Bolita en la axila: 10 causas y qué hacer

Actualizado en marzo 2024

La bolita en la axila puede ser causada por una inflamación o infección, como una foliculitis, forúnculo, hidrosadenitis supurativa o mononucleosis infecciosa. Sin embargo, también puede ser causada por un cáncer de mama o un linfoma.

Dependiendo de la causa, la bolita en la axila se puede acompañar de otros síntomas, como aumento de la temperatura local, enrojecimiento, sensibilidad al tacto, formación de pus, fiebre, pérdida de peso o sudoración nocturna.

Ante la presencia de una bolita en la axila es importante consultar al médico general o dermatólogo para que evalúen sus características y los síntomas asociados. De esta forma, es posible identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede hacerse con medicamentos antibióticos, antiinflamatorios o cirugía.

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10 causas de bolita en la axila

Las principales causas de bolita en la axila son:

1. Foliculitis

La foliculitis es la inflamación de los folículos pilosos, que puede ser causada por una infección bacteriana, fúngica o viral de la región, o incluso surgir cuando el vello está encarnado, pudiendo provocar una o varias espinillas pequeñas, que pueden ser dolorosas, rojizas o amarillentas, debido a la presencia de pus, y causar comezón.

La foliculitis en la axila, también conocida como vello enterrado, es una situación relativamente común, y generalmente es causada por la fricción de la piel al utilizar ropa ajustada o después de depilarse con navaja o con cera, pero también puede suceder debido a una infección por bacterias u hongo.

Qué hacer: la foliculitis puede tratarse en casa haciendo limpieza de la axila con jabón antiséptico, pero también puede ser necesario el uso de medicamentos antiinflamatorios, cremas, pomadas o comprimidos antibióticos para combatir la infección, los cuales deben prescritos por el dermatólogo. También puede indicarse evitar depilarse la piel hasta que mejore la inflamación. Vea los principales tratamientos para foliculitis. 

2. Forúnculo

El forúnculo  también es provocado por la infección de un folículo piloso, sin embargo, es más profunda y causa inflamación de la región afectada y a su alrededor, provocando un nódulo mayor, más enrojecido y con una gran cantidad de pus.

Esta bolita con pus puede crecer a lo largo del tiempo, causando dolor, aumento de la temperatura loca, enrojecimiento y sensibilidad al tacto, y puede ocurrir en la zona de la axila o cualquier otra región del cuerpo que transpire mucho o sufra de una fricción mayor.

Qué hacer: es necesario buscar ayuda médica para evaluar la región e indicar si el forúnculo debe ser drenado o no. El médico también puede recetar antibióticos en forma de pomada o comprimidos, además de recomendar la colocación de compresas de agua tibia para acelerar la recuperación.

Durante el tratamiento del forúnculo, y para prevenir nuevas infecciones, se debe lavar con agua y jabón antiséptico a diario y después de que reviente por si solo, además de lavar con agua hirviendo la ropa que estuvo en contacto con la región ya que es contagioso. Nunca debe exprimir el forúnculo, ya que esto podría empeorar la inflamación y la infección, siendo más difícil de tratar. Vea más sobre los síntomas y tratamiento del forúnculo

3. Hidrosadenitis supurativa

La hidrosadenitis supurativa de la axila es la inflamación de las glándulas que producen sudor en esta región, bloqueando la salida de sudor, formando nódulos o bolitas dolorosas que dejan cicatrices en la piel. 

Qué hacer: es necesario la evaluación de un dermatólogo, el cual indicará tratamientos para disminuir los síntomas de la región afectada como cremas con antibióticos o la colocación de una inyección de corticoides en la región afectada. En los casos más graves, puede ser necesario realizar una cirugía para remover el área afectada y sustituirla por un injerto de piel. 

Mantener la región limpia, evitar el uso de ropas apretadas y colocarse compresas húmedas en la región pueden ayudar en el tratamiento de esta enfermedad. Conozca más sobre el tratamiento de la hidrosadenitis supurativa.

4. Quiste sebáceo

El quiste sebáceo es una bolita que se forma debajo de la piel, redondo, que mide pocos centímetros, pero que puede aumentar de tamaño a lo largo del tiempo, pudiendo se duro o suave, y pudiéndose mover a la palpación, y pudiendo surgir en la axila o en cualquier otra región del cuerpo.

Este tipo de quiste es benigno, causado por una obstrucción en la glándula sebácea, haciendo que el sebo se acumule bajo la piel, y generalmente no produce síntomas. Sin embargo, cuando permanece inflamado o infectado, puede causar dolor, aumento de la temperatura en la zona, sensibilidad o enrojecimiento.

Qué hacer: el tratamiento debe ser indicado por el dermatólogo, y consiste en colocar compresas de agua tibia durante 15 minutos en el lugar, además del uso de antiinflamatorios. En caso de inflamación o infección del quiste, el médico puede realizar un drenaje e indicar el uso de antibióticos. Vea otras opciones de tratamiento para el quiste sebáceo.

5. Ganglio inflamado

El ganglio inflamado puede surgir debido a cualquier inflamación o infección de la zona del brazo, tórax o mama. Esto se produce debido a que el ganglio linfático forma parte del sistema inmune, y puede aumentar de tamaño para producir más células de defensa, para atacar cualquier germen que pueda causar problemas al organismo.

En la mayoría de las veces, el ganglio inflamado no es preocupante, y puede surgir por varias causas, como un vello enterrado, foliculitis, forúnculo, linfadenitis, pero también puede indicar una enfermedad sistémica, como lupus, artritis reumatoide, dermatomiositis, sarcoidosis o cáncer, principalmente cuando crecen mucho o se localizan en varias partes del cuerpo. Vea otras causas de ganglios linfáticos aumentados en el cuerpo.

Qué hacer: el tratamiento debe hacerse con orientación del médico general, de acuerdo a la causa de la inflamación del ganglio, pudiendo indicarse el uso de medicamentos antiinflamatorios, antibióticos, antivirales, corticoides o terapia biológica, por ejemplo. En caso de haber sido causada por cáncer, pueden prescribirse la remoción quirúrgica del ganglio o del tumor que está causando su inflamación, además de la realización de sesiones de quimioterapia o radioterapia.

6. Alergias

La alergia es una reacción inflamatoria que surge debido a una respuesta exagerada del sistema inmunológico a sustancia como desodorantes, crema o incluso tela de ropa, por ejemplo, causando el surgimiento de una bolita en la axila, irritación, comezón intensa, bolitas o manchas rojas en la piel. Vea cómo identificar una alergia en la piel.

Qué hacer: se debe identificar la causa de la alergia, y de esta forma, evitar la exposición a sustancias que la desencadenan. En caso de que no haya mejoría de los síntomas, se debe consultar al dermatólogo, el cual puede realizar un test de alergia para identificar el tipo de sustancia que está causando los síntomas y, si es necesario, indicar el tratamiento con antialérgicos o corticoides. Vea los principales medicamentos que pueden indicarse para la alergia en la piel.

7. Infecciones

Algunas infecciones como la causada poro VIH, herpes simple o mononucleosis, pueden causar aumento de los ganglios linfáticos y surgimiento de una bolita en la axila o entras zonas del cuerpo, como en el cuello y nuca.

Qué hacer: se debe consultar al médico general o al infectólogo para que realicen exámenes diagnósticos para identificar el tipo de infección y de esta forma, iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antirretrovirales, en caso de VIH; antivirales, como aciclovir o valaciclovir, en caso de herpes simple; o el uso de analgésicos o antiinflamatorios para reducir los ganglios y la fiebre, en caso de mononucleosis, por ejemplo.

8. Lipoma

El lipoma es una bolita redonda y suave que se forma debajo de la piel y esta compuesta por células de grasa, pudiendo surgir en la axila, cuello, espalda, hombros o cualquier parte del cuerpo en que las células de grasa estén presentes.

Generalmente, el lipoma no causa dolor, sin embargo, en algunos casos puede crecer y presionar los nervios alrededor, causando dolor e incluso inflamación con síntomas de enrojecimiento o aumento de la temperatura local.

Qué hacer: generalmente no es necesario ningún tipo de tratamiento para el lipoma, sin embargo, cuando este es muy grande o causa malestar, el dermatólogo puede realizar una cirugía para removerlo.

9. Cáncer de mama

El cáncer de mama es uno de los principales tipos de cáncer que afecta a la mujer, pero también puede afectar a hombres, y a pesar de que en las etapas iniciales, este cáncer no causa síntomas, el principal signo que puede indicar la presencia de tumor es la palpación de un nódulo duro en la mama.

Además, otros síntomas pueden estar presentes, como inflamación, formación de un nódulo en la axila o dolor, que puede irradiarse hacia el brazo, enrojecimiento, salida de secreción por los pezones o senos adoloridos, por ejemplo. Vea los principales síntomas del cáncer de mama.

Qué hacer: ante la presencia de cualquier alteración en la mama, se debe consultar al ginecólogo, para que se realicen exámenes para diagnosticar el cancer de mama e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede hacerse con cirugía, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia o terapia biológica, por ejemplo.

Además, el cáncer de mama puede tener cura, dependiendo del tipo y etapa en que se encuentre, por lo que es muy importante la prevención a través de la realización del autoexamen de mama y de la mastografía. Conozca paso a paso cómo se realiza el autoexamen de mama de forma correcta.

10. Linfoma

La bolita en la axila puede surgir debido a linfoma, que es un tipo de cáncer de en los ganglios linfáticos, causando el surgimiento de una bolita dura en la axila, que no se quita después de 1 o 2 meses y no para de crecer.

Generalmente, en este tipo de cáncer pueden surgir otros síntomas además de la bolita en la axila, como fiebre, sudoración nocturna, cansancio excesivo y adelgazamiento sin motivo aparente.

Qué hacer: se debe consultar al médico general, hematólogo u oncólogo para que se realicen exámenes de sangre, tomografía o PET-CT, por ejemplo, para identificar el tipo de linfoma e iniciar el tratamiento más adecuado, que generalmente se realiza con quimioterapia o radioterapia. Vea las opciones de tratamiento para linfoma.