Cor pulmonale: qué es, síntomas, causas y tratamiento

El cor pulmonale es el agrandamiento del ventrículo derecho del corazón causado por una sobrecarga que obliga al órgano a trabajar más de lo normal y que, por lo general, está relacionada con enfermedades de los pulmones o con alteraciones en la circulación pulmonar, lo que dificulta el flujo adecuado de la sangre y aumenta el esfuerzo del corazón.

Los síntomas que pueden sugerir la presencia de cor pulmonale incluyen falta de aire, cansancio intenso, dolor en el pecho e hinchazón de las piernas, los pies y los tobillos, además de la dilatación de las venas del cuello, que suele aparecer en fases más avanzadas de la afección.

El tratamiento del cor pulmonale es llevado a cabo por el cardiólogo y el neumólogo y se centra en el control de la enfermedad pulmonar que dio origen al problema, pudiendo incluir el uso de oxígeno, diuréticos y vasodilatadores para ayudar a reducir la presión en los vasos sanguíneos y disminuir la carga sobre el corazón.

Señor en consulta médico por cor pulmonale

Principales síntomas 

Los principales síntomas que pueden indicar la presencia de cor pulmonale son:

  • Falta de aire;
  • Cansancio extremo;
  • Hinchazón en las piernas, pies y tobillos;
  • Dolor en el pecho;
  • Latidos cardíacos acelerados;
  • Tos con flema o sangre;
  • Labios, dedos o piel azulados;
  • Dilatación de las venas ubicadas en el cuello;
  • Ruidos cardíacos anormales;
  • Hinchazón del hígado;
  • Coloración amarillenta en los ojos.

En las etapas iniciales, la cor pulmonale suele no presentar síntomas y, a medida que la enfermedad avanza, comienzan a aparecer de forma progresiva distintos signos y molestias.

Diferentes tipos 

El cor pulmonale puede dividirse en:

1. Cor pulmonale agudo

En el cor pulmonale agudo, la presión en el ventrículo derecho aumenta de forma rápida, lo que provoca su dilatación y compromete la función del corazón, siendo la embolia pulmonar la causa más frecuente, ya que bloquea parcial o totalmente las arterias pulmonares y eleva de manera brusca la resistencia vascular.

Otras posibles causas incluyen lesiones asociadas a la ventilación mecánica y el síndrome de dificultad respiratoria aguda.

2. Cor pulmonale crónico

En el cor pulmonale crónico, el ventrículo derecho se va adaptando poco a poco al aumento progresivo de la presión.

La causa más frecuente es el EPOC, aunque también puede presentarse como consecuencia de fibrosis pulmonar idiopática o hipertensión pulmonar tromboembólica crónica.

Posibles causas

La cor pulmonale es causada por el aumento de presión sobre el corazón debido a diversas enfermedades pulmonares, entre las que se incluyen:

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC);
  • Fibrosis pulmonar idiopática;
  • Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica;
  • Apnea obstructiva del sueño;
  • Fibrosis quística;
  • Embolia pulmonar;
  • Síndrome de dificultad respiratoria aguda.

Además, factores como bronquiectasias graves, cirugías o traumatismos que reducen el tejido pulmonar funcional, así como lesiones por ventilación mecánica, pueden favorecer el desarrollo de la enfermedad.

Alteraciones en la vascularización pulmonar o un aumento en la viscosidad de la sangre pueden provocar hipertensión pulmonar, lo que finalmente conduce a cor pulmonale. 

Lea también: Hipertensión pulmonar: qué es, síntomas, tipos y tratamiento tuasaude.com/es/hipertension-pulmonar

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la cor pulmonale lo realiza el cardiólogo a través de un examen físico y la evaluación de los síntomas que presenta la persona.

Para ello, el médico puede solicitar distintos estudios que ayuden a confirmar la condición, incluyendo análisis de laboratorio y estudios de imagen, como el electrocardiograma y el ecocardiograma, este último fundamental para evaluar la estructura y función del corazón.

Entre los análisis de laboratorio se incluyen la gasometría arterial, que permite evaluar los niveles de oxígeno en la sangre y detectar alteraciones respiratorias. 

En algunos casos, el médico pueden indicar otros estudios más especializados, como tomografía de tórax, cateterismo cardíaco o angiotomografía de las venas pulmonares, que ayudan a confirmar el diagnóstico y a planificar el tratamiento adecuado.

Lea también: Angiotomografía: qué es, para qué sirve y cómo es la preparación previa tuasaude.com/es/angiotomografia

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la cor pulmonale es realizado por el cardiólogo y el neumólogo, con el objetivo de controlar la enfermedad pulmonar que originó el problema y mejorar la función del corazón.

Generalmente, incluye el uso de oxígeno para corregir la baja oxigenación, vasodilatadores pulmonares para reducir la presión en los vasos y diuréticos para controlar la hinchazón y aliviar la sobrecarga del ventrículo derecho.

En algunos casos, el médico también puede indicar broncodilatadores y corticosteroides para mejorar la función pulmonar y disminuir la inflamación, así como anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos sanguíneos.

En situaciones más graves, pueden ser necesarias intervenciones como la embolectomía, que retira coágulos pulmonares, o incluso un trasplante de pulmón o de corazón-pulmón, cuando otras terapias no son suficientes para controlar la cor pulmonale.