Cálculos renales: qué son, síntomas, causas y tratamiento

Los cálculos renales son estructuras sólidas similares a piedras que se forman en los riñones y en las vías urinarias cuando ciertas sustancias, como el calcio y el ácido úrico, se acumulan en exceso en la orina, pudiendo causar síntomas como dolor y náuseas.

Cuando son pequeños, los cálculos renales, condición también conocida como nefrolitiasis, pueden ser eliminados de forma natural a través de la orina. Sin embargo, el médico también puede recomendar el uso de antiinflamatorios y analgésicos para controlar el dolor. En algunos casos, también puede estar indicada una cirugía para remover los cálculos más grandes.

En caso de sospecha de cálculo renal, es importante consultar a un urólogo o a un médico general para realizar una evaluación e iniciar el tratamiento adecuado, mediante el cual también es posible prevenir la formación de nuevos cálculos renales.

Síntomas de cálculos renales

Los principales síntomas causados por el cálculo renal incluyen:

• Dolor en la espalda, costado del abdomen o ingle;
• Orina rojiza;
• Náuseas;
• Vómitos;
• Dolor al orinar.

Los síntomas suelen aparecer de forma repentina y el dolor generalmente aumenta y disminuye en intensidad, muchas veces impidiendo que la persona encuentre una posición cómoda.

Asimismo, también pueden presentarse otros síntomas como fiebre y escalofríos, que pueden indicar la presencia de una infección urinaria asociada al cálculo.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico generalmente lo realiza un urólogo o un médico general, quienes pueden solicitar pruebas de imagen como ultrasonido de riñones y vías urinarias, tomografía computarizada o resonancia magnética. También puede indicarse una radiografía del abdomen o la pelvis.

Igualmente, pueden ser recomendados análisis de orina y exámenes de sangre, como los niveles de urea y creatinina, para evaluar el funcionamiento de los riñones. En mujeres en edad fértil, también puede recomendarse la prueba de beta-HCG para descartar un embarazo, ya que el dolor puede parecerse al que ocurre en algunos casos de embarazo ectópico.

Posibles causas

Los cálculos renales son causados por alteraciones en el pH y en la composición de la orina, lo que hace que sustancias como calcio, oxalato o cistina, cuando están presentes en exceso, formen cristales y se acumulen en los riñones y las vías urinarias.

Por lo general, el riesgo de presentar cálculos renales es mayor en personas con antecedentes personales o familiares de cálculos, bajo consumo de agua, hipertensión, diabetes, obesidad, gota y otras condiciones como enfermedad de Crohn o acidosis tubular renal.

Asimismo, la composición de la orina está influenciada por la alimentación, de modo que el consumo excesivo o insuficiente de ciertos nutrientes, como calcio y magnesio, puede aumentar el riesgo de formación de cálculos renales.

Tipos de cálculos renales

Los principales tipos de cálculos renales incluyen:

• Cálculos de calcio: son los tipos más comunes de cálculos renales;
• Cálculos de ácido úrico: suelen estar relacionados con una mayor acidez de la orina, lo que favorece la formación de cristales de esta sustancia;
• Cálculos de estruvita: pueden formarse debido a una infección urinaria causada por ciertos microorganismos que reducen la acidez de la orina;
• Cálculos de cistina: este es un tipo raro de cálculo que puede estar relacionado con la eliminación anormal de esta sustancia en la orina, lo cual ocurre en enfermedades como la cistinuria.

Aunque no siempre se realiza la identificación del tipo de cálculo, esta puede ser recomendada, pues el análisis del mismo puede ofrecer información sobre su composición, lo que permite indicar cambios en la alimentación para prevenir nuevos cálculos y orientar un tratamiento más adecuado.

Tratamiento para cálculos renales

El tratamiento del cálculo renal puede incluir:

1. Medicamentos para cálculos renales

Pueden indicarse antiinflamatorios, como diclofenaco o ketorolaco, y analgésicos, como paracetamol o tramadol, para controlar el dolor causado por el cálculo renal. No obstante, estos medicamentos no ayudan a eliminar el cálculo por la orina.

Aunque los cálculos pequeños pueden eliminarse de forma natural, en algunos casos se pueden indicar medicamentos, como los bloqueadores alfa-adrenérgicos, para facilitar su expulsión.

2. Cirugía para cálculos renales

La cirugía generalmente se recomienda en casos donde los cálculos son grandes, no pueden eliminarse con medicamentos o cuando provocan complicaciones como obstrucción de las vías urinarias.

En estos casos, pueden indicarse procedimientos como la nefrolitotomía percutánea o la ureteroscopia rígida o flexible. Entiende mejor las opciones de tratamiento del cálculo con cirugía.

3. Ondas de choque

En algunos casos, la litotricia extracorpórea por ondas de choque puede ser una alternativa. Aunque no es una cirugía, permite fragmentar los cálculos con ondas de alta energía para facilitar su eliminación a través de la orina.

Opciones de tratamientos naturales

Los tratamientos naturales no deben reemplazar el tratamiento médico; sin embargo, remedios caseros como el té de chancapiedra o el té de flor de Jamaica tienen acción diurética, lo que puede ayudar en la eliminación de los cálculos, siendo un complemento del tratamiento indicado por el médico.

Cómo prevenir cálculos renales

Los cálculos renales pueden prevenirse con:

1. Dieta

Se suelen recomendar cambios en la dieta a personas con cálculo renal o antecedentes, como reducir el consumo de sal, alimentos con alto contenido de sodio y carnes; beber suficiente agua; y mantener una ingesta adecuada de calcio mediante productos lácteos, por ejemplo.

2. Diuréticos y otros medicamentos

Algunos medicamentos como diuréticos tiazídicos, citrato de potasio o alopurinol, por ejemplo, pueden recomendarse para evitar la recurrencia de los cálculos, especialmente en personas que ya los han presentado más de una vez.

La indicación de estos fármacos generalmente depende del tipo de cálculo y de los resultados del análisis de orina.

Cuándo acudir al hospital

Es importante acudir a urgencias en los siguientes casos:

• Disminución importante en la cantidad de orina;
• Dolor o vómitos que no mejoran con el uso de medicamentos;
• Fiebre o escalofríos.

También se recomienda que las personas con un solo riñón o que han recibido un trasplante renal acudan de inmediato a urgencias, debido al mayor riesgo de complicaciones graves.