La miositis es una inflamación de los músculos que causa su debilidad, produciendo síntomas como dolor y debilidad muscular, y aumento de la sensibilidad de los músculos, lo que lleva a la dificultad para realizar algunas actividades como subir escaleras, levantar los brazos, permanecer de pie, caminar o levantar una silla, por ejemplo.
La miositis puede suceder debido a alteraciones genéticas o ser consecuencia de infecciones, siendo importante que el médico general o reumatólogo, sea consultado para que sea realizada una evaluación y pueda identificarse la causa de la inflamación muscular.
Este tipo de inflamación puede afectar cualquier región del cuerpo y, en algunos casos, el problema se resuelve con el uso de medicamentos y ejercicios para mantener la fuerza muscular. Sin embargo, en los casos de miositis crónica, el tratamiento ayuda a aliviar la molestia.
Principales síntomas
Los signos y síntomas asociados a la miositis generalmente incluyen:
- Debilidad muscular;
- Dolor constante en el músculo;
- Pérdida de peso;
- Fiebre;
- Irritación;
- Pérdida de la voz o voz gangosa;
- Dificultad para deglutir o respirar.
Estos síntomas pueden variar de acuerdo con el tipo y causa de la miositis, por lo que siempre que se sospeche de cansancio muscular anormal es importante consultar a un médico general o un reumatólogo para identificar el problema e iniciar el tratamiento adecuado.
Causas de miositis
La miositis puede suceder debido a alteraciones genéticas o del sistema inmunológico, en que el sistema inmune puede atacar al propio cuerpo, llevando a la inflamación de los músculos, y como consecuencia, el aparecimiento de los síntomas.
Asimismo, la miositis puede suceder por una infección causada por virus, parásitos o bacterias, o por efecto secundario de algunos medicamentos.
Tipos de miositis
La miositis puede dividirse en varios tipos de acuerdo con la causa. Algunos de estos son:
1. Miositis osificante traumática
La miositis osificante traumática, es una enfermedad genética rara en la cual los músculos, ligamentos y tendones gradualmente se van transformando en hueso, debido a traumas como fracturas o lesión muscular. Sus síntomas, normalmente, incluyen la pérdida de los movimientos en las articulaciones afectadas por la enfermedad, llevando a la incapacidad de abrir la boca, dolor, sordera o dificultades para respirar.
2. Miositis infantil
La miositis infantil afecta a los niños entre 5 y 15 años de edad. Su causa aún no se conoce, pero es una enfermedad que provoca debilidad muscular, lesiones rojizas en la piel y dolor generalizado que conlleva a la dificultad de subir escaleras, vestirse, peinarse o para deglutir.
3. Miositis infecciosa
La miositis infecciosa generalmente es provocada por una infección como gripe o, incluso, triquinosis, que es una infección que se produce por la ingestión de carne de cerdo o de animales silvestres cruda o mal cocida, causando síntomas como dolor muscular, debilidad muscular y en el caso de gripe, coriza y fiebre.
4. Miositis viral aguda
La miositis viral aguda es un tipo raro de la enfermedad que hace que los músculos se inflamen, debiliten y duelan. Los virus del VIH y de la gripe común pueden causar esta infección muscular. Los síntomas se desarrollan rápidamente y el paciente puede incluso ser incapaz de salir de la cama por el intenso dolor y debilidad durante la infección.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la miositis varía de acuerdo con la causa de la inflamación de los músculos y los síntomas, debiendo ser orientado por el reumatólogo o médico general. De esta manera, puede ser recomendado el uso de medicamentos corticoides, para aliviar la inflamación y controlar los síntomas, además del uso de medicamentos antivirales o antimicrobianos, en caso de que la miositis sea causada por una infección, o el uso de inmunosupresores, en caso de que enfermedad autoinmunitaria.
En el caso de que la miositis sea de origen genético o inmunitario, es fundamental que el médico sea consultado de manera regular para que sea realizado el acompañamiento de la enfermedad y sea posible mejorar la calidad de vida de la persona. En algunos casos, puede ser también recomendada la realización de fisioterapia para aliviar el dolor y malestar muscular.
