Neumonía atípica: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en diciembre 2022

La neumonía atípica es una infección pulmonar causada por microorganismos menos comunes que los de la neumonía normal, donde se incluyen los virus, Mycoplasma pneumoniaeLegionella pneumophila o Chlamydophila pneumoniae. 

Este tipo de neumonía generalmente es contagioso a través del contacto con gotitas de saliva de una persona infectada, razón por la cual, es más común entre personas que comparten espacios pequeños, como ocurre con los presos o los militares, siendo una sospecha importante cuando toda la familia presenta los mismos síntomas.

Aunque sea conocida como una neumonía grave, la neumonía atípica tiene cura y su tratamiento puede realizarse en casa mediante reposo y el uso de antibióticos recetados por el médico o el neumólogo. Lo que ocurres es que, como es causada por otros tipos menos comunes de microorganismos, su tratamiento puede ser más difícil y lento, habiendo mayores probabilidades de complicaciones. 

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Principales síntomas

Los signos y síntomas de la neumonía atípica pueden ser un poco diferentes a los de la neumonía común, e incluyen: 

  • Fiebre baja constante;
  • Tos seca que empeora con el tiempo;
  • Catarro nasal;
  • Dificultad para respirar;
  • Dolor en el pecho;
  • Garganta inflamada;
  • Dolor en los músculos y en las articulaciones;
  • Cansancio fácil. 

Los síntomas de la neumonía atípica pueden demorar entre 3 a 10 días en aparecer y pueden ir empeorando a lo largo de varias semanas. 

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de una neumonía atípica generalmente es indicado mediante una evaluación por parte del médico, el cual va a analizar los síntomas y a determinar si existió contacto con otra persona que pudiese tener una infección respiratoria. 

Asimismo, el médico también evalúa signos de gravedad y solicita exámenes de sangre y una radiografía de tórax, especialmente para entender cuál es el tipo de neumonía, puesto que el patrón que aparece en el resultado de los rayos X y en los exámenes de sangre tienden a ser diferentes en el caso de las neumonías atípicas. 

Posibles causas

La neumonía atípica es causada por infección por bacterias como:

Estas bacterias se consideran atípicas, ya que la neumonía "normal" o "típica" es causada por diferentes microorganismos, especialmente la bacteria Streptococcus pneumoniae. Además, la radiografía de la neumonía atípica presenta alteraciones diferentes a la neumonía típica, así como los síntomas. Vea cómo identificar la neumonía típica.

Cómo se transmite y quién tiene mayor riesgo

La neumonía atípica es contagiosa, siendo fácilmente transmitida a través de gotitas de saliva contaminadas. De esta forma, es siempre importante cubrir la boca con un pañuelo o con una mascarilla al momento de estornudar o toser para evitar contaminar a otras personas con cualquier tipo de infección respiratoria. 

Como los síntomas de la neumonía atípica pueden demorar algunos días en aparecer, es posible que la persona pueda transmitir la enfermedad antes de confirmar el diagnóstico, especialmente si comienza teniendo crisis de tos o estornudos. De esta forma, las personas que viven en la misma casa o que están en contacto próximo tienen mayor riesgo de contagiarse y, por esta razón, deben también acudir al médico para saber si pueden estar infectadas e iniciar el tratamiento. 

Conozca algunos cuidados importantes para evitar contagiarse de neumonía

Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento de la neumonía atípica dura alrededor de 14 a 21 días y puede ser realizado en casa con la utilización de antibióticos, como Eritromicina, Azitromicina o Levofloxacino, recetados por el neumólogo o médico de emergencia. Puesto que la neumonía atípica es causada por microorganismos diferentes a los de la neumonía común, es posible que durante el tratamiento los antibióticos usados sean cambiados una o dos veces. 

Además, durante el tratamiento se recomienda:

  • Realizar nebulizaciones de acuerdo con las indicaciones del médico;
  • Evitar ir al trabajo o a la escuela;
  • Mantener reposo en casa;
  • Cubrir la boca con un pañuelo o una mascarilla para estornudar o toser;
  • Beber muchos líquidos, como agua, jugo natural o té;
  • Evitar cambios bruscos de temperatura.

Estos cuidados son importantes para evitar que la neumonía vuelva o se agrave, causando complicaciones como paro respiratorio, encefalitis o miocarditis, por ejemplo. 

Signos de agravamiento de la neumonía atípica

Los signos de que el tratamiento no está teniendo efecto incluyen el aumento de la fiebre por encima de 40º y el agravamiento de la dificultad para respirar, pudiendo generar una respiración rápida y movimiento de las alas de la nariz.

Frente a los signos de agravamiento, es importante acudir al hospital, puesto que puede ser necesario realizar nuevos exámenes, cambiar de antibióticos o permanecer hospitalizado para realizar fisioterapia respiratoria, recibir oxígeno o inyecciones de antibiótico vía intravenosa. 

Signos de mejoría de la neumonía atípica

Cuando el tratamiento está surtiendo efecto, generalmente surgen signos de mejoría del cuadro, como disminución de la fiebre en un período de hasta 4 días, disminución del cansancio y aumento de la facilidad para respirar. 

Pese a los signos de mejoría de la neumonía atípica, el tratamiento con medicamentos debe mantenerse hasta el final del antibiótico, evitando recaídas o que se agrave la neumonía. 

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