Adenitis: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Actualizado en octubre 2023

La adenitis es la inflamación de uno o más ganglios linfáticos, pudiendo ocurrir en cualquier parte del cuerpo, siendo común en áreas como el cuello, las axilas, la ingle o el abdomen, lo que lleva al aumento de los ganglios linfáticos y la aparición de síntomas como hinchazón, bultos o ínguas, dolor, enrojecimiento, calor, sensibilidad en la piel o fiebre, por ejemplo.

Esta inflamación puede afectar a cualquier persona, de cualquier edad, y generalmente es causada por infecciones virales o bacterianas, pero también puede ocurrir debido a tumores o enfermedades autoinmunitarias.

Es importante consultar a un médico general tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de la adenitis para que se identifique su causa y, así, se inicie el tratamiento más adecuado.

Imagem ilustrativa número 1

Síntomas de adenitis

Los principales síntomas de la adenitis son:

  • Hinchazón del ganglio afectado, que puede ser fácilmente palpado;
  • Bulto o íngua en la región afectada;
  • Enrojecimiento o sensibilidad en la región del ganglio linfático;
  • Dolor durante la palpación;
  • Fiebre por encima de 38ºC;
  • Sensación de malestar;
  • Náuseas y diarrea, siendo más frecuentes en el caso de la adenitis mesentérica.

Los síntomas de la adenitis pueden variar según el tipo de adenitis, siendo más común en la región del cuello, la axila o la ingle. Sin embargo, también puede afectar a los ganglios linfáticos ubicados en el intestino y el estómago, por ejemplo.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la adenitis se realiza a través de la evaluación de los síntomas, el historial médico y un examen físico por parte del médico general, que incluye la palpación de los ganglios linfáticos en la región afectada y la evaluación de las características de la adenitis, como la ubicación, la consistencia de la piel y el tamaño del ganglio linfático.

Además, el médico puede solicitar algunos análisis para ayudar a identificar la causa de la adenitis, como un hemograma, pruebas serológicas para determinadas bacterias y virus, y análisis microbiológicos para determinar el agente causante de la infección.

Otros exámenes que el médico puede solicitar incluyen ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas de la región afectada. En caso de que el médico sospeche de un proceso maligno, puede ser necesario realizar una biopsia del ganglio linfático para verificar la presencia o ausencia de células tumorales.

Posibles causas

La adenitis puede ser causada por virus como el citomegalovirus, el virus del VIH y el virus de Epstein-Barr, o por bacterias, siendo las principales el Staphylococcus aureus, el Streptococcus β-hemolítico del grupo A, la Yersinia enterocolitica, la Y. pseudotuberculosis, el Mycobacterium tuberculosis, el Shigella sp o el Salmonella sp.

En algunos casos, la inflamación de los ganglios linfáticos también puede ser consecuencia de tumores, como en el caso del linfoma, o ser el resultado de una enfermedad autoinmune, por ejemplo.

Tipos de adenitis

Según su causa y el lugar donde se presentan los síntomas, la adenitis puede clasificarse en varios tipos, siendo los principales:

  • Adenitis cervical, en la cual hay inflamación de los ganglios linfáticos ubicados en el cuello y puede estar relacionada con infecciones bacterianas, infecciones virales como el VIH o Epstein-Barr, o con el linfoma;
  • Adenitis mesentérica, en la cual hay inflamación de los ganglios linfáticos que están relacionados con el intestino, y es causada principalmente por la bacteria Yersinia enterocolitica;
  • Adenitis sebácea, en la cual hay inflamación de las glándulas sebáceas debido a la proliferación de bacterias que se encuentran naturalmente en la piel, como Staphylococcus aureus y S. epidermidis;
  • Adenitis tuberculosa, en la cual la inflamación de los ganglios linfáticos se debe a la bacteria Mycobacterium tuberculosis.

Es importante identificar la causa y el tipo de adenitis para que el médico pueda recomendar el tratamiento más adecuado y, de esta manera, prevenir la aparición de complicaciones.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la adenitis debe ser supervisado por un médico general y puede variar según el tipo de adenitis y los síntomas presentados. Por lo tanto, en el caso de la adenitis causada por bacterias, el médico puede recomendar el uso de antibióticos, de acuerdo con el agente infeccioso identificado, pudiendo indicarse el uso de amoxicilina, cefalexina o clindamicina, por ejemplo.

Además de eso, en el caso de la adenitis mesentérica causada por un virus, el médico puede recomendar el uso de medicamentos para aliviar los síntomas, como analgésicos y antiinflamatorios, hasta que el organismo elimine el virus responsable de la inflamación.

En el caso de la adenitis cervical causada por un virus, además de los antiinflamatorios y analgésicos, el médico puede recomendar el uso de antivirales según el virus responsable de la adenitis. Si la adenitis cervical es causada por un tumor, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el ganglio afectado, seguida de quimioterapia.