Equinácea: qué es, para qué sirve y propiedades

Evidencia científica

La equinácea es una planta medicinal que sirve para ayudar en el tratamiento de la gripe, resfriados, ansiedad o eccema, ya que tiene propiedades antiinflamatorias, antialérgicas e inmunomoduladoras. 

El nombre científico de esta planta es Echinacea spp. y las especies más conocidas son Echinacea purpurea y Echinacea angustifolia. Las partes más utilizadas son la raíz y las hojas, que pueden emplearse en forma de té, gotas, compresas o cápsulas.

Esta planta se puede encontrar en farmacias, tiendas de productos naturales o herbolarios, pero debe ser utilizada bajo orientación de un médico o un profesional de la salud con experiencia en el uso de plantas medicinales.

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Este contenido tiene fines informativos y no reemplaza la orientación médica. No interrumpa ningún tratamiento sin la debida asesoría.
Flor de equinácea

Para qué sirve y beneficios

La equinácea presenta varios beneficios para la salud, tales como:

1. Fortalecer el sistema inmunológico

La equinácea contiene alcamidas, polisacáridos, glicoproteínas y derivados del ácido cafeico, compuestos con propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras.

Gracias a estas propiedades, puede fortalecer el sistema inmunológico, ayudando a prevenir y combatir infecciones respiratorias como gripe, resfriado, sinusitis u otitis.

Además, también puede ser útil en el tratamiento de infecciones urinarias o pélvicas recurrentes, así como en casos de candidiasis o herpes labial.

2. Combatir la inflamación

La equinácea tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a disminuir la inflamación y la hinchazón, por lo que puede ser útil como apoyo en el tratamiento del dolor de muela o de la inflamación en las encías.

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3. Ayudar en la cicatrización de la piel

La equinácea tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, y puede aplicarse sobre la piel para ayudar a cicatrizar heridas superficiales o combatir infecciones como abscesos y forúnculos.

Además, también puede usarse en problemas de la piel como eccema, quemaduras o intoxicaciones provocadas por picaduras de araña o mordeduras de serpiente.

4. Disminuir la ansiedad

La equinácea contiene alcamidas, ácido rosmarínico y ácido cafeico, compuestos que pueden unirse a los receptores cannabinoides del cerebro y ayudar a disminuir la ansiedad.

Sin embargo, aún se necesitan más estudios para confirmar este efecto.

Además, es importante tener en cuenta que la equinácea no reemplaza el tratamiento médico indicado por el psiquiatra para la ansiedad. Vea cómo se realiza el tratamiento de la ansiedad.

5. Ayudar a controlar la glucemia

Algunos estudios en laboratorio con células han mostrado que la equinácea podría ayudar a reducir el azúcar en la sangre, ya que puede bloquear enzimas que digieren los carbohidratos.

Además, esta planta podría hacer que las células respondan mejor a la insulina, lo cual sería útil para controlar la diabetes.

Sin embargo, la equinácea no reemplaza el tratamiento médico para la diabetes, y aún se necesitan estudios en personas que confirmen estos efectos.

6. Auxiliar en el combate al cáncer

Algunos estudios de laboratorio realizados con células de cáncer de páncreas e intestino muestran que el ácido chicórico, presente en la equinácea, puede ayudar a disminuir la proliferación o aumentar la muerte de estas células cancerígenas.

Sin embargo, todavía se necesitan estudios en humanos que confirmen este posible beneficio.

Propiedades de la equinácea

La equinácea presenta propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antivirales, gracias a la presencia de compuestos como alcamidas, polisacáridos y flavonoides.

Estos componentes contribuyen al fortalecimiento del sistema inmunológico, favorecen la recuperación ante infecciones respiratorias como resfriados y gripe, y pueden apoyar en la cicatrización de heridas.

Por lo general, su uso se considera seguro cuando se emplea por periodos cortos y bajo supervisión médica.

Sin embargo, su eficacia puede variar entre diferentes presentaciones, y no se recomienda su uso prolongado ni en personas con antecedentes de enfermedades autoinmunes o alergias conocidas.

Cómo usar

Las partes de la equinácea que se utilizan con fines medicinales son las hojas, las raíces y las semillas, ya que de ellas se extraen las sustancias activas. Estas pueden emplearse para preparar té, compresas, cápsulas o tintura.

1. Té de Equinácea

El té de equinácea es una excelente opción para tomar en casos de gripe y resfriados, ya que alivia los síntomas como tos y escurrimiento nasal.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de raíz u hojas de equinácea;
  • 1 taza de agua hirviendo.

Modo de preparación

Colocar 1 cucharadita de raíz u hojas de equinácea en una taza de agua hirviendo. Dejar reposar por 15 minutos, colar y beber 2 veces al día. Conozca otras opciones naturales para la gripe y el resfriado.

2. Equinácea en gotas

La equinácea en gotas puede emplearse como apoyo en el tratamiento de gripes, resfriados o infecciones respiratorias leves, especialmente si se inicia su uso en las primeras fases de los síntomas.

En adultos, la dosis habitual es de 20 a 30 gotas diluidas en un poco de agua, de 2 a 3 veces al día.

Este formato debe administrarse por vía oral y, según la formulación, puede incluir otros ingredientes naturales como el propóleo.

Dado que la concentración del extracto puede variar entre productos, se recomienda seguir siempre las indicaciones del médico o fitoterapeuta.

3. Comprimidos o cápsulas

La equinácea en cápsulas o comprimidos puede emplearse para prevenir infecciones o ayudar en el tratamiento de gripes, resfriados o infecciones urinarias, por ejemplo.

En adultos la dosis recomendada es:

  • Cápsulas de equinácea 200 mg: 1 cápsula, 2 a 3 veces al día;
  • Comprimidos de equinácea 200 mg: 1 comprimido, 2 a 3 veces al día.

Tanto las cápsulas como los comprimidos deben ingerirse por vía oral y son más eficaces cuando se administran al inicio de los primeros síntomas.

Es importante que la dosis sea indicada de forma individual por un médico o fitoterapeuta.

4. Compresas de equinácea

La equinácea también puede usarse en la piel, aplicando una pasta hecha a base de raíces y hojas de equinácea.

Ingredientes

  • Hojas y raíces de equinácea;
  • Paño humedecido con agua caliente.

Modo de preparación

Triturar las hojas y raíces de equinácea con un mortero hasta formar una pasta. Luego, aplicar sobre la zona afectada de la piel usando un paño humedecido con agua tibia.

5. Extracto de equinácea con propoleo

El extracto de propóleo con equinácea es una combinación natural que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, gracias a sus propiedades antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias.

Diversos estudios sugieren que su uso puede contribuir a prevenir infecciones respiratorias y reducir la duración de los síntomas en casos leves de gripe o resfriado.

Esta combinación se encuentra en presentaciones como gotas, cápsulas o soluciones orales, y suele considerarse segura cuando se utiliza de forma ocasional y bajo la orientación de un profesional de la salud. Sin embargo, no se recomienda en personas alérgicas a productos derivados de las abejas o a otras plantas medicinales.

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¿La equinácea sube la tensión?

La equinácea no suele elevar la presión arterial en personas sanas, según varios estudios.

Sin embargo, en casos muy raros puede causar efectos leves, por lo que se recomienda que quienes tienen hipertensión o enfermedades crónicas consulten con su médico antes de usarla.

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Efectos secundarios

Los efectos secundarios más comunes de la equinácea incluyen síntomas leves como náusea, vómito, dolor de estómago, diarrea, fiebre, dolor de garganta, dolor muscular, dolor de cabeza, mareos, confusión, insomnio y sabor desagradable en la boca.

Además, algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas, incluyendo picazón o un empeoramiento de crisis asmáticas. Conozca los síntomas de las reacciones alérgicas.

Ante la aparición de cualquier efecto secundario tras el uso de esta planta, se recomienda suspender su consumo y consultar a un médico especialista en fitoterapia.

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Contraindicaciones 

La equinácea no debe usarse en las siguientes situaciones:

  • Niños;
  • Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia;
  • Esclerosis múltiple;
  • Enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, lupus o psoriasis;
  • Tuberculosis, leucemia o enfermedades del colágeno.

Además, la equinácea no debe usarse en personas con VIH o SIDA o que tomen medicamentos inmunosupresores.

Esta planta también está contraindicada en personas con alergia a esta planta medicinal o a otras plantas de la familia Asteraceae, como margarita, crisantemo, ajenjo o girasol, por ejemplo.

Por contener alcohol, la tintura de equinácea no debe ser utilizada por personas en tratamiento por alcoholismo o que tomen el medicamento disulfiram.