Quiste sebáceo: qué es, síntomas y cómo eliminarlo

Actualizado en marzo 2023

El quiste sebáceo es un bulto que se forma bajo la piel, de forma redondeada, que mide pocos centímetros, blando al tacto, y puede surgir en cualquier zona del cuerpo, siendo más común en el cuero cabelludo, orejas, cuello, espalda y rostro.

Este tipo de quiste, también llamado quiste epidermoide, es benigno, y es causado por una obstrucción en la glándula sebácea, haciendo que el sebo se acumule bajo la piel, formando el bulto. Generalmente, el quiste sebáceo no causa síntomas, sin embargo, cuando se inflama, puede causar síntomas como dolor, aumento de la temperatura en la zona, sensibilidad o enrojecimiento.

La presencia de un quiste sebáceo normalmente no es señal de gravedad, por lo que no es necesario que se realice tratamiento específico. Sin embargo, en algunos casos, el dermatólogo puede indicar el drenaje o remoción quirúrgica del quiste.

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Posibles causas

El quiste sebáceo se forma cuando el conducto de una glándula sebácea se obstruye, produciendo una acumulación progresiva de secreción en esa zona, ocasionando el surgimiento del quiste, que puede aumentar de tamaño a medida que se acumulan más secreciones.

La obstrucción del conducto de la glándula sebácea puede ocurrir debido a un corte o lesión en la región donde existen estas glándulas, o puede ser consecuencia de acné, donde hay obstrucción en la abertura del folículo, ocasionando la inflamación de la zona y la proliferación de bacterias.

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Principales síntomas

El quiste sebáceo puede identificarse fácilmente mediante la observación directa, y se caracteriza por ser un nódulo, semejante a un bulto, que puede ser único o múltiple. Las principales características que ayudan a reconocer un quiste sebáceo son:

  • Nódulo redondeado, que puede aumentar de tamaño a lo largo del tiempo;
  • Nódulo poco consistente, pudiendo ser duro o blando, y que puede moverse durante la palpación;
  • Nódulo del mismo color de la piel, amarillento o verdoso, de acuerdo con la cantidad de secreción acumulada;
  • Presencia de un pequeño orificio, en el que puede haber eliminación de los restos de células sebáceas;
  • Puede causar molestias y dolor, dependiendo de la zona donde surja. 

El quiste sebáceo puede aparecer en cualquier región del cuerpo, sin embargo, es más frecuente que se observe en el cuero cabelludo, orejas, cuello, espalda y rostro, por ejemplo. 

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Foto de quiste sebáceo

Cómo se realiza el tratamiento

Por lo general, la presencia de un quiste sebáceo no es signo de gravedad, por lo que no es necesario que sea realizado ningún tratamiento específico. No obstante, en ciertos casos, la persona puede desear remover el quiste por razones estéticas y, en esta situación, es importante que el dermatólogo sea consultado para que indique la mejor forma de tratamiento. 

De esta forma, durante la consulta con el dermatólogo, podrá evaluarse si hay señales de infección y, en este caso, puede ser recomendada la remoción del quiste mediante un pequeño procedimiento quirúrgico, el cual es realizado bajo anestesia local, y también es indicado el uso de antibióticos por un máximo de 7 días, de acuerdo con la orientación médica. 

En los casos donde no hay signos de infección, el médico puede indicar que la persona aplique una compresa de agua caliente durante 15 minutos en la zona donde está el quiste, pues así es posible promover la dilatación del conducto y favorecer la expulsión espontánea de su contenido. No se aconseja exprimir el quiste, pues puede favorecer el surgimiento de infección y provocar la lesión de los tejidos que se encuentran alrededor del mismo, lo que puede tornar más complicado el tratamiento.

En qué consiste la cirugía

La cirugía para el quiste sebáceo es relativamente simple, siendo llevada a cabo en un consultorio médico bajo anestesia local. Esta está indicada en quistes que miden más de 1 centímetro de diámetro o que están infectados, como puede ocurrir cuando el individuo intenta exprimirlo, por ejemplo. Después de que el contenido del quiste haya sido removido, el médico podrá colocar algunas suturas en el área y realizar una curación que deberá ser cambiada dependiendo de las indicaciones. 

Generalmente, los quistes sebáceos son benignos, pero después de ser retirados quirúrgicamente, el médico podrá enviar parte del contenido al laboratorio para que sea analizado y así descartar las posibilidades de malignidad, es decir, de que sea cáncer, principalmente si el individuo ya tuvo cáncer o si hay casos de enfermedad en la familia.