La artritis séptica es una infección en una articulación provocada por bacterias que puede aparecer después de una cirugía, debido a una lesión cercana o lejana a la articulación, o como consecuencia de una infección en otro lugar del cuerpo, como una infección urinaria o una herida en la piel, por ejemplo.
Las articulaciones más afectadas en la artritis séptica son las de la rodilla y la cadera, pero puede aparecer en cualquier otra articulación del cuerpo.
La artritis séptica tiene cura y su tratamiento debe iniciarse en el hospital con el uso de antibióticos directamente en la vena, así como el drenaje de la articulación con una aguja. Después de esto, el tratamiento debe continuar a través de la fisioterapia para recuperar los movimientos de la articulación y evitar la aparición del dolor.
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Síntomas de artritis séptica
Los principales síntomas de la artritis séptica son:
- Incapacidad para mover la articulación;
- Dolor intenso al mover el miembro afectado;
- Hinchazón y enrojecimiento en la articulación;
- Fiebre por encima de 38º C;
- Sensación de ardor en la articulación.
La artritis séptica lleva a la degeneración progresiva de la articulación y, por lo tanto, puede resultar en su destrucción, especialmente si la infección no se identifica a tiempo y no se trata correctamente.
Los síntomas de la artritis séptica son más frecuentes en niños y ancianos con heridas infectadas en regiones cercanas a las articulaciones, y también es más común en pacientes con enfermedades autoinmunes o con condiciones preexistentes como diabetes o cáncer.
Las articulaciones más afectadas son las de la rodilla y la cadera, siendo esta última muy grave cuando ocurre en niños, ya que puede haber compromiso del desarrollo.
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Los principales síntomas de artritis séptica en bebés y niños son:
- Llanto al mover la articulación infectada;
- Fiebre leve, en algunos casos;
- Incapacidad para mover la extremidad con la articulación infectada;
- Irritabilidad;
- Inflamación de la articulación;
- Enrojecimiento de la articulación.
La artritis séptica en niños, ocurre con mayor frecuencia en menores de 3 años, afectando principalmente la articulación de la rodilla, seguida de cadera y tobillo.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la artritis séptica debe ser realizado por el ortopedista y generalmente se basa en los síntomas presentados por la persona y en la historia clínica.
Sin embargo, muchas veces, el médico también solicita la realización de algunos exámenes, especialmente radiografías, análisis de sangre y punción articular, en la cual se extrae una muestra del líquido de la articulación para ser analizada en laboratorio. Este análisis permite saber el tipo de microorganismo que está causando la infección y orientar mejor el tratamiento.
Principales causas
La artritis séptica es causada por una infección en el fluido de la articulación (líquido sinovial) y los tejidos de la articulación.
Las principales causas de esta infección son:
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Infección que se propaga de otra fuente al interior del cuerpo, como infecciones de la piel o genitales;
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Heridas infectadas;
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Objetos extraños que ingresan en la piel;
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Fracturas expuestas;
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Objetos extraños que ingresan en la piel;
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Trauma.
Los principales organismos asociados con la artritis séptica son los Estafilococos, Haemophilus influenzae, Bacilos gramnegativos y Estreptococos.
Cómo se realiza el tratamiento
La artritis séptica se considera una urgencia y, por lo tanto, si existe sospecha de este tipo de infección, es muy importante acudir rápidamente al hospital.
El tratamiento para la artritis séptica se inicia con la hospitalización para realizar los exámenes necesarios y administrar medicamentos para el dolor. Después de obtener los resultados de los exámenes, se inicia la administración de antibióticos por vía intravenosa para ayudar a combatir la infección.
Normalmente, la hospitalización se mantiene hasta que mejoren los síntomas, pero la persona suele necesitar continuar el uso de antibióticos en casa, durante el tiempo indicado por el médico, para garantizar que todas las bacterias sean eliminadas.
Fisioterapia para la artritis séptica
Durante el tratamiento, a medida que la persona mejora, el médico puede recomendar la realización de fisioterapia para iniciar ejercicios con el objetivo de recuperar los movimientos del miembro afectado. Estos ejercicios deben mantenerse hasta que el movimiento de la articulación haya vuelto a la normalidad, o lo más cerca posible de ello.