Sistema digestivo: enfermedades, órganos y función

Actualizado en marzo 2024

El sistema digestivo es uno de los principales sistemas del cuerpo humano, el cual es responsable por el procesamiento de los alimentos y la absorción de nutrientes, permitiendo así el buen funcionamiento del organismo.

Este sistema está formado por diversos órganos que van desde la boca hasta el ano, los cuales trabajan en conjunto, por medio de movimientos y la acción de ciertas enzimas, con el objetivo de descomponer los alimentos en pequeñas partículas que puedan ser aprovechadas por el cuerpo, para luego eliminar el material de desecho a través de las heces.

Las enfermedades más comunes del sistema digestivo son la gastritis, síndrome de intestino irritable, la apendicitis y la gastroenteritis, siendo importante acudir a un gastroenterólogo, que es el médico especialista por evaluar y tratar el sistema digestivo.

Imagem ilustrativa número 1

Partes y órganos del sistema digestivo

El sistema digestivo está constituido por órganos que permiten el transporte de los alimentos o bebidas ingeridos y, a lo largo del trayecto, la absorción de nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Este sistema se extiende de la boca al ano, constituido por los siguientes órganos:

  1. Boca: responsable por recibir el alimento y reducir el tamaño de sus partículas para que se pueda digerir y absorber más fácilmente, además de mezclarlo con la saliva;
  2. Esófago: responsable por transportar alimentos y líquidos desde la cavidad bucal hasta el estómago;
  3. Estómago: desempeña un papel fundamental en el almacenamiento temporal y digestión de los alimentos ingeridos;
  4. Intestino delgado: responsable por la mayor parte de la digestión y absorción de los alimentos, y recibe las secreciones del páncreas y del hígado, las cuales ayudan en este proceso;
  5. Intestino grueso: es donde ocurre la absorción de agua y electrolitos. Este órgano también es responsable por almacenar temporalmente productos finales de la digestión que sirven como medio para la síntesis bacteriana de algunas vitaminas;
  6. Recto y ano: son los responsables por el control de la defecación.

Aparte de los órganos, el sistema digestivo está constituido por diversas enzimas que garantizan la correcta digestión de los alimentos, siendo las principales:

  • Amilasa salival o ptialina , que está presente en la boca y es responsable por la digestión inicial del almidón;
  • Pepsina, que es la principal enzima del estómago y es responsable por la degradación de proteínas;
  • Lipasa, que también está presente en el estómago y promueve la digestión inicial de lípidos. Esta enzima también es secretada por el páncreas y desempeña la misma función;
  • Tripsina, que se encuentra en el intestino delgado y conduce a la degradación de ácidos grasos y glicerol.

Buena parte de los nutrientes no pueden absorberse en su forma natural debido a su tamaño o al hecho de que no son solubles. De esta forma, el sistema digestivo es el responsable de transformar estas partículas grandes en partículas más pequeñas y solubles capaces de ser absorbidas rápidamente, esto ocurre principalmente debido a la producción de diversas enzimas digestivas.

Principales funciones del sistema digestivo

Este sistema consta de diversos órganos que actúan en conjunto con el objetivo de desempeñar las siguientes funciones principales:

  • Promover la digestión de proteínas, carbohidratos y lípidos de los alimentos y bebidas consumidos;
  • Absorber fluidos y micronutrientes;
  • Proveer una barrera física e inmunológica a los microorganismos, cuerpos extraños y antígenos consumidos con los alimentos.

De esta forma, el SGI es responsable por regular el metabolismo y el sistema inmunitario, con el fin de mantener el buen funcionamiento del organismo.

¿Cómo funciona?

El proceso digestivo comienza con la ingestión de alimentos o bebidas y finaliza con la liberación de las heces. La digestión de los carbohidratos se inicia en la boca; sin embargo, es insignificante, mientras que la digestión de las proteínas y de los lípidos tienen inicio en el estómago. La mayor parte de la digestión de los carbohidratos, proteínas y grasas tiene lugar en la porción inicial del intestino delgado.

El tiempo de digestión de los alimentos varía de acuerdo con el volumen total y de las características del alimento ingerido y puede durar hasta 12 horas por cada comida, por ejemplo.

1. Digestión en la cavidad orofaríngea

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En la boca, los dientes trituran y muelen los alimentos ingeridos en partículas más pequeñas y el bolo alimenticio formado se humedece con la saliva. Asimismo, hay liberación de una enzima digestiva, la amilasa salival o ptialina, que inicia la digestión del almidón que contienen los carbohidratos. La digestión del almidón en la boca por la acción de la amilasa es mínima y su actividad es inhibida en el estómago debido a la presencia de sustancias ácidas.

El bolo alimenticio pasa por la faringe, bajo control voluntario, y por el esófago bajo control involuntario, llegando al estómago, donde se mezcla con las secreciones gástricas.

2. Digestión en el estómago

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En el estómago, las secreciones producidas son ricas en ácido clorhídrico y enzimas y se mezclan con el alimento. En presencia del alimento en el estómago, la pepsina, que es una de las enzima presente en este órgano, se secreta en su forma inactiva (pepsinógeno) y es convertida en pepsina por la acción del ácido clorhídrico. Esta enzima desempeña un papel fundamental en el proceso de digestión de las proteínas, alterando su forma y tamaño. Además de la producción de pepsina, también hay producción en menor cantidad de lipasa, que es una enzima responsable por la degradación inicial de los lípidos.

La secreciones gástricas también son importantes para aumentar la disponibilidad y absorción intestinal de vitamina B12, calcio, hierro y zinc.

Después de que el alimento es procesado en el estómago, el bolo alimenticio es liberado en pequeñas cantidades en el intestino delgado de acuerdo con las contracciones del estómago. En el caso de comidas líquidas, el vaciamiento gástrico dura alrededor de 1 a 2 horas, mientras que para las comidas sólidas dura alrededor de 2 a 3 horas y varía según el volumen total y de las características del alimento ingerido.

3. Digestión en el intestino delgado

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El intestino delgado es el principal órgano de digestión y absorción de los alimentos y nutrientes y se divide en tres partes: duodeno, yeyuno e íleon. En la parte inicial del intestino delgado, se lleva a cabo la digestión y la absorción de la mayor parte de los alimentos ingeridos debido a la estimulación de la producción de enzimas por el propio intestino delgado, páncreas y vesícula biliar.

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La bilis es secretada por el hígado y por la vesícula biliar y facilita la digestión y la absorción de lípidos, colesterol y vitaminas liposolubles. El páncreas es responsable por secretar enzimas que son capaces de digerir todos los nutrientes principales. Las enzimas producidas por el intestino delgado reducen los carbohidratos de menor peso molecular y péptidos de tamaño mediano y grande, además de los triglicéridos que son degradados en ácidos grasos libres y monogliceroles.

La mayor parte del proceso digestivo se completa en el duodeno y en la parte superior del yeyuno, y la absorción de la mayoría de los nutrientes está casi completa en el momento en que el material llega a la mitad yeyuno. La entrada de alimentos parcialmente digeridos estimula la liberación de varias hormonas y, en consecuencia, de enzimas y líquidos que interfieren en la motilidad gastrointestinal y en la saciedad.

A lo largo del intestino delgado, casi todos los macronutrientes, vitaminas, minerales, oligoelementos y líquidos son absorbidos antes de llegar al colon. El colon y el recto absorben la mayor parte del fluido restante proveniente del intestino delgado. El colon absorbe electrolitos y una pequeña cantidad de nutrientes sobrantes.

Las fibras restantes, almidones resistentes, azúcar y aminoácidos son fermentados por el borde en cepillo del colon, dando como resultado ácidos grasos de cadena corta y gas. Los ácidos grasos de cadena corta ayudan a mantener la función normal de la mucosa, liberan una pequeña cantidad de energía de algunos de los carbohidratos y aminoácidos residuales y facilitan la absorción de sal y agua.

El contenido intestinal tarda de 3 a 8 horas para llegar hasta la válvula ileocecal, que sirve para limitar la cantidad de material intestinal que pasa del intestinal delgado al colon e impide su regreso.

Qué puede interferir en la digestión

Son varios los factores que pueden impedir que la digestión no se lleve a cabo de forma correcta, trayendo consecuencias para la salud de la persona. Algunos de los factores que pueden afectar la digestión incluyen los siguientes:

  • Cantidad y composición del alimento ingerido, porque dependiendo de las características del alimento, el proceso de digestión puede ser más rápido o más lento, lo que puede influir en la sensación de saciedad, por ejemplo;
  • Factores psicológicos, como apariencia, olor y sabor del alimento. Esto se debe a que estas sensaciones aumentan la producción de saliva y de las secreciones del estómago, aparte de favorecer la actividad muscular del SGI, que hace que el alimento sea poco digerido o absorbido. En el caso de emociones negativas, como miedo y tristeza, por ejemplo, ocurre lo contrario, hay disminución en la liberación de secreciones gástricas, así como una reducción de los movimientos peristálticos del intestino;
  • Microbiota digestiva, que puede sufrir interferencias por el uso de medicamentos como antibióticos, induciendo a la resistencia bacteriana, o ante situaciones que conducen a la disminución de la producción de ácido clorhídrico por el estómago, que puede resultar en gastritis;
  • Procesamiento alimentario, la forma como el alimento es consumido puede interferir en la velocidad de la digestión. Los alimentos cocidos normalmente se digieren de forma más rápida que los alimentos crudos, por ejemplo.

En situaciones donde existe algún síntoma relacionado con el sistema gastrointestinal, como exceso de gases, acidez, sensación de hinchazón abdominal, estreñimiento o diarrea, por ejemplo, es importante acudir al gastroenterólogo para que sean indicadas pruebas con el fin de identificar la causa de los síntomas e iniciar el mejor tratamiento.

Enfermedades del sistema digestivo

Algunos ejemplos de enfermedades comunes que afectan el sistema digestivo incluyen las siguientes:

1. Úlcera gástrica

La úlcera gástrica es una herida que se forma en el tejido que reviste el estómago, la cual es causada por diversos factores como una mala alimentación, uso de ciertos medicamentos o infección por la bacteria Helicobacter Pylori. Su presencia provoca la aparición de algunos síntomas, como dolor de estómago, náuseas y vómitos. Conozca más síntomas y cómo es el tratamiento de la úlcera gástrica.

2. Gastritis

La gastritis es una condición en la que hay inflamación de las paredes del estómago, produciendo síntomas como dolor estomacal, indigestión y eructos frecuentes. Entre las causas de la gastritis se incluyen la ingesta de ciertos medicamentos de forma crónica, como antiinflamatorios, el estrés y nerviosismo y el abuso de alcohol. Vea cuáles son los tipos de gastritis y cómo se realiza el tratamiento.

3. Síndrome del intestino irritable (SII)

El SII es una situación en la que hay inflamación de las vellosidades intestinales, lo cual provoca síntomas como dolor, inflamación abdominal, exceso de gases y períodos de estreñimiento o diarrea. Este síndrome puede estar causado por situaciones de estrés o el consumo de ciertos alimentos. Conozca más sobre los síntomas y el tratamiento del síndrome del intestino irritable.

4. Apendicitis

La apendicitis es la inflamación de un pequeño órgano localizado del lado inferior derecho del abdomen, conocido como apéndice, lo cual causa un dolor intenso en esta zona y suele estar acompañado de vómitos, fiebre y mareos. Esta condición ocurre debido a la acumulación de gases, traumatismos o a la entrada de heces en el apéndice, generando el desarrollo excesivo de bacterias. Vea más síntomas que pueden indicar apendicitis.

5. Gastroenteritis

La gastroenteritis es una afección que ocurre cuando el estómago y el intestino se inflaman debido a una infección por virus, parásitos o bacterias, la cual suele ocurrir por comer alimentos en mal estado o contaminados, y genera síntomas como dolor estomacal, náuseas y diarrea. Descubra más causas de la gastroenteritis.

Ante cualquier síntoma que sugiera alguna afección a nivel del sistema digestivo, lo más recomendable es acudir al médico general o al gastroenterólogo para que realice el diagnóstico e indique el tratamiento más adecuado.