Obesidad infantil: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La obesidad infantil es el aumento excesivo de peso durante la infancia, pudiendo causar baja autoestima y síntomas como dificultad para respirar durante el sueño, dolor en las rodillas y cansancio fácil durante las actividades físicas.

En la mayoría de los casos, la obesidad infantil es causada por hábitos alimentarios poco saludables y una vida poco activa, pero también puede surgir debido a desequilibrios hormonales o síndromes genéticos específicos, en algunos casos.

Lea también: Obesidad: qué es, causas, tipos, síntomas y cómo prevenir tuasaude.com/es/obesidad

En caso de sospecha de obesidad infantil, se recomienda consultar a un pediatra, que es el médico más indicado para hacer la evaluación inicial del crecimiento del niño y verificar si el peso realmente está por encima de lo indicado para su edad y altura.

Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

Los principales síntomas de la obesidad infantil son:

  • Aumento excesivo de peso;
  • Comer en exceso;
  • Cansancio fácil al realizar actividades físicas;
  • Baja autoestima;
  • Ronquidos y/o pausas en la respiración durante el sueño;
  • Dolor en las rodillas, tobillos y/o caderas.

Es común que, como el aumento de peso normalmente es lento, el desarrollo de la obesidad infantil no se note tan fácilmente, especialmente cuando el niño ya presentaba sobrepeso.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de obesidad infantil normalmente lo realiza el pediatra mediante la evaluación del peso, la altura del niño y el cálculo del IMC infantil. Consulte qué es el IMC infantil y cómo calcular el peso ideal del niño.

Además, el médico también puede indicar exámenes, como la medición de TSH, T4 libre y cortisol en sangre, para identificar si existe alguna enfermedad que pueda estar contribuyendo al aumento excesivo de peso.

Causas de la obesidad infantil

Las principales causas de la obesidad infantil son:

1. Alimentación inadecuada

Una alimentación inadecuada, con muchos alimentos grasosos y/o ricos en azúcares, como refrescos, galletas, comida rápida y dulces, por ejemplo, es uno de los principales factores relacionados con la obesidad infantil.

2. Vida sedentaria

No practicar ejercicios de forma regular hace que el cuerpo gaste menos calorías de las que la persona ingiere, favoreciendo el aumento de peso. Hoy en día, los niños se han vuelto más sedentarios, prefiriendo juegos electrónicos, computadoras y TV, que, junto con una alimentación excesiva, llevan al sobrepeso. Vea algunas formas de incentivar al niño a realizar actividad física.

3. Efecto secundario de medicamentos

El uso de medicamentos, como corticosteroides, anticonvulsivos y antipsicóticos, puede afectar el metabolismo y causar un aumento de peso excesivo en algunas niñas y niños como un efecto secundario.

4. Desequilibrios hormonales

Desequilibrios hormonales debido a hipotiroidismo, exceso de cortisol en sangre o deficiencia de la hormona del crecimiento, por ejemplo, pueden favorecer el aumento de peso y, cuando no se tratan adecuadamente, llevar al desarrollo de obesidad.

5. Alteraciones genéticas

Aunque la predisposición genética también puede influir en el aumento de peso, existen alteraciones genéticas que llevan al desarrollo de síndromes específicos que aumentan mucho el riesgo de obesidad, como el síndrome de Prader-Willi. 

Lea también: Síndrome de prader willi: qué es, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/sindrome-de-prader-willi

Cómo tratar la obesidad infantil

El tratamiento de la obesidad infantil depende de la edad del niño, de la causa y de la gravedad del caso, pero, en la mayoría de las ocasiones, implica un cambio en los hábitos alimenticios, como limitar el consumo de comida rápida, refrescos y dulces, y aumentar el consumo de alimentos ricos en fibras, verduras, legumbres y frutas. Vea cómo debe ser la alimentación para niños con sobrepeso.

También es importante que el niño se mantenga activo, debiendo ser incentivado a practicar actividades físicas y juegos que ayuden a gastar energía.

En los casos en que la obesidad infantil está relacionada con alteraciones genéticas o desequilibrios hormonales, el tratamiento debe ser específico para la alteración y debe realizarse de acuerdo con la recomendación del médico.

Cómo prevenir la obesidad infantil

Para prevenir la obesidad infantil, se debe:

  • Garantizar que el niño pueda dormir lo suficiente por la noche;
  • Controlar el tiempo de uso de pantallas como teléfono celular, televisión o tableta;
  • Desarrollar hábitos alimentarios saludables;
  • Limitar el consumo de alimentos poco saludables, como dulces, comida rápida y refrescos;
  • Estimular la práctica de actividades físicas y, para niños pequeños, juegos activos.

La obesidad infantil aumenta el riesgo de problemas de salud como hipertensión arterial, colesterol alto y diabetes, especialmente en la vida adulta. Por lo tanto, es importante adoptar las medidas adecuadas para evitar su desarrollo.

Vídeos relacionados