9 principales causas de infarto y cómo disminuir el riesgo

Actualizado en octubre 2023

El infarto generalmente es causado por enfermedades como la aterosclerosis y la hipertensión arterial no controlada, que pueden obstaculizar el flujo de sangre hacia el corazón y/o aumentar su esfuerzo para bombear la sangre hacia el cuerpo.

Además de eso, algunos medicamentos como los triptanos y los agentes quimioterapéuticos, especialmente cuando no se usan según las indicaciones médicas, y las drogas ilegales como la cocaína, también pueden afectar el corazón y provocar un infarto. Sin embargo, independientemente de la causa, la adopción de medidas como una alimentación más saludable y la práctica regular de actividad física pueden ayudar a reducir el riesgo.

En caso de sospecha de enfermedades que puedan causar un infarto, es importante consultar a un médico para su evaluación. Sin embargo, si se presentan síntomas sugestivos de un infarto, como dolor en el pecho o dificultad para respirar, se recomienda buscar atención médica de emergencia. Consulta cómo identificar los síntomas de un infarto y su tratamiento.

Imagem ilustrativa número 2

Principales causas

Las principales causas de infarto son:

1. Aterosclerosis

La aterosclerosis es la principal causa de infartos y es provocada principalmente por el consumo excesivo de alimentos ricos en grasa y colesterol, lo que favorece la formación de placas de grasa en el interior de las arterias. Si estas placas se encuentran en el corazón, pueden obstaculizar el flujo sanguíneo, causando síntomas como dolor en el pecho y dificultad para respirar, e incluso un infarto. Conozca más sobre las principales causas de la aterosclerosis

Qué hacer: en caso de sospecha de aterosclerosis, es importante consultar a un médico general o cardiólogo para una evaluación, ya que el tratamiento puede implicar el uso de medicamentos como estatinas para controlar el colesterol, antihipertensivos en caso de presión arterial alta o cirugía para restablecer el flujo sanguíneo.

2. Presión alta

Cuando la presión arterial está muy alta, el corazón tiene que trabajar en exceso para bombear la sangre a través de los vasos sanguíneos. Además, los vasos están más contraídos, lo que aumenta el riesgo de daño en sus paredes y favorece la formación de coágulos. Cuando el corazón trabaja en exceso o se forman estos coágulos en las arterias del corazón, pueden provocar un infarto. Conozca cuáles son los síntomas y cómo tratar la presión alta

Qué hacer: si hay sospecha de hipertensión arterial, es importante consultar a un médico general o cardiólogo, ya que el tratamiento generalmente también implica medicamentos como antihipertensivos y diuréticos. Sin embargo, si la presión arterial está muy alta y causa síntomas como dolor de cabeza, somnolencia o dolor en el pecho, se recomienda buscar atención de emergencia para una evaluación.

3. Diabetes

La diabetes, cuando no se controla, puede dañar la pared de los vasos sanguíneos debido al exceso de glucosa y acelerar el desarrollo de la aterosclerosis, aumentando el riesgo de un infarto. Además, las personas con diabetes poco controlada suelen tener hábitos poco saludables, como una dieta desequilibrada y la falta de ejercicio físico. Vea cómo identificar los síntomas de la diabetes.

Qué hacer: en caso de sospecha de diabetes, es importante buscar la evaluación de un médico general o un endocrinólogo, ya que las complicaciones de la diabetes, como el infarto y la neuropatía diabética, pueden prevenirse con el tratamiento adecuado.

4. Obesidad

La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares porque es una condición caracterizada por la falta de actividad física y el consumo excesivo de alimentos ricos en azúcar y grasa, lo que favorece el desarrollo de diversas enfermedades como la diabetes, el colesterol alto y la hipertensión, aumentando el riesgo de un infarto. Conozca más sobre las complicaciones de la obesidad y cómo protegerse.

Qué hacer: adoptar medidas para perder peso también es una parte importante del tratamiento. Sin embargo, en caso de obesidad, es posible consultar a un endocrinólogo para una evaluación y comenzar el tratamiento más adecuado. Además, el seguimiento de un nutricionista también puede ser útil.

5. Tabaquismo

El uso frecuente y constante del cigarrillo puede provocar la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos y, como consecuencia, su endurecimiento, lo que hace que el corazón trabaje más, aumentando el riesgo de infarto, así como otras complicaciones como el accidente cerebrovascular (ACV), la trombosis y el aneurisma.

El cigarrillo también promueve una mayor absorción del colesterol y estimula la producción de nuevas placas de grasa, favoreciendo la aterosclerosis, lo que aumenta el riesgo de infarto. Vea otras enfermedades causadas por el cigarrillo. Conozca otras enfermedades causadas por el cigarro

Qué hacer: para evitar el riesgo de infarto y otras enfermedades cardiovasculares como el ACV y la trombosis, se recomienda dejar de fumar. Además, en caso de dificultades para abandonar el hábito, es posible buscar la ayuda de un médico o psiquiatra.

6. Uso de drogas y alcohol

El uso de drogas ilícitas, como la cocaína y la marihuana, y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas pueden aumentar el riesgo de infarto debido a que provocan un aumento en la presión arterial. Además, drogas como la cocaína pueden contraer las arterias que llevan sangre al corazón, lo que dificulta el flujo sanguíneo y puede causar un infarto en algunos casos. Vea cuáles son los efectos de alcohol en el organismo

Qué hacer: se recomienda no utilizar drogas ilícitas y evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que además del riesgo de infarto, pueden desarrollarse otras enfermedades como la cirrosis y la hipertensión arterial. Además, en caso de dificultad para dejar de usar estas sustancias, es posible buscar la ayuda de un psiquiatra.

7. Arritmias

Las arritmias, cuando causan un excesivo de los latidos del corazón, además de aumentar el trabajo del corazón, pueden dificultar el flujo de sangre hacia este órgano, lo que provoca síntomas como dolor en el pecho y dificultad para respirar, e incluso puede provocar un infarto.

Qué hacer: en caso de sospecha de arritmias, es importante consultar a un médico general o cardiólogo para una evaluación y comenzar el tratamiento adecuado. Sin embargo, si se presentan síntomas como dolor en el pecho y dificultad para respirar, se recomienda buscar atención médica de emergencia.

8. Uso de medicamentos

El uso de ciertos medicamentos como los triptanes, que generalmente se utilizan para tratar la migraña, antibióticos y agentes quimioterapéuticos, puede tener efectos secundarios raros que afectan la contracción de las arterias coronarias, reduciendo el flujo sanguíneo hacia el corazón. Además, otros medicamentos también pueden ser tóxicos para el corazón, dañando sus células y aumentando el riesgo de un infarto.

Qué hacer: antes de tomar cualquier medicamento, es importante consultar siempre a un médico y seguir el tratamiento según sus indicaciones para evitar que ocurran efectos secundarios graves.

9. Embolia

La embolia generalmente es causada por la formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos o el corazón y puede ser provocada por enfermedades como cardiopatías, enfermedades de las válvulas cardíacas y algunas arritmias como la fibrilación auricular. Los coágulos formados pueden obstruir una de las arterias que llevan sangre al corazón, causando un infarto. 

Qué hacer: en caso de enfermedades que aumenten el riesgo de formación de coágulos en los vasos sanguíneos o el corazón, como la fibrilación auricular o enfermedades de las válvulas cardíacas, es importante consultar a un médico general o cardiólogo para una evaluación y comenzar el tratamiento adecuado, que generalmente implica el uso de anticoagulantes.

Cómo disminuir el riesgo de infarto

Para reducir el riesgo de un infarto, se recomienda:

  • Mantener una alimentación saludable;
  • Realizar actividad física de forma regular;
  • Dejar de fumar;
  • Perder peso en caso de sobrepeso u obesidad;
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol;
  • No usar drogas ilícitas, como cocaína o marihuana;
  • Utilizar medicamentos solo bajo la orientación de un médico.

Además, es importante tratar enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto siguiendo las indicaciones del médico.