Espina bífida: qué es, causas y tratamiento

Actualizado en julio 2023

La espina bífida es un conjunto deformidades congénitas que se desarrollan en el bebé durante las primeras 4 semanas de embarazo, que se caracterizan por una malformación en el desarrollo de la columna vertebral y una formación incompleta de la médula espinal y de las estructuras que la protegen.

Por lo general, esta lesión ocurre en la parte final de la columna por ser la última porción en cerrarse, creando una protuberancia en la espalda del bebé, pudiendo estar relacionada con una deficiencia materna de ácido fólico en el embarazo.

La espina bífida no tiene cura, pero puede tratarse con cirugía para reintroducir y cerrar el defecto de la columna vertebral, aunque, no siempre resuelve las complicaciones de la enfermedad. La fisioterapia para espina bífida, es una ayuda importante en el tratamiento para promover la independencia del niño.

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Tipos de espina bífida

De acuerdo con las característica observadas por el médico, la espina bífida puede clasificarse en algunos tipos, siendo los principales:

1. Espina bífida oculta

La espina bífida oculta, "escondida", se caracteriza por un cierre incompleto de la columna vertebral, no involucra a la médula espinal y las estructuras que la protegen. Puede pasar desapercibida y por lo general, no presenta problemas neurológicos y es más frecuente en la parte inferior de la columna entre las vértebras L5 y S1, pudiéndose observar una presencia anormal de pelos y una mancha en esta región. Vea qué es y cómo identificar la espina bífida oculta.

2. Espina bífida quística

La espina bífida quística se caracteriza por el cierre incompleto de la columna vertebral e involucra a la médula espinal y las estructuras que la protegen, a través de un abultamiento en la espalda del bebé. Se puede dividir en :

  • Meningocele, es la forma más leve de espina bífida quística, el abultamiento en la espalda del bebé involucra solo las estructuras que protegen a la médula espinal, quedando la médula espinal dentro de las vertebras como es normal. La protuberancia está cubierta por la piel y en este caso, el bebé no presenta problemas neurológicos, porque la conducción de los impulsos nerviosos ocurren normalmente;
  • Mielomeningocele, es la forma más grave de espina bífida quística, pues la protuberancia en la espalda del bebé contienen las estructuras que protegen a la médula espinal y parte de ella. La protuberancia se encuentra abierta y no esta revestida por la piel y en estas situaciones el bebé presenta problemas neurológicos, porque no ocurre la transmisión de los impulsos nerviosos.

Asimismo, el mielomeningocele puede causar problemas como parálisis en las piernas, alteración de la sensibilidad debajo de la lesión, problemas en la locomoción, incontinencia urinaria y fecal y problemas de aprendizaje. A menudo, este problema está relacionado con la hidrocefalia, que es el aumento de liquido cefalorraquídeo en el cerebro. Vea qué es la hidrocefalia.

Posibles causas

La causa exacta del desarrollo de la espina bífida aún no es totalmente conocida sin embargo, se cree que puede estar relacionada con factores genéticos y ambientales. El factor más relacionado con la espina bífida es la deficiencia materna de ácido fólico, ya que esta vitamina participa en el proceso de la síntesis del ADN, siendo esencial para el proceso de desarrollo celular. Como consecuencia de la disminución de ácido fólico, el desarrollo fetal puede comprometerse, resultando en malformaciones. Conozca más sobre la importancia del ácido fólico en el embarazo.

Además de la deficiencia de ácido fólico, otras situaciones que pueden favorecer la espina bífida son la diabetes gestacional, deficiencia materna de zinc, consumo de bebidas alcohólicas o uso de drogas ilícitas en los primeros 3 meses de embarazo, además del uso de anestésicos o analgésicos sin la recomendación médica durante el embarazo.

Cómo se diagnostica

La espina bífida puede diagnosticarse durante la gestación y consultas prenatales por medio de un ultrasonido fetal y la medición de los niveles de alfafetoproteína circulantes en la sangre de la mujer, los cuales están alterados en los casos de espina bífida.

Después del nacimiento, el diagnóstico de espina bífida puede ser realizado por medio de una exploración física y la realización de exámenes de imagen.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para espina bífida depende del tipo, por lo general, la espina bífida oculta en la mayoría de los casos no necesita tratamiento. En caso de espina bífida quística, el tratamiento consiste en la cirugía, que debe realizarse en los primeros días de vida del niño para reintroducir todas las estructuras en el interior de la columna vertebral y cerrar el defecto. Sin embargo, esta cirugía no siempre logra evitar algunos problemas neurológicos.

En el caso del mielomeningocele, después del nacimiento hasta ser operado, el bebé debe permanecer boca abajo para que la lesión que se encuentra abierta sea cubierta con compresas empapadas con suero fisiológico para e vitar infecciones.

Además de la cirugía, la fisioterapia para la espina bífida quística, es una opción muy importante en el tratamiento. Este procedimiento tiene como objetivo ayudar al niño a ser lo más independiente posible, ayudándole a caminar o usar silla de rueda, prevenir el desarrollo de contracturas y deformidades y controlar los músculos de la vejiga y del intestino.