Variante es un término que se utiliza para referirse a las alteraciones genéticas que se han identificado en un determinado agente infeccioso, las cuales pueden hacer que tenga mayor capacidad de infección y/o transmisión, así como una mayor resistencia a la acción del sistema inmunológico, por ejemplo.
Los síntomas de infección por las variantes son los mismos presentes en las infección por el virus "original" de COVID-19, pudiendo haber tos seca y persistente, cansancio excesivo, dolor de cabeza, dolor muscular y diarrea, en algunos casos. A pesar de esto, es importante que la variante sea identificada, ya que algunas están relacionadas con infecciones graves, siendo fundamental que el tratamiento de soporte se inicie después del inicio de los síntomas.
De forma general, lo que se sabe hasta ahora es que las variantes del COVID-19 son, de hecho, más fáciles de transmitir y de causar infección debido a la presencia de mutaciones en la proteína S, que es aquella presente en la superficie del virus. Sin embargo, aún son necesarios más estudios que evalúen el comportamiento de estas variantes y sus efectos en el organismo.

Síntomas de infección por las variantes
Los síntomas de COVID-19 pueden variar ligeramente de acuerdo con la variante, pudiendo la persona presentar uno o varios síntomas, siendo los siguientes los más frecuentes:
Alfa | Beta | Gamma | Delta | Ómicron | |
---|---|---|---|---|---|
Fiebre | X | X | X | X | |
Dolor de cabeza | X | X | |||
Dolor de garganta | X | X | X | X | |
Rinitis | X | X | |||
Congestión nasal | X | ||||
Estornudos constantes | X | ||||
Tos persistente | X | X | X | X | |
Cansancio excesivo | X | X | X | ||
Pérdida o alteración del olfato | X | ||||
Pérdida o alteración del gusto | X | ||||
Vómito | X | X | |||
Diarrea | X | X | |||
Pérdida del apetito | X | ||||
Escalofríos | X | ||||
Dolor muscular / en el cuerpo | X | X | X | X |
A pesar de que la tabla indique los síntomas más frecuentes, es posible que la persona infectada por la variante delta, por ejemplo, presente también síntomas que fueron asociados principalmente a la variante alfa, por ejemplo. Por esta razón, para confirmar el tipo de variante responsable por el COVID-19, es importante que sean realizadas prueba específicas. Realice nuestro test online para saber si puede estar infectado con COVID-19.
La identificación de la variante es importante para la epidemiología, ya que al conocer las características del virus más circulante en la región es posible establecer medidas más eficaces de identificación del virus, vigilancia, prevención y control de la infección más eficaces que permitan reducir el número de casos e incluso facilitar el tratamiento. Asimismo, pese a que producen el desarrollo de los mismos síntomas, la infección de la variante alfa y delta ha sido asociada a infecciones más graves y muerte.
Vea qué hacer para prevenir la infección por el SARS-CoV-2.
Variantes de preocupación
Las variantes de preocupación son aquellas que parecen contagiarse fácilmente, son más resistentes a las medidas de control y prevención adoptadas, y presentan mayor potencial para causar infecciones graves debido a las mutaciones en la proteína S, que es aquella presente en la superficie del virus que permite la unión a las células humanas.
En esta categoría están presentes la variante ómicron (B.1.1.529) y sus subvariantes (BA.1, BA.2, XE, BA.3, BA.4, BA.5). La variante ómicon fue identificada en varios países, principalmente en África del Sur, y es caracterizada por la mayor capacidad de transmisión.
Anteriormente, también fueron consideradas como variantes de preocupación:
- Alfa (B.1.1.7), identificada inicialmente en el Reino Unido;
- Beta (B.1.351/ B.1.351.2/ B.1.351.3), identificada en Sudáfrica;
- Gama (P.1/ P.1.1/ P.1.2), identificada en Brasil;
- Delta (B.1617.2), identificada en la Índia.
Estas variantes ya no son consideradas de preocupación, debido a la eficacia de las acciones tomadas por la OMS, las cuales tuvieron como objetivo disminuir la circulación de estas variantes y su impacto en la población mundial.
Subvariantes de ómicron en monitorización
Debido a la transmisión generalizada de la variante ómicron y el surgimiento de subvariantes, la Organización Mundial de Salud incluye una nueva categoría para el rastreo de las variantes, esto con la finalidad de identificar y monitorizar las variantes de preocupación que pueden surgir y representar un riesgo para la salud.
Actualmente, las subvariantes de Ómicron en monitorización incluyen: BA.4.6, BA.5 (que incluye la subvariante BQ.1), BA.2.3.20, BA.2.75, J.1 y XBB.
Variantes de interés
Las variantes de interés son aquellas que también fueron identificadas pero que aún no parecen tener la misma facilidad de transmisión o gravedad que las variantes de interés. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, actualmente no existen variantes de interés. Anteriormente, algunas de las variantes que se consideraban de interés eran: Lambda, Mu, Kappa, Iota, Theta, Eta, Zeta y Epsilon.
Variantes en seguimiento
Las variantes en seguimiento son aquellas que presentan alteraciones genéticas que podrían representar un riesgo futuro, pero aún se están estudiando sus características e impacto epidemiológico. Sin embargo, de momento, según la OMS, no existen variantes en seguimiento.
¿Es posible tener dos variantes al mismo tiempo?
Aunque se considera una situación extremadamente rara, es posible infectarse con dos variantes del COVID-19 al mismo tiempo. Hasta el momento, son pocos los casos registrados, no obstante, ya se ha identificado contaminación por dos variantes en simultáneo en pacientes de Brasil y de Bélgica. De acuerdo con los informes, la infección por dos variantes no parece producir síntomas más graves.
¿Las vacunas son eficaces contra las variantes?
Hasta el momento, todas las vacunas disponibles son eficaces contra las variantes circulantes, se ha comprobado que la administración de la vacuna es capaz de estimular de forma eficaz la respuesta inmune, disminuir la transmisión del virus y la incidencia de infección. Sin embargo, se están realizando nuevos estudios para evaluar la duración de la inmunidad frente a estas variantes, así como el efecto sobre nuevas posibles mutaciones del virus.
En un estudio realizado en el Reino Unido con el fin de evaluar la eficacia de las vacunas Pfizer y AstraZeneca contra la variante Delta [1], se encontró que la inmunidad conferida por la vacuna Pfizer pasó de 92% a 78% después de 90 días de la administración de la segunda dosis, mientras que la eficacia de AstraZeneca pasó de 69% a 61% después de 90 días
Estas reducciones se consideran normales y las vacunas continúan siendo altamente recomendadas para prevenir el desarrollo de la enfermedad, ya que aún muestran gran actividad contra el SARS-CoV-2. En algunos países se ha estudiado la posibilidad de la administración de una tercera dosis de la vacuna a personas con el sistema inmunitario más débil, con el objetivo de promover aún más protección frente a la variante Delta.