Neutrofilia: qué es, causas y qué hacer

La neutrofilia es el aumento en el número de neutrófilos en la sangre, lo cual puede estar relacionado con infecciones, enfermedades inflamatorias o, en algunos casos, ser simplemente una respuesta del organismo al estrés o a la práctica de actividad física.

Los neutrófilos son células sanguíneas encargadas de la defensa del organismo, y sus valores de referencia en un hemograma oscilan entre 1500 y 8000/mm³ de sangre. Cuando estos valores se encuentran por encima del rango normal, se considera un caso de neutrofilia.

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La cantidad de neutrófilos se evalúa mediante el leucograma, una parte del hemograma en la que también se analizan otros tipos de glóbulos blancos, como linfocitos, monocitos, basófilos y eosinófilos. Conozca cómo entender el resultado del leucograma.

Hombre haciéndose un análisis de sangre

8 causas de neutrofilia

Las principales causas de neutrofilia son:

1. Infecciones bacterianas

Las infecciones bacterianas agudas pueden provocar neutrofilia, ya que los neutrófilos son células de defensa del organismo frente a infecciones. En estos casos, el hemograma suele mostrar neutrofilia con desviación a la izquierda, lo que indica la presencia de neutrófilos inmaduros en la sangre, conocidos como neutrófilos en banda.

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El aumento de neutrófilos no causa síntomas por sí mismo, pero es común que se presenten señales relacionadas con la infección, como fiebre persistente, dolor abdominal, dolor de cabeza, cansancio o debilidad.

Qué hacer: el tratamiento debe ser indicado por el médico, quien puede prescribir antibióticos según el tipo de bacteria, así como medicamentos para aliviar los síntomas.

2. Infecciones virales

Algunas infecciones virales también pueden causar neutrofilia. En estos casos, el hemograma suele mostrar linfocitos atípicos.

Qué hacer: el tratamiento varía según el tipo de virus. El médico puede recomendar reposo, medicamentos para bajar la fiebre y aliviar síntomas, o antivirales si es necesario.

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3. Enfermedades inflamatorias

Enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o la hepatitis crónica pueden aumentar la actividad del sistema inmunológico. Esto provoca un incremento no solo de neutrófilos, sino también de otras células sanguíneas, como los basófilos.

Qué hacer: el tratamiento dependerá de la causa de la inflamación, pero puede incluir medicamentos antiinflamatorios y una alimentación rica en alimentos con propiedades antiinflamatorias, como cúrcuma, ajo y pescado.

4. Estrés

Aunque no es muy común, el estrés también puede causar neutrofilia como una forma del cuerpo de mantener activo el sistema inmunológico en situaciones de tensión.

Qué hacer: para reducir el estrés, se recomienda incorporar actividades relajantes como yoga, caminatas o meditación. En algunos casos, la psicoterapia puede ser útil para identificar y manejar mejor las fuentes de estrés.

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5. Actividad física intensa

La práctica de ejercicio físico intenso puede provocar un aumento temporal de neutrófilos, lo cual se considera una respuesta normal del organismo y no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, si la neutrofilia persiste, es importante consultar a un médico general o hematólogo para investigar la causa.

Qué hacer: no se requiere tratamiento específico. Se recomienda descanso para permitir la recuperación muscular, además de mantener una alimentación saludable.

6. Síndromes mielodisplásicos

Las síndromes mielodisplásicas son un grupo de enfermedades que afectan la producción de células sanguíneas en la médula ósea, incluyendo los neutrófilos, lo que puede causar neutrofilia.

Algunos ejemplos son la trombocitemia esencial, policitemia vera, leucemia mielomonocítica crónica, leucemia neutrofílica crónica, leucemia mielomonocítica juvenil o leucemia mieloide crónica (LMC).

Qué hacer: el tratamiento es indicado por el oncólogo o hemato-oncólogo e incluye opciones como quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia o trasplante de médula ósea.

7. Cáncer

La neutrofilia también puede estar asociada a tumores sólidos, como el cáncer de mama o de pulmón, debido a la inflamación provocada por el tumor o a infecciones asociadas. Además, puede estar relacionada con una reacción leucemoide paraneoplásica, el uso de corticoides para el tratamiento oncológico o la presencia de metástasis en la médula ósea.

Qué hacer: el tratamiento debe ser guiado por el oncólogo e incluir quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia biológica o cirugía. Si se detecta una infección, también se deben administrar antibióticos.

8. Uso de medicamentos

Algunos medicamentos, como los corticoides, el litio o el ácido retinoico, pueden estimular la liberación de leucocitos por parte de la médula ósea, incluyendo neutrófilos, causando neutrofilia.

Además, fármacos como la filgrastima o la pegfilgrastima, usados para tratar neutropenia, estimulan directamente la producción de neutrófilos.

Qué hacer: el seguimiento debe hacerse con el médico que prescribió el tratamiento, quien podrá ajustar la dosis o cambiar el medicamento si es necesario. Nunca se debe suspender ni modificar la dosis de un medicamento por cuenta propia.

Cómo saber si se trata de neutrofilia

La neutrofilia se identifica a través del hemograma, un análisis de sangre que evalúa todos los componentes celulares de la sangre, incluidos los neutrófilos.

Se considera neutrofilia cuando se detectan más de 8000 neutrófilos totales por mm³ de sangre, aunque este valor puede variar ligeramente según el laboratorio.

La interpretación de los niveles de neutrófilos debe ser realizada por el médico que solicitó el análisis, teniendo en cuenta también otros parámetros del hemograma y los síntomas que presente la persona.

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Cómo confirmarlo

Para saber si tienes neutrofilia, introduce el resultado de tu análisis en la siguiente calculadora:

Erro
Erro
Erro
Mínimo admitido, el valor puede verse alterado según su laboratorio.
Erro
Máximo admitido, el valor puede verse alterado según su laboratorio.
Erro

Esta calculadora es solo una herramienta orientativa y no debe utilizarse como diagnóstico ni sustituir la consulta con un hematólogo o médico general.

¿Cuál es la diferencia entre neutrofilia y neutropenia?

La neutrofilia es el aumento en la cantidad total de neutrófilos en la sangre, mientras que la neutropenia es la disminución del número de neutrófilos circulantes.

La neutropenia puede aumentar el riesgo de infecciones, ya que los neutrófilos son glóbulos blancos encargados de combatir microorganismos como bacterias, virus u hongos.

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¿Qué es la neutrofilia relativa?

La neutrofilia relativa indica el aumento de la cantidad relativa de neutrófilos en la sangre, es decir, que la cantidad de neutrófilos en la sangre en relación al 100%, que es la cantidad de leucocitos totales en la sangre, se encuentra aumentada. 

De forma general, los valores relativos de neutrófilos considerados normales se encuentran entre 45,5 y 75% teniendo como referencia la cantidad de leucocitos totales circulantes. 

Normalmente cuando los valores de los neutrófilos absolutos se encuentran aumentados, es posible observar un aumento en los valores relativos.

Sin embargo, en otras situaciones puede haber neutrofilia relativa y, en ese caso, es  importante que el médico evalúe el hemograma y la cantidad total de leucocitos, pudiendo indicarse la repetición del examen en algunos casos.