La disbiosis intestinal es un desequilibro de la flora intestinal, también llamada microbiota intestinal, que reduce la capacidad de absorción de los nutrientes y causa carencia de vitaminas. Este desequilibrio es causado por la disminución del número de bacterias buenas del intestino y el aumento de las bacterias capaces de causar enfermedades.
Generalmente, los síntomas de la disbiosis intestinal son hinchazón abdominal, náuseas, gases, diarrea o estreñimiento y las causas principales son una mala alimentación basada en comidas ricas en azúcar y alimentos industrializados, la ingesta excesiva de alcohol, el estrés o el consumo de medicamentos.
Para realizar el diagnóstico, el médico deberá analizar los síntomas de la persona, además de indicar la realización de algunos estudios, como puede ser el examen de ácido orgánico de orina. Este problema tiene cura, y el tratamiento principal consiste en realizar cambios en la dieta, aumentando alimentos ricos en fibras y probióticos, siendo orientado por un nutricionista. Conozca cuáles son los alimentos ricos en fibras.

Principales síntomas
Los principales síntomas de disbiosis intestinal son:
Náuseas;
Gases y eructos;
Cólicos intestinales;
Mala digestión;
Acidez;
Distensión abdominal;
Períodos alterados de diarrea y estreñimiento;
Heces mal formadas;
Dolor de cabeza;
Candidiasis de repetición.
Otros síntomas relacionados con la disbiosis, pueden ser cansancio, caída de cabello y uñas quebradizas, debido a que la disbiosis intestinal reduce la capacidad de absorción de los nutrientes, causando deficiencia de minerales y vitaminas.
Además de eso, las personas con disbiosis pueden presentar intolerancia al gluten y tener síntomas más acentuados después del consumo de carbohidratos no digeribles, como la fibra que es fermentada por la microbiota intestinal.
Cómo se realiza el diagnóstico
Generalmente, el médico realiza el diagnóstico basándose en los signos y síntomas, historia clínica y exploración física de la persona. Sin embargo, para confirmar el diagnóstico, el médico puede pedir para realizar las siguientes pruebas:
Examen de ácido orgánico: para hacer esta prueba se tiene que recolectar una muestra de orina, donde se analizarán la presencia de ciertos ácidos que las bacterias emiten en el intestino. Los niveles anormales pueden indicar el crecimiento excesivo de algunas bacterias.
Análisis completo de heces: este tipo de examen analiza de manera más profunda todas las bacterias que se encuentran en el intestino, tanto buenas como patógenas. Además de eso, este estudio puede examinar otros microorganismos, como levaduras, hongos y parásitos. Para realizar este examen se debe recolectar una muestra de las heces en un recipiente estéril y enviarse al laboratorio para ser analizado.
Prueba de hidrógeno espirado: este examen se utiliza para detectar la presencia de gases producidos por las bacterias en el intestino. Para eso, la persona debe beber una preparación con glucosa o azúcar y luego debe respirar en un globo especial donde se examinará el aire espirado. Cuando el resultado muestra una cantidad excesiva de gases, o muy poca cantidad, puede indicar un desequilibrio de las bacterias en el intestino.
Biopsia: en este tipo de estudio el médico toma una muestra de tejido del intestino donde hay una infección y manda a analizar que tipo de bacterias están presentes en él.
Causas de la disbiosis intestinal
Las causas de la disbiosis intestinal pueden estar relacionadas con el uso de antibióticos, cortisona, laxantes o antiácidos y también debido al uso excesivo de alcohol. Asimismo, el estrés, sedentarismo y una alimentación inadecuada con excesos de azúcar, alimentos refinados e industrializados y pobre en fibras, también favorecen el desequilibrio de la flora intestinal y, por consecuencia, de la producción de la disbiosis.
Además de eso, varias enfermedades se encuentran asociadas con la disbiosis intestinal, como síndrome intestino irritable, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, gastroenteritis y enfermedades autoinmunes.
Por otro lado, las personas con disbiosis pueden desarrollar urticaria y acné, que son causadas por la intoxicación producida por la entrada de bacterias en la sangre, por lo que es importante realizar el tratamiento de forma correcta para prevenir estas situaciones,
Cuál es el tratamiento
El tratamiento para la disbiosis intestinal debe ser orientado por un nutricionista, además de un médico, ya que el objetivo consiste en restablecer la microbiota intestinal con una alimentación adecuada, siendo muy importante realizar un plan de alimentación con cambios en la dieta.
Por eso, la persona debe consumir alimentos ricos en fibras y probióticos que estimulan el crecimiento de las bacterias buenas del intestino, ayudando a establecer la absorción de nutrientes y vitaminas. Además de eso, se debe aumentar el consumo de alimentos frescos y naturales, como las frutas, vegetales y legumbres, evitando alimentos ricos en azúcar, carnes procesadas y alimentos industrializados, como las comidas rápidas, enlatados, comidas congeladas y frituras. Vea qué son y para qué sirven los probióticos.
Por otro lado, el médico o nutricionista puede indicar la suplementación con glutamina, un aminoácido que tiene un papel fundamental en el metabolismo y transporte de nutrientes, además de aumentar el sistema inmunitario y mejorar la integridad intestinal. En último caso, y solo cuando se generen algunas infecciones, el médico puede indicar si el uso de antibióticos.