Dieta libre de gluten y caseína para el autismo

Actualizado en noviembre 2023
Evidencia científica

La dieta libre de gluten y caseína se cree que podría ayudar a mejorar significativamente los hábitos intestinales, la salud general, los patrones de sueño, la concentración y la comunicación social en personas y niños con trastorno del espectro autista (TEA), siendo una de las terapias dietéticas más investigadas en este ámbito. 

Esta dieta consiste en retirar alimentos ricos en gluten, como el trigo, la cebada y el centeno, y aquellos ricos en caseína, que incluyen la leche y sus derivados. Además, en algunos casos también es posible que sea necesario reducir el consumo de azúcares y de fructosa, así como de otros alimentos que puedan ocasionarle alergia o sensibilidad al niño.

Es importante destacar que los estudios sobre el beneficio de esta dieta en personas con TEA no son concluyentes, pues no todos poseen el organismo sensible al gluten y a la caseína. Por este motivo, se debe acudir a un nutricionista especializado en el área, ya que este tipo de intervención lleva tiempo y requiere que se realice una evaluación de diversos parámetros nutricionales para determinar con exactitud cuál será la dieta más favorable. 

Imagem ilustrativa número 1

Alimentos a evitar

Los alimentos a evitar son:

1. Alimentos con caseína

La caseína es la proteína presente en la leche y en sus derivados como el queso, yogur, el cuajo, crema de leche, leche condensada, mantequilla y todas las preparaciones culinarias que usen estos ingredientes. 

Además de esto, algunos ingredientes utilizados por la industria también pueden contener caseína como el caseinato, fermento lácteo y el suero de leche, siendo importante verificar el rótulo de los alimentos antes de comprar un producto industrializado. Conozca cuáles son los alimentos que contienen caseína.

Como la dieta limita el consumo de los lácteos y derivados, la ingesta de calcio debe provenir de otros alimentos, que incluyen bebidas vegetales de almendra o de arroz, por ejemplo, el brócoli, almendras, berro, linaza, nueces, albahacas, espinacas, garbanzos, entre otros y, en caso de ser necesario, el nutricionista podrá indicar un suplemento de calcio para cubrir sus necesidades diarias. Vea otras fuentes alimenticias de calcio.

2. Alimentos con gluten

El gluten es una proteína que se encuentra presente en el trigo, la cebada y el centeno, cuya ingestión puede provocar irritación a nivel intestinal, generando síntomas como diarrea, dolor e inflamación abdominal. Por este motivo es importante retirar de la dieta alimentos como: 

  • Pan, tostadas, galletas, bizcochos, pastas, tortas, pasteles;
  • Cerveza, pizza, chucherías, perro caliente, hamburguesas;
  • Germen de trigo, bulgur, sémola de trigo;
  • Quesos, ketchup, mayonesa, salsa de soya;
  • Salchicha, aderezos industrializados;
  • Cereales, barras de cereales, jarabes y algunos medicamentos;
  • Salsas blancas;
  • Sopas deshidratadas o aderezos listos.
  • Cualquier alimento que se prepare a base de cebada, centeno y trigo.

La harina de maíz y la avena pueden contener trazas de gluten, debido a que estos alimentos pueden procesarse en lugares donde también se procesa la harina de trigo, centeno o la cebada. Por este motivo, es muy importante leer el etiquetado nutricional antes de comprarlos, pues deberán indicar "libre de gluten" o "gluten free". Conozca cuáles son los alimentos que no contienen gluten.

Es importante leer la etiqueta nutricional de los productos alimenticios para ver si contienen gluten o no. 

3. Azúcares

Asociada a la dieta libre de gluten y de caseína, es posible que se deban restringir los alimentos que promueven el crecimiento de hongos y levaduras. Por este motivo, es importante evitar el consumo de azúcar de mesa, así como de productos industrializados que lo contengan.

Para identificar el azúcar es importante leer el etiquetado nutricional, pues este puede verse reflejado en otros nombres, como por ejemplo: jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), dextrosa, fructosa, glucosa, syrup o jarabe de maple, miel, sacarosa, maltosa, malta, lactosa, azúcar morena, azúcar mascabo, jarabe de maíz o jugo de fruta concentrado.

Este tipo de azúcares se fermentan en el intestino y crean un sobrecrecimiento de los microorganismos allí presentes, siendo más propensos a sufrir candidiasis y disbiosis.

Además de esto, el nutricionista suele indicar un análisis de alergia alimentaria, donde se verifica si el niño es alérgico a otros alimentos y, en aquellos que den positivos para alergia, también son excluidos de la dieta, debido a que causan inflamación de la mucosa intestinal.

Qué puede comer

En la dieta libre de gluten y caseína para el autismo se puede ingerir:

  • Alimentos vegetales y frutas bajas en azúcares como la mandarina, naranja, fresas, kiwi, manzana, frambuesas y moras;
  • Carbohidratos sin gluten, como papa, batata o camote, arroz, maíz, cuscús, frijoles, garbanzos, quinoa, lentejas, trigo sarraceno y amaranto;
  • Grasas, como coco, aceite de oliva, aguacate, mantequilla de cacahuate o de anacardo y semillas de chía, linaza y sésamo;
  • Frutos secos como almendras, nueces, cacahuates, nuez de Brasil, pistachos y anacardos (en caso presente alergia a estos alimentos deben ser evitados);
  • Proteínas, como carnes rojas, pollo y pavo. En el caso de los pescados, lo ideal es que se consuman los de pequeño tamaño porque contienen menos niveles de mercurio que los grandes. 

La harina de trigo puede sustituirse por otras harinas sin gluten como la de linaza, almendras, coco, garbanzo, amaranto, lenteja, maíz, arroz, yuca, tapioca o trigo sarraceno, por ejemplo. En el caso de la pasta, existe en el mercado la pasta preparada a base de maíz, de garbanzo, de lentejas y de guisantes, por ejemplo.

En el caso de la leche y sus derivados, puede ser sustituido por leches vegetales como leche de coco, de arroz, de quinoa y de almendras, así como por las versiones vegetarianas de los quesos, como el tofu y el queso de almendras.

Cómo realizar la dieta libre de gluten y de caseína

Por lo general, el inicio de la dieta es progresivo, debiendo eliminarse los alimentos ricos en gluten y caseína lentamente de la dieta e ir introduciendo poco a poco los nuevos alimentos, 1 cada 3 o 7 días, por ejemplo. Además, por ser una dieta de alto costo, se recomienda que al inicio se compre los nuevos alimentos por peso, en pequeñas porciones, hasta tener la certeza de que el niño los ingiere.

El gluten y la caseína se encuentran en una gran parte de los alimentos de nuestra dieta habitual, por este motivo debe ser indicada y orientada por un nutricionista especializado, para favorecer el crecimiento y desarrollo adecuado, en el caso de los niños, y evitando  la deficiencia de calcio, fibras, vitamina A, D y del complejo B, así como la pérdida de peso.

También es importante leer la etiqueta nutricional de los productos alimenticios que se compran, para verificar si contienen gluten y caseína o azúcares, pues estos pueden tener otros nombres que no son comunes. Conozca cómo leer la etiqueta nutricional.

Cuál es la teoría por detrás de esta dieta

Algunos estudios científicos [1][2] parecen demostrar que los niños y personas con el trastorno del espectro autista (TEA) presentan afecciones gástricas e intolerancias alimentarias, como inflamación intestinal y desequilibrio en la flora bacteriana (disbiosis), que a menudo no han sido diagnosticadas, por lo que eliminar el gluten y la caseína puede ser beneficioso para aliviar estos síntomas gastrointestinales.

Otra teoría es que la caseína y el gluten son proteínas que pueden ocasionar inflamación y daños tanto a nivel intestinal, causando problemas en la absorción de nutrientes y aumentando la permeabilidad del intestino, como a nivel de todo el organismo, pues un estudio indicó que los niños con TEA presentan niveles elevados de proteínas que causa inflamación después de consumir alimentos con gluten, caseína o soya.

La enzima necesaria para digerir el gluten y la caseína es fabricada por las bacterias intestinales llamadas Enterococcus faecium. Científicos en Australia estudiaron las bacterias de las heces en niños con espectro autista y encontraron que estas bacterias no estaban presentes en el intestino de los niños con TEA. Esto podría significar que el gluten y la caseína no se digieren correctamente en el intestino.

Estas moléculas no digeridas, llamadas péptidos, pueden atravesar el intestino y entrar en el sistema nervioso central llegando hasta el cerebro, aumentando el umbral del dolor, ocasionando alteraciones en el estado mental y estreñimiento, por ejemplo.

Aparentemente, existen múltiples mecanismos potencialmente involucrados en el intestino de los niños con TEA, siendo por este motivo importante acudir con un profesional adecuado para que realice una evaluación e indique, si es necesario, un plan de alimentación adecuado adaptado a las necesidades de la persona.

La tabla a continuación muestra un menú de ejemplo de una dieta para el síndrome del espectro autista: 

Comidas Día 1 Día 2 Día 3
Desayuno 1 vaso de leche de arroz + Pan sin gluten con huevo (en caso de no ser alérgico) Atol de avena sin gluten preparado con leche de almendras  Tortillas de harina de garbanzo con espinacas + 1 vaso de leche de coco
Merienda de la mañana 1 ud de kiwi + 6 almendras 1 taza de fresas enteras + 1 cucharada de coco rallado 1 unidad de mandarina + un puñado de maní o cacahuate
Almuerzo/ Cena 1 rueda de pescado + 2 papas medianas + Ensalada cocida de brócoli con zanahoria + 1 cucharadita de aceite de oliva + 1 manzana 1 filete de pollo mediano + arroz con frijoles + Ensalada de lechuga, cebolla y pepino + 1 cucharadita de aceite de oliva + 1 naranja 1 bistec de res + puré de batata o camote + Ensalada de repollo con zanahoria rallada + 1 cucharadita de aceite de oliva + 1 pera
Merienda de la tarde 1 pera + 5 avellanas 1 manzana horneada con 1 cucharadita de canela Pan con mantequilla de maní sin gluten 

Es importante recordar que este es sólo un menú ejemplo sin gluten y sin lactosa, y que el niño con TEA puede tener algunas otras restricciones, así mismo las cantidades variarán dependiendo de sus necesidades. Por este motivo debe ser acompañado por tanto por un médico como por un nutricionista, para que la alimentación favorezca su crecimiento y desarrollo, ayudando a minimizar los síntomas y las consecuencias de esta condición.