Fiebre maculosa de las montañas rocosas: síntomas y tratamiento

Actualizado en julio 2021

La Fiebre de las montañas rocosas, también conocida como fiebre maculosa de las montañas rocosas, es transmitida por la picada de una garrapata infectada con una bacteria llamada Rickettsia rickettsii.

Para que sea transmitida la enfermedad, la unión entre la garrapata y el individuo debe durar de 6 a 10 horas, esta enfermedad es frecuente al sur de centroamérica y en algunas partes de sudamérica 

La fiebre de las montañas rocosas tiene cura, pero su tratamiento debe iniciarse lo más pronto posible, apenas surjan los primeros síntomas, a través de la ingestión de antibióticos, ya que de esta forma se evita que la enfermedad evolucione y cause complicaciones graves como inflamación cerebral, parálisis, insuficiencia respiratoria o insuficiencia renal, que pueden colocar en peligro la vida del paciente. 

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Garrapata transmisora de la fiebre maculosa

Principales síntomas

Los síntomas de la fiebre de las montañas rocosas pueden ser difíciles de identificar y, por esto, siempre que se sospecha que se está desarrollando la enfermedad, se recomienda acudir al centro de salud más cercano para realizar exámenes de sangre y confirmar la infección, iniciando de inmediato el tratamiento con antibióticos. 

Los síntomas de la fiebre de las montañas rocosas suelen surgir entre 2 a 15 días después de la picadura de la garrapata, siendo los principales:

  • Fiebre por encima de 39ºC repentina y escalofríos;
  • Dolor de cabeza intenso;
  • Conjuntivitis;
  • Náuseas y vómitos;
  • Diarrea y dolor abdominal;
  • Dolor muscular constante;
  • Insomnio y dificultad para descansar;
  • Inflamación y enrojecimiento de las palmas de las manos y de las plantas de los pies;
  • Gangrena en los dedos y las orejas;
  • Parálisis del cuerpo, que inicia en las piernas y va subiendo hasta los pulmones hasta causar un paro respiratorio.

Además de esto, después del desarrollo de fiebre es común el desarrollo de manchas rojas que se inician en las piernas y brazos, incluyendo las plantas de los pies y las palmas de las manos y se extiende rápidamente hacia el tronco o al resto del cuerpo. 

Los síntomas de la fiebre maculosa pueden ser difíciles de identificar y, por lo tanto, siempre que se sospeche que está desarrollando la enfermedad se recomienda ir al servicio de emergencia hospitalaria para que le sean realizados exámenes de sangre y confirmar la infección, iniciando inmediatamente el tratamiento con antibióticos.

El diagnóstico puede realizarse con exámenes como una hematología donde se evidencia anemia, trombocitopenia y reducción del número de plaquetas. Además de esto, se indica el examen de las enzimas CK, LDH, ALT y AST.

Cómo ocurre la transmisión 

La transmisión ocurre a través de la picadura de la garrapata contaminada con la bacteria Rickettsia rickettsii. Al picar y alimentarse de la sangre, la garrapata transmite la bacteria a través de su saliva. Pero es necesario un contacto de 6 a 10 horas para que esto suceda, sin embargo la picadura de las larvas de esta garrapata también pueden transmitir la enfermedad y no es posible identificar el lugar de su picadura porque no causa dolor, aunque es suficiente para la transmisión las bacterias.

Al atravesar la barrera la piel la bacteria llega al cerebro, pulmones, corazón, hígado, bazo, páncreas y tubo digestivo, y por esto es importante saber identificar y tratar esa enfermedad cuanto antes para evitar complicaciones e incluso la muerte.

El período de incubación varía entre 2 días a 2 semanas, hasta que surjan los primeros síntomas.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la fiebre maculosa debe ser orientado por un médico general y se inicia hasta 5 días después de la aparición de los síntomas, el cual es hecho normalmente con la ingestión de antibióticos como Cloranfenicol o tetraciclinas, para evitar complicaciones graves. 

La falta de tratamiento puede afectar el sistema nervioso central y causar encefalitis, confusión mental, delirios, convulsiones y coma. En este caso, la bacteria puede ser identificada en el examen de líquido cefalorraquídeo, aunque no siempre el resultado es positivo. Los riñones pueden verse afectados causando una insuficiencia renal y, causando un edema generalizado. Cuando los pulmones se ven afectados puede haber neumonía y disminución de la respiración, siendo necesario recurrir al uso de oxígeno. 

Cómo se previene la fiebre de las montañas rocosas

Para prevenir esta enfermedad se debe:

  • Utilizar pantalones, sudaderas de manga larga y zapatos, especialmente cuando es necesario estar en lugares con grama alta;
  • Utilizar repelentes de insectos, colocándose nuevamente cada 2 horas o según sea la necesidad;
  • Limpiar los arbustos y mantener el jardín sin hojas en el césped;
  • Verificar todos los días la presencia de garrapatas en el cuerpo o en los animales domésticos;
  • Mantener los animales domésticos como perros y gatos, desinfectados contra las pulgas y las garrapatas.

En el caso de identificar una garrapata en la piel, se recomienda acudir al centro de salud más cercano o a la emergencia hospitalaria para que sea retirada de forma adecuada y evitar el surgimiento de la fiebre de las montañas rocosas. 

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