Cómo poner un supositorio infantil (en niños y en bebés)

Actualizado en marzo 2023

El supositorio infantil es una excelente opción para el tratamiento de la fiebre y dolor, ya que la absorción en el recto, que es la porción final del intestino, es mayor y más rápida, tomando menos tiempo para aliviar los síntomas, en comparación con el mismo medicamento en su presentación oral.

Además, el supositorio infantil no pasa por el estómago y es una forma fácil de administración del medicamento cuando el niño aún es muy pequeño o lo rechaza.

Aparte del supositorio para alivio del dolor y de la fiebre, existen otros tipos de supositorios para el tratamiento del estreñimiento o la tos con catarro.

Imagem ilustrativa número 1

Nombres de supositorios para niños

Los supositorios disponibles para ser usados en niños son:

1. Glicerina

Los supositorios de glicerina están indicados para el tratamiento y/o prevención del estreñimiento, puesto que actúan reblandeciendo las heces y facilitando su eliminación. Este supositorio puede encontrarse en dosis diferentes, siendo el de 0,828 g y el de 0,92 g indicado para los bebés de hasta 2 años de edad, y puede encontrarse bajo el nombre comercial de Estrin.

Para niños mayores de 2 años, el supositorio de glicerina tiene una dosis de 1,55 g, y puede encontrarse bajo el mismo nombre comercial de Estrin.

La dosis recomendada para el bebé o niños es de 1 supositorio al día de acuerdo a la orientación del pediatra, aplicado por vía rectal. En bebés se recomienda introducir la parte más fina del supositorio y sostener la otra extremidad con los dedos hasta que ocurra la evacuación.

Cuidados antes de su uso: el supositorio de glicerina debe mantenerse en su empaque original y guardarse en un lugar fresco, alejado de la luz y el calor. Antes de su administración se recomienda mojar el supositorio en agua de la llave para evitar que haya irritación de la mucosa del intestino del niño. No usar el supositorio después de su fecha de caducidad. Conozca más sobre los supositorios de glicerina.

2. Dipirona

El supositorio de dipirona, conocido con el nombre comercial de Buscapina, está indicado para aliviar el dolor y bajar la fiebre, además de que puede ser usado en niños mayores de 4 años o que pesen más de 16 kg.

La dosis recomendada es de 1 supositorio de dipirona 300 mg por vía rectal hasta un máximo de 4 veces al día, es decir 1 supositorio cada 6 horas, y el tiempo de tratamiento deber estar orientado por el pediatra.

Cuidados antes de su uso: la dipirona supositorio para uso infantil debe ser guardada en el empaque de aluminio original, en un lugar fresco, alejado de la luz y calor para que el supositorio no adopte una consistencia pastosa. Antes de su administración, se recomienda verificar si el supositorio tiene otra consistencia y, en caso de que se observe reblandecido, puede colocarlo en el empaque de aluminio durante algunos segundos y en agua helada para que el supositorio se endurezca de nuevo. No usar el supositorio después de su fecha de caducidad. Conozca más sobre la dipirona

3. Paracetamol

Los supositorios de paracetamol son utilizados para el tratamiento sintomático de dolor ligero a moderado. También puede ser utilizado para el tratamiento sintomático de fiebre con una duración máxima de 3 días. Vea más sobre para qué sirve el paracetamol

La dosis a utilizar dependerá de la edad y del peso del niño, por ello debe acudirse al pediatra para que indique cómo se debe tomar.

Este medicamento no debe ser administrado en niños con menos de 3 meses de edad.

Cómo aplicar el supositorio

Antes de aplicar el supositorio en niños o en bebés, se deben lavar las manos con agua y jabón neutro, y para la correcta administración se deben seguir algunos pasos que incluyen:

  1. Remover el empaque de aluminio o de plástico del supositorio;
  2. Colocar al niño en una posición cómoda que, en caso de bebés, debe ser acostado de lado con una pierna estirada y la otra doblada por enfrente del cuerpo, o en caso de niños mayores, se puede agachar o permanecer de pie con una pierna doblada y apoyada en un banco o silla, por ejemplo;
  3. Con una mano separar los glúteos del niño o del bebé, utilizando el dedo pulgar y el índice, con el objetivo de dejar la otra mano libre;
  4. Con la mano libre, sostener el supositorio con la parte redondeada hacia arriba e introducir el supositorio en el ano del niño, empujándolo levemente, pero con firmeza, en dirección al ombligo del niño, que es la misma dirección que tiene el recto;
  5. Comprimir suavemente un glúteo contra el otro durante algunos segundos para evitar que el supositorio regrese;
  6. Lavarse bien las manos con agua y jabón neutro después de la aplicación del supositorio.

En caso de que sea difícil aplicar el supositorio, como cuando hay resequedad causada por estreñimiento, por ejemplo, el supositorio puede ser remojado en agua de la llave o usar un poco de gel lubricante íntimo a base de agua. Se debe evitar el uso de vaselina o aceite mineral para ayudar a aplicar el supositorio, ya que puede cortar el efecto del medicamento.

Un aspecto importante en el caso del supositorio de glicerina, es que se debe esperar alrededor de 15 a 30 minutos después de su aplicacion para que el mismo sea completamente absorbido, excepto en caso de que el niño tenga ganas de evacuar antes.

¿Y si el supositorio es expulsado?

En algunos casos, después de introducir el supositorio, este puede devolverse y salirse del recto. Esto puede ocurrir porque la presión ejercida al introducirlo fue escasa y, en estos casos, se debe aplicar nuevamente con más presión, pero con cuidado para de no lastimar al niño.