Ácido fólico en el embarazo: para qué sirve y en qué dosis tomar

Evidencia científica

El ácido fólico es importante durante el embarazo, principalmente durante el primer trimestre, debido a que participa en la formación del tubo neural del feto, pues este se forma entre los 15 y 18 días después de la concepción.

La ingesta adecuada de este micronutriente, conocido también como vitamina B9, previene algunos defectos del nacimiento, como la anencefalia y la espina bífida. Además, también ayuda a disminuir el riesgo de que la madre sufra de preeclampsia o tenga un parto prematuro.

El ácido fólico puede ingerirse a diario en forma de comprimidos, pero también a través de la ingesta de vegetales, frutas y cereales ricos en esta vitamina, como las espinacas, el brócoli o las lentejas, por ejemplo. Conozca cuáles son los alimentos ricos en ácido fólico.

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Para qué sirve

El ácido fólico en el embarazo sirve para:

1. Prevenir defectos del tubo neural

El uso de ácido fólico antes del embarazo y durante el primer trimestre es fundamental, ya que reduce el riesgo de malformaciones en el desarrollo del cerebro y la médula espinal del bebé, como la anencefalia y la espina bífida. 

Esto se debe a que el ácido fólico desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo celular, así como en la formación de tejidos.

2. Prevenir la anemia

El ácido fólico contribuye a la producción de células sanguíneas, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, lo que ayuda a reducir el riesgo de algunos tipos de anemia, como la anemia megaloblástica, que es una deficiencia frecuente en mujeres embarazadas.

3. Reducir el riesgo de complicaciones

Algunos estudios científicos sugieren que el consumo adecuado de ácido fólico durante el embarazo podría contribuir a la prevención de complicaciones, como infecciones obstétricas, desprendimiento de placenta y preeclampsia. 

No obstante, se requieren más investigaciones para confirmar estos posibles beneficios.

4. Disminuir el riesgo de parto prematuro

Recientemente, algunos estudios científicos han demostrado que el consumo de ácido fólico durante el embarazo tiene una influencia directa en el peso del bebé al nacer. 

Además, se ha observado que este consumo también ayuda a disminuir el riesgo de parto prematuro.

Dosis de ácido fólico en el embarazo

La cantidad que se recomienda tomar de ácido fólico durante el embarazo es de 1 comprimido de 400 mcg al día antes de las comidas con 1 vaso de agua. Lo ideal es que la suplementación se inicie al menos 3 meses antes de quedar embarazada.

Algunos ejemplos de suplementos de ácido fólico son: Folivital, AF Valdecasas, Bellafem maternal, Calcibon natal y Materfol, cabe acotar que alguno de ellos contienen ácido fólico y calcio en conjunto.

El calcio es un mineral importante durante el embarazo para disminuir el riesgo de preeclampsia y para favorecer el desarrollo óseo y muscular del feto.

¿Hasta cuándo se debe tomar el suplemento?

La suplementación de ácido fólico debe mantener durante el primer trimestre del embarazo o según las orientaciones del obstetra encargado del control prenatal.

¿Qué ocurre si se excede la cantidad de ácido fólico recomendado?

Cuando se superan las dosis diarias recomendadas de ácido fólico, pueden surgir algunos síntomas como fiebre, pérdida de apetito, náuseas, comezón en la piel, dolor de estómago o dificultad para respirar, debiendo en estos casos acudir al médico tratante.

¿Cuánto tiempo antes de quedar embarazada se debe tomar ácido fólico?

La CDC (Center for Disease Control and Prevention, por sus siglas en inglés) recomienda que todas las mujeres en edad fértil tomen suplementos de ácido fólico a diario, en una dosis de 400 mcg, independientemente de si están o no a planificando un embarazo.

Esto se debe a que la ingesta de alimentos con ácido fólico no suele ser suficiente para obtener el requerimiento diario en el embarazo. 

¿Qué ocurre si no se toma ácido fólico en el embarazo?

Si no se toma ácido fólico antes y durante el embarazo, existe mayor riesgo de malformaciones en la médula espinal y en el cerebro del bebé, pudiendo ocasionar espina bífida o anencefalia, así como problemas durante el embarazo como preeclampsia y parto prematuro. Vea qué es la espina bífida, la anencefalia y la preeclampsia.