11 funciones del hígado (y enfermedades más comunes)

El hígado es uno de los órganos del aparato digestivo y su función principal es metabolizar y almacenar los nutrientes provenientes de la digestión de los alimentos. Además, participa en la producción de energía y proteínas, en la eliminación de toxinas del organismo y en la producción de bilis.

Se localiza en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo del diafragma y por encima del estómago, el riñón derecho y los intestinos. Mide aproximadamente 20 cm de largo, pesa alrededor de 1,5 kg en los hombres y 1,2 kg en las mujeres, y está compuesto por cuatro lóbulos: derecho, izquierdo, caudado y cuadrado.

Existen diversas enfermedades que pueden afectar la salud del hígado, como la hepatitis, el hígado graso o la cirrosis. Por este motivo, es importante consultar a un médico general o a un hepatólogo en caso de que aparezcan síntomas como dolor en la parte superior derecha del abdomen o coloración amarilla en la piel y/o en los ojos, ya que pueden indicar alguna afección hepática. Vea los principales síntomas que pueden indicar un problema hepático.

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Principales funciones

Las principales funciones del hígado son:

1. Metabolismo, almacenamiento y liberación de glucosa

El hígado se encarga de procesar la glucosa proveniente del metabolismo de los carbohidratos a nivel intestinal, con el objetivo de producir la energía necesaria para el funcionamiento del organismo.

Cuando hay un exceso de glucosa, esta se almacena en el hígado en forma de glucógeno, lo que permite regular los niveles de azúcar en la sangre y mantener una reserva energética que puede ser utilizada en situaciones de mayor demanda, como durante una actividad física de alta intensidad.

Además, el hígado desempeña un papel clave en el control de la glucemia, ya que cuando los niveles de azúcar en sangre aumentan, este órgano retira el exceso y lo convierte en glucógeno.

En condiciones de ayuno prolongado o cuando las reservas de glucógeno hepático se agotan, el hígado es capaz de producir glucosa a partir de otras moléculas, como ácidos grasos o aminoácidos, a través de un proceso llamado gluconeogénesis.

También puede transformar otros azúcares, como la galactosa y la fructosa, en glucosa para que sean utilizadas como fuente de energía.

2. Digestión de las grasas

El hígado participa en la digestión de las grasas y de las vitaminas liposolubles (A,D,E y K) provenientes de los alimentos, debido a que se encarga de la producción de la bilis, una sustancia que se almacena en la vesícula biliar y es liberada al intestino ante la presencia de grasas para facilitar su digestión y absorción. 

Además de esto, la bilis también se encarga de eliminar el exceso de colesterol del organismo y de algunas sustancias tóxicas, y debido a su color amarillo verdoso, le da el color característico a las heces.

3. Producción de proteínas

El hígado también se encarga de regular el metabolismo de los aminoácidos y las proteínas, produciendo sustancias como la albúmina, la principal proteína de la sangre y una de las más abundantes del organismo.

La albúmina cumple funciones esenciales, como regular el volumen sanguíneo, distribuir los fluidos corporales y transportar diversas sustancias a través del torrente sanguíneo, entre ellas bilirrubina, hormonas, vitaminas, enzimas, metales, iones y algunos medicamentos.

Además de la albúmina, el hígado produce otras proteínas importantes, como la transferrina, que se encarga de transportar el hierro y almacenarlo en forma de ferritina, para ser utilizado por los glóbulos rojos y la médula ósea en la producción de eritrocitos.

Otra proteína clave es el fibrinógeno, fundamental para el proceso de coagulación sanguínea.

Estas funciones reflejan la importancia del hígado en el mantenimiento del equilibrio bioquímico del cuerpo y en la prevención de trastornos como la anemia o las hemorragias.

4. Eliminación de toxinas

El hígado desempeña un papel importante en la protección del organismo contra sustancias tóxicas como el alcohol, por ejemplo, por tener la capacidad de filtrar la sangre, removiendo toxinas que son enviadas para los riñones y eliminadas a través de la orina.

5. Producción de colesterol

El hígado produce colesterol a partir de alimentos ricos en grasas, que luego son transportados en la sangre por moléculas llamadas lipoproteínas, como LDL y HDL.

El colesterol es necesario para el funcionamiento normal del organismo, participando en la producción de vitamina D y de hormonas como la testosterona y el estrógeno, y para la producción de ácidos biliares que disuelven la grasa, además de estar presente en la membrana de todas las células del organismo.

6. Almacenamiento de vitaminas y minerales

El hígado almacena vitaminas A, B12, D, E y K, que se absorben a través de los alimentos y luego se distribuyen por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo. Estas vitaminas son esenciales para el crecimiento y desarrollo del tejido cutáneo, el fortalecimiento del sistema inmunológico, la salud ocular, así como para mantener huesos y dientes fuertes.

Además, el hígado también almacena minerales como el hierro y el cobre, que son fundamentales para diversas reacciones químicas en el organismo, entre ellas:

  • La producción de energía, que mantiene la función celular;
  • La síntesis de proteínas como el colágeno y la elastina;
  • La prevención de la formación de radicales libres;
  • Y la producción de proteínas específicas del hígado.

Estas funciones demuestran la importancia del hígado no solo en el metabolismo de los nutrientes, sino también en la regulación de procesos vitales que afectan directamente a la salud general del organismo.

7. Destrucción de los glóbulos rojos

El hígado participa constantemente en la destrucción de los glóbulos rojos, también llamados eritrocitos, que viven en promedio 120 días.

Cuando estas células son viejas o anormales, el hígado digiere los glóbulos rojos y libera el hierro contenido en esas células en el torrente sanguíneo, de manera que la médula ósea se encargue de producir más glóbulos rojos.

8. Regulación de la coagulación sanguínea

El hígado participa en la regulación de la coagulación sanguínea, aumentando la absorción de vitamina K a través de la producción de bilis, además de almacenar esta vitamina en sus células, que es fundamental para la activación de las plaquetas que favorecen la coagulación sanguínea.

9. Transformación de amonio en urea

El hígado transforma el amoníaco, que proviene del metabolismo de las proteínas de la dieta, y que es tóxico para el organismo en urea, lo que permite que esta sustancia se elimine a través de la orina.

10. Metabolismo de medicamentos

El hígado es el principal órgano que metaboliza los medicamentos, el alcohol y las drogas, ya que produce enzimas que degradan e inactivan estas sustancias, favoreciendo su eliminación a través de la orina o las heces.

Esta función del hígado es importante para prevenir la intoxicación por este tipo de sustancias, pero también puede ser importante para activar ciertos medicamentos, como el omeprazol o la capecitabina, que necesitan ser metabolizados por el hígado para ejercer su efecto.

11. Destrucción de microorganismos

El hígado posee células de defensa, llamadas células de Kupffer, las cuales son capaces de destruir microorganismos como virus o bacterias que pueden ingresar al hígado a través del intestino y causar enfermedades.

Además, estas células también tienen a capacidad de resistir infecciones creando factores inmunológicos y eliminando bacterias del torrente sanguíneo.

Principales enfermedades del hígado

Las principales enfermedades que pueden afectar el hígado son:

1. Hígado graso 

El hígado graso, conocido científicamente como esteatosis hepática, se produce cuando hay una acumulación de grasa en el hígado. Esto suele estar relacionado con el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, una alimentación poco saludable o la presencia de enfermedades como la obesidad, la diabetes y el colesterol elevado.

En sus etapas iniciales, el hígado graso no suele causar síntomas; sin embargo, en fases más avanzadas puede provocar dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio, malestar general, náuseas y vómitos, entre otros.

El tratamiento se basa principalmente en cambios en la alimentación y en el estilo de vida, así como en el control de las enfermedades que puedan haber contribuido a la acumulación de grasa en el hígado. Vea cómo debe ser la dieta para el hígado graso.

Vea en el siguiente video los alimentos que deben priorizarse en la dieta para el hígado graso:

7 mejores alimentos para limpiar el HÍGADO GRASO

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2. Hepatitis

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede producirse como consecuencia de una infección por los virus de la hepatitis A, B, C, D o E.

Sin embargo, también es común en personas que abusan del alcohol, ciertos medicamentos o drogas. Además, algunas enfermedades autoinmunes y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar hepatitis.

Los síntomas más comunes incluyen la coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia), y el tratamiento dependerá de la causa que haya originado la inflamación hepática. Vea los diferentes tipos de hepatitis y cómo se realiza el tratamiento.

3. Cirrosis

La cirrosis es una enfermedad en la que se produce la destrucción permanente de las células hepáticas, provocando que estas sean reemplazadas por tejido fibroso, como si se tratara de una cicatriz, dificultando el funcionamiento de este órgano.

Lea también: Cirrosis hepática: síntomas, causas y tratamiento tuasaude.com/es/cirrosis-hepatica

Esta situación se produce debido a la acumulación de toxinas, la ingesta crónica o abusiva de medicamentos y alcohol, malos hábitos alimentarios que generan hígado graso o por enfermedades como la hepatitis, por ejemplo. 

Esta enfermedad suele ser asintomática cuando se encuentra en la etapa inicial, pero en casos más avanzados puede causar dolor en el abdomen, orina oscura o heces blanquecinas, por ejemplo, y si no es debidamente controlada podría ocasionar una insuficiencia hepática. Conozca cómo se realiza el tratamiento de la cirrosis hepática

4. Insuficiencia hepática

La insuficiencia hepática es una enfermedad en la que el hígado deja de cumplir sus funciones debido al daño progresivo y recurrente de sus células.

Este daño puede estar provocado por el uso prolongado de ciertos medicamentos o drogas, así como por enfermedades como la hepatitis, la cirrosis, el hígado graso, el cáncer o trastornos autoinmunes.

Esta condición puede dar lugar a una serie de complicaciones graves, como alteraciones en la coagulación, edema cerebral, infecciones pulmonares o insuficiencia renal.

En la mayoría de los casos, el tratamiento consiste en un trasplante de hígado, especialmente cuando el daño es avanzado y el órgano ya no puede recuperarse.

5. Cáncer

El cáncer de hígado es un tipo de tumor maligno que cuando está en una fase inicial puede no presentar síntomas, pero a medida que le enfermedad progresa puede surgir dolor a nivel abdominal, pérdida de peso sin razón aparente, distensión abdominal y piel u ojos amarillentos.

El tratamiento debe ser indicado por el oncólogo, el cual puede indicar la realización de una cirugía, de quimioterapia o un trasplante de hígado. 

Lea también: Trasplante de hígado: cuándo se indica y cómo se realiza tuasaude.com/es/trasplante-de-higado

Este tipo de cáncer puede surgir por antecedentes familiares, alcoholismo, cirrosis, hepatitis o por la inhalación de productos químicos como el cloruro de vinilo o la ingestión de arsénico. Vea cómo identificar los síntomas del cáncer hepático

Test online de enfermedades en el hígado

Para saber si puede tener alguna enfermedad hepática, marque los signos que presenta en la lista a continuación: 

  1. 1. Dolor en la región superior derecha de la barriga
  2. 2. Náuseas y mareos frecuentes
  3. 3. Dolor de cabeza frecuente
  4. 4. Cansancio fácil y sin razón aparente
  5. 5. Facilidad de que aparezcan hematomas
  6. 6. Color amarillenta en los ojos y en la piel
  7. 7. Orina oscura
  8. 8. Pérdida del apetito
  9. 9. Heces amarillentas, grisáceas o blanquecinas
  10. 10. Barriga hinchada
  11. 11. Comezón en todo el cuerpo

Este teste es solo una herramienta de orientación y no tiene como objetivo dar un diagnóstico ni sustituir la consulta con un psiquiatra.

Lea también: Enfermedades del hígado: qué son, síntomas, tipos y tratamiento tuasaude.com/es/enfermedades-del-higado

Cómo saber si tiene un problema en el hígado

Aunque es un órgano resistente, el hígado puede verse afectado por diversos problemas. En muchos casos, la persona no presenta síntomas evidentes, y las alteraciones hepáticas se detectan únicamente a través de análisis de sangre rutinarios, en los que se evalúan enzimas como ALT, AST, GGT, fosfatasa alcalina y bilirrubina.

Además, también es posible identificar problemas en el hígado mediante pruebas de imagen, como una ecografía o una tomografía abdominal. Conozca cuáles son los exámenes que evalúan la función hepática

Cuándo acudir al médico

Algunos síntomas que pueden indicar una enfermedad en el hígado y que requieren atención médica lo antes posible incluyen:

  • Alteraciones en la piel y mucosas: coloración amarillenta en la piel o los ojos (ictericia), picazón en el cuerpo y aparición de hematomas sin causa aparente.
  • Síntomas digestivos: dolor abdominal, náuseas o vómitos (con o sin sangre), sensación de llenura tras comer poco, pérdida del apetito y pérdida de peso inexplicada.
  • Cambios en las heces y la orina: orina oscura y heces claras o blanquecinas.
  • Síntomas generales: cansancio excesivo, hinchazón abdominal y fiebre.

En estos casos, el médico puede solicitar análisis de sangre o pruebas de imagen para identificar la causa del problema y recomendar el tratamiento más adecuado.

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