al revés, por lo que también se le denomina árbol bronquial. Estos se dividen en bronquios más pequeños, los cuales a su vez se dividen en conductos diminutos conocidos como bronquiolos, que sirven como vía para que circule el aire que viene del exterior hacia el interior de los pulmones y viceversa; además, estos poseen cilios y producen moco (flema), que sirve para eliminar los microorganismos y partículas que entran por el aire.

5. Pulmones

Son dos órganos que se encuentran en la cavidad torácica, a ambos lados del corazón, y que se dividen en lóbulos, siendo que el pulmón derecho posee tres lóbulos y el izquierdo posee dos, por lo cual es de menor tamaño. Los pulmones poseen los alvéolos pulmonares, y su función es expandirse y contraerse a medida que el aire de la respiración entra y sale del cuerpo.

6. Alvéolos

 la última estructura del sistema respiratorio son los alvéolos, que están directamente conectados a los vasos sanguíneos. Aquí el oxígeno pasa a la sangre, donde podrá llegar a todas las células del cuerpo. Este proceso se llama intercambio gaseoso, porque aparte de llevar oxígeno para la sangre, elimina el dióxido de carbono presente en la sangre. La sangre rica en oxígeno discurre por las arterias, mientras que la sangre llena de dióxido de carbono discurre por las venas. Al exhalar, es eliminado el dióxido de carbono del cuerpo.

Para ayudar en el movimiento de la respiración, existen también los músculos respiratorios (intercostales) y el diafragma.

Funciones del sistema respiratorio

La función principal del sistema respiratorio es la respiración, la cual nos permite llevar oxígeno a todas las células del cuerpo y eliminar el gas carbónico, que es el resultado del oxígeno ya utilizado por las células.

Además, el sistema respiratorio también posee otras funciones relacionadas con el aire que inspiramos y espiramos; de esta forma, cuando este pasa por la nariz, atraviesa ciertos receptores ubicados en la mucosa nasal que confieren el sentido del olfato, con el que podemos percibir más de 10.000 olores diferentes. Por otra parte, cuando el aire que expulsamos de los pulmones pasa por la laringe y las cuerdas vocales, se emiten sonidos que nos permiten hablar y comunicarnos con otras personas.  

Cómo ocurre la respiración

La respiración ocurre de forma espontánea, desde que nace el bebé, sin necesidad de aprender cómo hacerlo, pues la misma está controlada por el sistema nervioso autónomo. Vea qué es el sistema nervioso autónomo.

Para que suceda el proceso de respiración, la persona inspira el aire atmosférico, que pasa por las fosas nasales, atraviesa la faringe, laringe y tráquea y llega a los pulmones, donde pasa a través de los bronquios y bronquiolos, hasta finalmente llegar a los alvéolos, donde el oxígeno pasa directamente a la sangre. Este proceso tiene dos fases, que se describen a continuación:

  • Inspiración: los músculos intercostales ubicados entre las costillas se contraen y el diafragma desciende, aumentando el espacio para que los pulmones se llenen de aire, y la presión interna disminuye;
  • Espiración: los músculos intercostales y el diafragma se relajan y el diafragma se eleva, el volumen de la caja torácica disminuye, la presión interna aumenta, y el aire sale de los pulmones.

La falta de aire ocurre cuando existe alguna alteración en el sistema respiratorio, lo que impide la entrada o la salida del aire y, por ende, hace que el intercambio entre el oxígeno y el dióxido de carbono sea ineficiente. El dióxido de carbono es un desecho que se produce cuando el organismo utiliza alimentos para obtener energía y es eliminado a través de los pulmones durante el proceso de exhalación. Conozca las principales causas de falta de aire.

Enfermedades que afectan al sistema respiratorio 

Algunos ejemplos de enfermedades del sistema respiratorio incluyen los siguientes:

  • Gripe o resfriado: ocurre cuando el virus ingresa al sistema respiratorio. En el resfriado, el virus está solo en las fosas nasales y puede llegar hasta la faringe, causando congestión nasal y malestar. En el caso de la gripe, el virus puede llegar a los pulmones, produciendo fiebre y mucha flema en el pecho. Conozca cuáles son y cómo tratar los síntomas de la gripe.
  • Asma: ocurre en períodos en que la persona presenta una disminución del tamaño de los bronquios o bronquiolos, habiendo una pequeña producción de moco, por lo que el aire pasa con más dificultad por estas estructuras y la persona emite un sonido en cada inhalación.
  • Bronquitis: provoca una contracción e inflamación de los bronquios y bronquiolos. El resultado de esta inflamación es la producción de moco, que puede ser expulsado en forma de flema, pero que también puede tragarse al llegar a la faringe, dirigiéndose al estómago. Conozca los síntomas y el tratamiento de la bronquitis asmática.
  • Alergias: ocurren cuando el sistema inmunitario de la persona es muy reactivo y entiende que determinadas sustancias presentes en el aire son muy nocivas para la salud, provocando señales de alerta siempre que la persona se expone al polvo, perfumes o polen, por ejemplo.
  • Neumonía: normalmente es causada por la entrada de virus o bacterias, pero también puede ocurrir por la presencia de objetos extraños, restos de comida o vómito dentro de los pulmones, provocando fiebre y dificultad respiratoria. Una gripe puede empeorar y causar neumonía, sin embargo, el resfriado no tiene esta posibilidad. Conozca todos los signos y síntomas de la neumonía
  • Tuberculosis: generalmente ocurre cuando un bacilo ingresa a los pulmones a través de las vías respiratorias, causando fiebre, tos con mucha flema y, en ciertas ocasiones, con sangre. Esta enfermedad es muy contagiosa y se transmite a través del aire por el contacto con las secreciones de la persona enferma. El tratamiento es muy importante porque el bacilo puede llegar a la sangre y diseminarse por el cuerpo, causando tuberculosis fuera de los pulmones. 

Cuándo acudir al médico

Siempre que existan síntomas como dificultad respiratoria, sibilancias al inhalar, fiebre, tos con flema, con o sin sangre, es importante buscar ayuda médica para que este profesional pueda evaluar a la persona e identificar cuál es la enfermedad que padece y qué tratamiento es el más indicado, pues puede ser necesario el uso de antiinflamatorio, antibióticos y, en ciertas ocasiones, hospitalización.

Qué médico que trata enfermedades respiratorias 

En el caso de síntomas más comunes como gripe o resfriado, se puede pedir una consulta con un médico general, especialmente si aún no ha acudido a ninguna consulta debido a problemas respiratorios. Este médico puede auscultar los pulmones, verificar si tiene fiebre y observar otros signos y síntomas característicos de enfermedades respiratorias.

No obstante, en el caso de enfermedades crónicas como asma o bronquitis, puede estar indicado buscar ayuda a un médico neumólogo, puesto que está más acostumbrado a tratar pacientes con este tipo de enfermedades, con una mayor capacitación para orientar el tratamiento y el seguimiento a lo largo de la vida de la persona.