Rickettsia: qué es, síntomas y principales enfermedades

Actualizado en julio 2023

La Rickettsia es un género de bacterias gramnegativas que pueden infectar piojos, garrapatas, ácaros o pulgas, por ejemplo, por lo que una picadura puede transmitir esta bacteria, ocasionando el surgimiento de enfermedades, según la especie de Rickettsia y al artrópodo responsable del contagio, como fiebre de las montañas rocosas o tifus.

La Rickettsia sp. logra desarrollarse y multiplicarse en el interior de las células, lo cual puede llevar al surgimiento de síntomas graves, en caso de que no se identifique y trate rápidamente, como aumento del bazo y del hígado, disminución de la presión arterial y alteraciones respiratorias, por ejemplo.

Las principales especies de Rickettsia que infectan y causan enfermedades en personas son la Rickettsia rickettsii, Rickettsia prowazekii y Rickettsia typhi, que son transmitidas al hombre por medio de un artrópodo que se alimenta de la sangre.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de infección por Rickettsia sp. son:

  • Fiebre alta;
  • Dolor de cabeza intensa y constante;
  • Surgimiento de manchas rojas en el tronco y en las extremidades;
  • Malestar general;
  • Cansancio excesivo;
  • Debilidad.

En los casos más graves, puede haber aumento del hígado y del bazo, disminución de la presión, problemas renales, gastrointestinales y respiratorios, además de paro respiratorio y, por consecuencia, muerte en caso de que no se reciba tratamiento y se identifique rápidamente.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de Rickettsia sp. debe ser realizada por el médico general o infectólogo, inicialmente a partir de la evaluación de los signos y síntomas que presenta la persona. Además, el médico puede indicar la realización de un hemograma y la cuantificación en sangre de CK, ALT, ASP, LDH y proteína C reactiva, que pueden verse alteradas en caso de infección.

También se puede recomendar realizar un hemocultivo para investigar la presencia de bacterias en el torrente sanguíneo. Vea cómo se realiza un hemocultivo.

Principales enfermedades

Las enfermedades causadas por bacterias del género Rickettsia sp. son transmitidas a través del contacto con heces de garrapatas, pulgas o piojos infectados o a través de su saliva cuando muerden a las personas, siendo esta forma de transmisión, las más común. Las principales enfermedades son:

1. Fiebre de las montañas rocosas

La fiebre de las montañas rocosas es causada por la mordida de la garrapata estrella infectada por la bacteria Rickettsia rickettsii, que afecta la circulación sanguínea de la persona, diseminándose por el cuerpo, entrando a las células y desarrollándose y multiplicándose, lo que causa el surgimiento de los síntomas, que tardan entre 3 a 14 días para manifestarse. 

La fiebre de las montañas rocosas es más común durante los meses de junio a octubre, que es cuando las garrapatas están más activas, y puede contagiarse durante todo su ciclo de vida, que dura entre 18 a 36 meses.

Es importante que la fiebre de las montañas rocosas sea diagnosticada y tratada en cuanto surjan las sospechas o síntomas de la enfermedad, para que haya mayor posibilidad de cura y disminución del riesgo de complicaciones, como inflamación del cerebro, parálisis, insuficiencia respiratoria o insuficiencia renal, por ejemplo. Conozca más sobre la fiebre de las montañas rocosas.

2. Tifus epidémico

El tifus epidémico también es causado por la bacteria Rickettsia sp. pudiendo ser contagiado por el piojo, en caso de la Rickettsia prowazekii, o por la pulga, en el caso de la Rickettsia typhi. Los síntomas normalmente surgen entre 7 a 14 días después de la infección por la bacteria y normalmente de 4 a 6 días después del surgimiento del primer síntoma, siendo común la manifestación de manchas y erupciones que se diseminan rápidamente en el cuerpo.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para las infecciones por Rickettsia sp. se realiza con antibióticos, normalmente doxiciclina o cloranfenicol, que deben usarse de acuerdo a la orientación del médico incluso aunque no haya más síntomas. Es común que cerca de 2 días después del inicio del tratamiento, la persona presente mejoría, sin embargo se recomienda continuar utilizando el antibiótico para evitar la recurrencia de la enfermedad o resistencia.