Eczema: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en abril 2023

El eczema o eccema es un tipo de dermatosis que se caracteriza por la inflamación aguda o crónica de la piel, lo que da como resultados síntomas como resequedad, comezón, hinchazón, ampollas y enrojecimiento de la piel, pudiendo ocurrir en cualquier persona y a cualquier edad; no obstante, es más frecuente en los niños. 

Existen varios tipos de eczema que son causados por diversos factores, como alergias a medicamentos o a sustancias que puedan haber entrado en contacto con la piel, cambios de temperatura del ambiente, o debido al estrés, por ejemplo. 

El tratamiento del eczema es realizado por el dermatólogo, pudiendo ser indicado el uso de hidratantes, medicamentos corticosteroides, antihistamínicos o inmunosupresores, terapia biológica o fototerapia, por ejemplo, siendo también importante identificar el factor responsable por el surgimiento de los síntomas. 

Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

Los principales síntomas de eczema incluyen:

  • Piel reseca;
  • Descamación de la piel, debido a la resequedad;
  • Comezón intensa;
  • Hinchazón de la piel;
  • Enrojecimiento;
  • Ampollas en la piel, que pueden romperse y liberar un líquido;
  • Formación de heridas en la piel, debido al acto de rascarse constantemente;
  • Cambio de color en un área de la piel, la cual puede tornarse más clara o más oscura de lo normal. 

En la fase crónica del eczema, las ampollas comienzan a secarse y se forman costras y, además, también puede observarse un aumento del espesor de la piel en la zona.

En los bebés y niños, el eczema es más común en las mejillas, brazos y piernas, y en los adultos, los síntomas pueden surgir en cualquier parte del cuerpo.

Los síntomas pueden variar de acuerdo con la causa y el tipo de eczema, por lo que siempre debe ser evaluado por un dermatólogo, el cual puede indicar el tratamiento más adecuado con el objetivo de aliviar los síntomas y de evitar infecciones en la piel. 

Cómo es realizado el diagnóstico

El diagnóstico del eczema es realizado por el dermatólogo mediante la evaluación de los síntomas, así como su inicio y la frecuencia en la cual ocurren, los antecedentes de salud y un examen físico en el que son observadas las características de las lesiones de la piel. 

Por lo general, no son necesarios exámenes para confirmar el diagnóstico del eczema; sin embargo, el médico puede indicar la realización de pruebas de alergia, con la finalidad de identificar el factor responsable por el eczema. Vea cómo se realiza la prueba de alergia

Causas del eczema

Las causas del eczema aún no están muy claras; no obstante, se cree que puede ocurrir debido a una combinación de factores genéticos y ambientales, los cuales ocasionan alteraciones en la barrera protectora de la piel o en el funcionamiento del sistema inmunitario. 

Entre los principales factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollo de eczema se incluyen:

  • Antecedentes familiares de eczema o dermatitis;
  • Antecedentes familiares de alergias, asma o rinitis alérgica;
  • Calor o frío extremos;
  • Baja o alta humedad en el aire;
  • Sudor;
  • Alergia a los ácaros, al moho o al polen;
  • Plantas o pelos de animales;
  • Productos de limpieza, como detergente o jabón de lavar ropa;
  • Polvo o polución;
  • Ropa, cinturones, bisutería o algunos tipos de tejido, como lana o jeans;
  • Medicamentos, como antibióticos, fenitoína, carbamazepina o lamotrigina;
  • Alimentos, como cacahuates, lácteos, huevo o soya;
  • Materiales, como látex o caucho;
  • Productos de belleza y cosméticos, maquillaje, perfume, champú, desodorante, gel de baño, jabón, cera o crema depilatoria;
  • Estrés o ansiedad;
  • Depresión.

Asimismo, el eczema también puede surgir debido a cambios hormonales del ciclo menstrual o del embarazo. 

Tipos de eczema

El eczema puede clasificarse en diferentes tipos de acuerdo con su causa, siendo los más comunes:

  • Eczema de contacto o dermatitis de contacto: ocurre debido al contacto con un objeto o una sustancia irritante o alergénica, lo que desencadena una respuesta exagerada del sistema inmunitario;
  • Eczema de estasis o dermatitis de estasis: se produce cuando hay una alteración en la circulación de la sangre en la zona, manifestándose principalmente en las piernas;
  • Eczema o dermatitis medicamentosa: ocurre cuando la persona utiliza algún medicamento que conduce al desarrollo de una reacción alérgica que resulta en la manifestación de un eczema;
  • Eczema atópico o dermatitis atópica:está normalmente relacionado con asma y rinitis, y los síntomas suelen aparecer en la cara y en los pliegues de los brazos y piernas, además de causar comezón intensa;
  • Eczema numular o dermatitis numular: la causa aún no está del todo descrita; sin embargo, en algunas situaciones puede estar relacionada con una resequedad excesiva de la piel debido al frío o a un clima seco, por ejemplo. Este tipo de eczema se caracteriza por la presencia de manchas rojas y redondas en la piel que producen comezón.
  • Eczema dishidrótico o dishidrosis: puede surgir debido a alergias de la piel, humedad excesiva en las manos o en los pies y aumento del estrés físico o emocional, lo que ocasiona la aparición de pequeñas ampollas llenas de líquido en la palma de las manos, en los laterales de los dedos o en la planta de los pies. 

En los niños, el eczema suele aparecer después de los 3 meses, pudiendo durar hasta la adolescencia.

Cuál es el tratamiento

El tratamiento del eczema debe ser indicado por el dermatólogo de acuerdo con el tipo de eczema, la gravedad de los síntomas y la edad de la persona, y tiene como objetivo aliviar los síntomas y evitar que vuelvan a surgir, pues esta condición no tiene cura. 

De esta manera, los principales tratamientos que pueden ser indicados por el médico incluyen:

1. Hidratantes

El uso de hidratantes neutros y sin perfume, los cuales poseen mayor cantidad de aceites, pueden ser indicados debido a que ayudan a retener y a mantener la humedad y a calmar la piel, reduciendo los síntomas del eczema y previniendo el surgimiento de nuevas crisis. 

2. Medicamentos

En ciertos casos, dependiendo de la intensidad de los síntomas, el médico puede indicar el tratamiento con medicamentos, entre los cuales se incluyen:

  • Cremas o pomadas con corticosteroides, como la betametasona o la dexametasona;
  • Corticosteroides en forma de comprimidos, como la prednisona o la prednisolona;
  • Antihistamínicos orales, como la difenhidramina o la hidroxicina;
  • Pomadas inmunosupresoras, como el pimecrolimus o el tacrolimus;
  • Inmunosupresores en forma de comprimidos, como la ciclosporina, la azatioprina, el micofenolato o el metotrexato;
  • Terapia biológica, como el dupilumab en forma de inyección.

En ciertos casos, el médico también puede indicar el uso de antibióticos para prevenir o tratar infecciones en la piel. 

3. Fototerapia

La fototerapia con radiación ultravioleta A o B (UVA o UVB) puede ser indicada por el médico para el eczema moderado que no mejoró con otros tratamientos, pues ayuda a reducir la inflamación de la piel y presenta pocos efectos secundarios en relación con otros tratamientos. 

La fototerapia puede ser empleada junto con un medicamento tópico u oral denominado psoraleno, siendo este tratamiento conocido como "PUVA", el cual consiste en tomar el psoraleno o aplicarlo en la piel en forma de pomada, y dos horas después exponer a la radiación ultravioleta el área que será tratada.

Cuidados diarios

Algunos cuidados diarios son importantes para evitar el empeoramiento de los síntomas o incluso para prevenir que estos aparezcan nuevamente, siendo recomendado lo siguiente:

  • No tomar baños muy calientes y prolongados, pues resecan la piel;
  • Secar la piel luego de bañarse, con una toalla suave, limpia y seca y sin restregar la toalla con fuerza en la piel;
  • Aplicar el hidratante recomendado por el médico diariamente luego del baño, con la piel aún húmeda;
  • Evitar rascarse la zona afectada de la piel;
  • Usar jabones y detergentes neutros, para evitar irritación de la piel;
  • Evitar aplicar perfume o lociones perfumadas en la piel;
  • Evitar el contacto con sustancias que puedan provocar o empeorar los síntomas;
  • Usar ropa de algodón, evitando aquella elaborada con tejidos sintéticos;
  • Evitar usar ropa apretada y con textura áspera;
  • Usar un humidificador de ambiente, cuando el clima esté muy seco o frío;
  • Evitar ambientes muy calientes que favorezcan la sudoración. 

Es importante que estos cuidados mencionados sean continuados incluso cuando los síntomas del eczema desaparecen, con el objetivo de evitar que la piel se reseque en exceso y el surgimiento de nuevas crisis.