9 remedios caseros para la rinitis alérgica

Evidencia científica

Los remedios caseros para la rinitis alérgica pueden incluir el lavado nasal con suero fisiológico, la inhalación de aceite esencial de eucalipto y el consumo de diferentes tés, como el de hierbabuena, jengibre y ajo los cuales tienen propiedades que ayudan a disminuir los síntomas de la rinitis, como la inflamación y la obstrucción nasal.

La rinitis es una reacción alérgica, por lo que, además del uso de remedios caseros, es importante evitar la acumulación de polvo en el hogar o en el lugar de trabajo y mantener los ambientes bien ventilados. Esto ayuda a reducir la proliferación de microorganismos que podrían provocar una nueva crisis de la enfermedad.

Se recomienda consultar con un fitoterapeuta antes de utilizar estos remedios caseros o consumir plantas naturales, ya que el especialista puede indicar la opción más adecuada para cada persona, así como la dosis segura, ayudando a prevenir la aparición de efectos secundarios.

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Este contenido tiene fines informativos y no reemplaza la orientación médica. No interrumpa ningún tratamiento sin la debida asesoría.
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9 remedios caseros para la rinitis

Los remedios caseros que ayudan a mejorar los síntomas de la rinitis alérgica son: 

1. Lavado nasal

El lavado nasal con suero fisiológico o solución salina puede ayudar a aliviar la sensación de nariz tapada, al facilitar la eliminación del exceso de mucosidad por lo que favorece la disminución de los síntomas de la rinitis alérgica.

Además, el lavado nasal permite remover sustancias inflamatorias, alérgenos, bacterias o virus que se encuentran en la mucosa nasal y en los senos paranasales.

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Pasos:

  1. Llenar una jeringa con 5 a 10 mL de suero fisiológico al 0.9 % o con una solución salina de bicarbonato casera;
  2. Mantener la boca abierta y respirar por ella durante el procedimiento;
  3. Inclinar el cuerpo hacia adelante y la cabeza ligeramente hacia un lado;
  4. Colocar la jeringa en la entrada de una fosa nasal y presionar hasta que el líquido salga por la otra fosa. Ajustar la posición de la cabeza si es necesario;

Repetir el lavado 3 a 4 veces en cada fosa nasal, según sea necesario. Se puede usar mayor cantidad de solución si se desea, ya que saldrá por la otra fosa.

2. Espirulina

La espirulina (Arthrospira platensis) podría ayudar a mejorar algunos síntomas de la rinitis alérgica, como la secreción y la congestión nasal.

En un ensayo clínico, tomar 2 g al día durante 2 meses se asoció con mayor mejoría de la rinorrea, la obstrucción nasal y la disminución del olfato, además de mejorar el sueño y producir cambios positivos en marcadores inflamatorios.

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Cómo tomar:

La espirulina puede encontrarse en forma de té o consumirse en cápsulas de 1 g, preferiblemente 20 minutos antes de las comidas, una vez al día. Su uso debe realizarse siguiendo la indicación de un médico o nutricionista.

3. Aceite esencial de eucalipto

El aceite esencial de eucalipto se obtiene a partir de las hojas de la planta medicinal Eucalyptus globulus, que posee propiedades antiinflamatorias y podría ayudar a reducir las reacciones alérgicas en el organismo.

Aun así, los estudios en personas sobre la inhalación de este aceite son pocos, por lo que se requieren más estudios científicos que comprueben su utilidad.

Ingredientes:

Modo de preparación:

Agregar unas gotas de aceite esencial de eucalipto al agua hirviendo. Después, cubrir la cabeza con una toalla que también cubra el recipiente donde está la solución. Inclinarse sobre el vapor e inhalarlo durante unos 10 minutos. La toalla permite que el vapor se concentre y se mantenga por más tiempo.

No se recomienda su uso en niños, ni en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, debido a la falta de evidencia sobre su seguridad. Además, algunas personas con alergias respiratorias o asma pueden ser sensibles; si aparecen síntomas de empeoramiento, como tos intensa o dificultad para respirar, se debe suspender el uso de inmediato. Conozca más propiedades del té de eucalipto y cómo se hace.

4. Té de hierbabuena 

El té de hierbabuena aporta una sensación de frescura gracias al mentol, lo que puede ayudar a mejorar síntomas como la secreción y la congestión nasal, el dolor de cabeza y la tos, frecuentes en la rinitis.

Además, posee propiedades antiinflamatorias que contribuyen a disminuir la inflamación de las vías respiratorias y a aliviar los síntomas de la rinitis.

Ingredientes:

  • 6 hojas de menta piperita o hierbabuena picadas;
  • 150 ml de agua hirviendo.

Modo de preparación:

En una taza, agregar agua sobre las hojas de menta picadas y dejar reposar durante 5 a 7 minutos. Colar, endulzar con miel si se desea y tomar de 3 a 4 tazas al día. Conozca otros beneficios de la menta piperita.

5. Vinagre de manzana

El vinagre de manzana contiene polifenoles con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que podrían ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y a disminuir la inflamación de las vías respiratorias.

Por ello, su uso podría ser útil para aliviar algunos síntomas de la rinitis, como la congestión nasal, la secreción nasal o la tos. Conozca los beneficios del vinagre de manzana.

Ingredientes:

  • 1 a 2 cucharadas de vinagre de manzana;
  • 1 vaso de agua.

Modo de preparación:

Agregar el vinagre de manzana al vaso con agua y mezclar. Beber 1 vaso, 20 minutos antes del desayuno, el almuerzo o la cena.

Es importante enjuagar la boca con agua después de beber la solución de vinagre de manzana y, para prevenir el desgaste del esmalte dental, se recomienda cepillas los dientes 30 minutos después de beber la solución.

El vinagre de manzana también se puede utilizar durante el día para aderezar ensaladas, por ejemplo.

6. Té de jengibre

El jengibre contiene compuestos fenólicos como gingerol, shogaol y zingerona, que poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estas sustancias podrían ayudar a aliviar algunos síntomas de la rinitis, como la congestión y la secreción nasal, el dolor de garganta o el malestar general.

Ingredientes:

  • 1 cm de raíz de jengibre o ½ cucharadita de jengibre en polvo;
  • 3 tazas de agua;
  • Miel para endulzar (opcional).

Modo de preparación:

Hervir el jengibre durante 10-15 minutos y luego colarlo. Añadir miel si se desea y servir el té tibio. Conozca los beneficios del jengibre.

El jengibre no debe ser consumido por personas que toman anticoagulantes; en esos casos, se recomienda omitirlo del té.

7. Té de ajo

El ajo contiene alicina, un compuesto con posibles efectos antioxidantes y antiinflamatorios, por lo que podría contribuir a fortalecer el sistema inmunológico y a disminuir la duración de la rinitis.

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Ingredientes:

  • 1 diente de ajo machacado o picado;
  • 1 taza de agua.

Modo de preparación: 

Hervir el agua y, mientras tanto, machacar los dientes de ajo. Colocar el ajo machacado en una taza y verter el agua caliente sobre él. Dejar reposar durante unos 5 minutos, colar el té y esperar a que se enfríe un poco antes de beber. Se recomienda tomar una taza al día.

8. Infusión de tomillo

La infusión de tomillo contiene sustancias con posibles efectos antiinflamatorios y antioxidantes, como timol, carvacrol, cimeno y linalool.

Estas sustancias podrían tener acción expectorante, lo que podría contribuir a reducir la congestión nasal en la rinitis alérgica.

Ingredientes:

  • 1 cucharada (de sopa) de extracto de tomillo seco o 2 ramas de tomillo fresco;
  • 1 litro de agua hirviendo.

Modo de preparación:

Agregar el tomillo seco al agua hirviendo y dejar reposar durante 5 a 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas al día.

La infusión de tomillo no debe ser utilizada por personas con problemas estomacales como gastritis o úlcera, por personas con enfermedades hepáticas o que toman medicamentos anticoagulantes como warfarina o clopidogrel, por ejemplo.

9. Té de ortiga

El té de ortiga contiene compuestos que podrían influir en los efectos de la histamina, la sustancia relacionada con la respuesta inflamatoria en las alergias.

Por ello, su consumo durante el día podría contribuir a aliviar algunos síntomas de la rinitis alérgica, como la secreción nasal, la picazón o la sensación de congestión.

Ingredientes:

  • 2 cucharaditas de hojas de ortiga picadas;
  • 200 ml de agua.

Modo de preparación:

Hervir el agua y agregar las hojas de ortiga. Dejar reposar durante 10 minutos, colar y tomar de 3 a 4 tazas al día.

Otra alternativa es tomar 150 mg de extracto de raíz de ortiga en cápsulas, una vez al día.

El té de ortiga no debe ser utilizado por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni por personas con enfermedades cardíacas o con función renal comprometida.

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