Flemas con sangre: 9 causas y qué hacer

Actualizado en febrero 2024

Las flemas con sangre, técnicamente llamada hemoptisis, no siempre es signo de un problema grave y solo puede surgir debido a una pequeña herida en la nariz o la garganta que sangra al toser o debido a una sequedad prolongada de las membranas del sistema respiratorio, por ejemplo.

Sin embargo, cuando se acompaña de otros síntomas como fiebre, dificultad para respirar, dolor en el pecho, sudores nocturnos y pérdida de peso, la tos con sangre puede indicar afecciones más graves como neumonía, tuberculosis o cáncer de pulmón.

Por ello, se recomienda consultar a su médico de cabecera o a un neumólogo siempre que las flemas con sangre tarden más de 24 horas en desaparecer o cuando se acompañe de otros síntomas, como dificultad para respirar o sibilancias, o cuando la cantidad de sangre sea grande o aumenta a lo largo del tiempo.

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Principales causas 

Las causas más comunes de la presencia de tos y flemas con sangre son:

1. Lesiones en las vías aéreas

En gran parte de los casos, la tos y la flema con sangre es provocada por simples lesiones en la nariz, por irritación de la garganta o debido a algunos exámenes como broncoscopia, biopsia a los pulmones, endoscopia o cirugía para extirpar las amígdalas, por ejemplo.

Qué hacer: en la mayoría de los casos, esta condición desaparece por sí sola sin necesidad de ningún tratamiento; sin embargo, si se mantiene por más de 24 horas es importante acudir al neumólogo para identificar el problema e iniciar el tratamiento adecuado.

2. Tos prolongada

Cuando se tiene alergia o gripe y hay manifestación de tos seca, fuerte y prolongada, es relativamente frecuente la presencia de sangre al toser debido a la irritación de las vías respiratorias, que puede acabar mezclándose con la flema. En caso de alergia, esta situación puede ser temporal, mientras que la gripe puede durar más tiempo en caso de no recibir tratamiento.

Qué hacer: lo ideal es identificar la causa de la alergia y evitar el contacto con ella, como pelo de animales, polvo, polen. En caso de que la alergia produzca una gran irritación y haya presencia de sangre en la flema, se debe acudir al médico para que oriente el tratamiento adecuado que puede ser con antihistamínicos, por ejemplo. Asimismo, en caso de que la gripe no mejore al cabo de unos días y se acompañe de otros síntomas como fiebre o malestar general, se debe procurar ayuda médica para iniciar el tratamiento.

3. Neumonía 

Otras de las causas de tos con sangre es la neumonía que, en casos graves o sin tratamiento, puede causar este síntoma, además de fiebre, falta de aire,dolor en el pecho y palpitaciones, por ejemplo. Para su diagnóstico el médico puede solicitar radiografía y el tratamiento se realiza con antibióticos.

Qué hacer: debido a que algunos tipos de neumonía necesitan ser tratados con antibióticos se aconseja acudir al neumólogo para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado. En los casos más graves, la neumonía puede afectar bastante la respiración, pudiendo incluso ser necesario permanecer hospitalizado.

Vea más sobre los síntomas y el tratamiento de esta enfermedad.

4. Tuberculosis

Además de la tos y flema con sangre, que son muy características en los casos de tuberculosis, esta enfermedad también puede causar otros síntomas como fiebre constante, sudor nocturno, cansancio excesivo y pérdida de peso. En este caso la tos debe estar presente durante al menos más de 2 semanas y para su diagnóstico es necesario un examen de la flema para identificar la bacteria e iniciar el tratamiento antibiótico. Vea cómo identificar la tuberculosis.

Qué hacer: en caso de presentar los síntomas característicos de tuberculosis, como tos con flema y sangre por más de 2 semanas, sudoración nocturna y pérdida de peso, es necesario acudir a un hospital para que se confirme el diagnóstico y se inicie el tratamiento adecuado. Además, es importante que las personas con las que se tuvo contacto también se realicen la prueba para descartar tuberculosis, ya que es una enfermedad altamente contagiosa.

5. Bronquiectasia

La bronquiectasia es una enfermedad respiratoria que causa tos y flema con sangre, la cual empeora poco a poco debido a una dilatación permanente de los bronquios, lo que genera una producción excesiva de flema, así como una sensación frecuente falta de aire. Esta es causada principalmente por fibrosis quística, además de infecciones como tuberculosis, neumonía o infecciones por hongos, por ejemplo.

Qué hacer: la bronquiectasia siempre debe ser diagnosticada por un médico con el fin de iniciar el tratamiento adecuado con medicamentos que ayuden a aliviar los síntomas, mejorando la calidad de vida. Por lo tanto, si existe sospecha de esta condición, se debe consultar un neumólogo para que haga una evaluación de los síntomas e indique exámenes, como radiografías para orientar el tratamiento de acuerdo a la causa.

6. Bronquitis

La bronquitis también puede estar relacionada con la tos y producción de flema con sangre, aunque es raro, ya que existe una inflamación recurrente de los bronquios, la cual aumenta la irritación de las vías respiratorias y las probabilidades de sangrado. Es común que haya flema de color blanco o amarillento, además sibilancias o silbidos al respirar, cansancio frecuente y sensación de falta de aire. Conozca otros síntomas y conozca qué tratamientos pueden ser usados

Qué hacer: muchas veces, el reposo y la ingesta adecuada de agua son capaces de aliviar los síntomas de la bronquitis; no obstante, si estos son persistentes o si la dificultad para respirar se agrava, se aconseja buscar atención médica, pues puede ser necesario el uso de medicamentos. Las personas que sufren de bronquitis crónica deben tener un adecuado seguimiento del neumólogo y, además, deben hacer uso de los medicamentos indicados por el mismo tan pronto como surjan los primeros signos de la crisis. 

7. Edema pulmonar

El edema pulmonar, conocido popularmente como "agua en los pulmones", ocurre cuando existe una acumulación de líquidos dentro de estos órganos; siendo, por esta razón, más comunes en personas con problemas en el corazón, como ocurre en la insuficiencia cardíaca congestiva, en la que el corazón no bombea la sangre correctamente y, por esto, va acumulándose en los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones, haciendo que se libere líquido en su parte interna. 

En estos casos, la flema liberada puede ser rojiza o rosada y presenta una ligera consistencia espumosa. Asimismo, otros síntomas comunes son dificultad para respirar, labios y dedos azulados, dolor en el pecho y frecuencia cardíaca acelerada. 

Qué hacer: el edema pulmonar es considerado una emergencia médica. Por lo tanto, en caso de que se tenga algún problema cardíaco y se sospeche de alguna alteración a nivel pulmonar, es muy importante acudir rápidamente al puesto de primeros auxilios para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, el cual es realizado mediante la hospitalización.

Conozca más sobre el tratamiento del edema pulmonar.

8. Embolia pulmonar

La embolia pulmonar es un problema grave que debe tratarse lo más rápido posible en el hospital. Generalmente ocurre debido a la presencia de un coágulo que impide el paso de sangre al pulmón causando la muerte de los tejidos afectados y dificultando la respiración. Por lo que además de la tos con sangre, es muy común sentir falta de aire, dedos azulados, dolor en el pecho y aumento del ritmo cardíaco. Vea qué otros síntomas pueden surgir y cómo se realiza el tratamiento.

Qué hacer: siempre que exista intensa falta de aire, acompañada de dolor en el pecho y tos es muy importante acudir rápidamente al hospital para ser evaluado y recibir el tratamiento adecuado.

9. Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón produce varios síntomas como pérdida de peso, tos reciente o crónica que puede contener sangre, dolor en el pecho e incluso cambios en la voz. Este tipo de cáncer es más común en personas mayores de 40 años que son fumadoras. Para su diagnóstico es necesario una muestra de tejido pulmonar o de la flema, además de exámenes de imagen como radiografía y tomografía. Conozca otros síntomas de cáncer en el pulmón.

Qué hacer: el éxito del tratamiento contra el cáncer es mayor cuanto más pronto se diagnostique. Por esto, siempre que haya síntomas que puedan indicar un problema pulmonar es muy importante consultar a un neumólogo para que realice los exámenes correspondientes e inicie el tratamiento de acuerdo a la etapa del cáncer, en caso de ser necesario.

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Cuándo acudir al médico

Se recomienda consultar un neumonólogo cuando el sangrado es excesivo, dura más de 3 días o está acompañado de otros síntomas como:

  • Orina o heces con sangre;
  • Dolor intenso en el pecho;
  • Mareos;
  • Fiebre por encima de 38ºC;
  • Dificultad para respirar.

Si sospecha que la situación es grave debe llamar para el número de emergencia o debe acudir a la emergencia hospitalaria para que la situación sea evaluada por un médico, el cual realizará exámenes de diagnóstico como rayos X, broncoscopia, tomografía computarizada o resonancia magnética para identificar la causa de la tos y la flema con sangre para poder indicar el tratamiento más adecuado. 

Tos con sangre en bebés y en niños

En los niños la causa más común es la presencia de pequeños objetos que se colocan en la nariz o en la boca y acaban yendo a parar en el pulmón causando tos seca y con vestigios de sangre. En este caso es común no haber mucha sangre envuelta pero es importante llevar al niño al hospital para que le realicen una radiografía de tórax para identificar la causa.

El médico también podrá usar un pequeño instrumento para observar los oídos, la nariz y la garganta del niño en busca de pequeños objetos como zarcillos, las maripositas de los zarcillos, maíz, guisantes, frijoles o juguetes que puedan haber sido introducidos en estos lugares. Dependiendo del objeto introducido y de su ubicación, puede ser retirado con una pinza y en los casos más graves, puede incluso ser necesaria una cirugía.

Otras causas, menos comunes, de tos con sangre en bebés y niños son enfermedades pulmonares o cardíacas, que deben ser diagnosticadas y tratadas por el pediatra. En caso de duda, debe ponerse en contacto con el pediatra.

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