Larvas en la piel: síntomas, tipos y tratamiento

Las larvas en la piel provocan una enfermedad infecciosa conocida como miasis cutánea, que ocurre cuando ciertas especies de moscas del orden Díptera, como el nuche o el gusano barrenador depositan sus huevos sobre la piel.

Cuando los huevos se abren, las larvas entran en la piel para alimentarse, provocando heridas o llagas que pueden generar síntomas como enrojecimiento, dolor, picazón y la sensación de que algo se mueve debajo de la piel.

Ante la presencia de estos signos o síntomas, se recomienda acudir al médico para que realice el tratamiento adecuado, que se realiza a través de la colocación de una sustancia oclusiva, como vaselina o aceite, que tapa el orificio de respiración de la larva y la obliga a salir, lo que facilita su extracción sin causar daño.

Signos y síntomas

Los signos y síntomas de las larvas en la piel son:

• Formación de heridas o llagas en la piel;
• Enrojecimiento y ligera hinchazón en la región;
• Dolor o picazón en la herida;
• Pérdida de apetito;
• Sensación de que algo se está moviendo por debajo de la piel;
• Mal olor;
• Sangrado de la herida.

Estos signos y síntomas surgen después de que la mosca hembra deposita los huevos en la piel y, al cabo de 6 días, las larvas salen de los huevos y consiguen penetrar la piel rápidamente.

Tipos de larvas en la piel

Los principales tipos de larvas que producen la miasis cutánea en humanos incluyen la mosca tumbadora o nuche (Dermatobia hominis), el gusano barrenador (Cochliomyia hominivorax) y la mosca tombú (Cordylobia anthropophaga).

Estas moscas pueden afectar tanto a humanos como a animales y suelen encontrarse en regiones de clima tropical durante todo el año, mientras que en otros países únicamente pueden presentarse durante el verano.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la miasis cutánea en humanos lo realiza el dermatólogo o el infectólogo, mediante la observación de los signos y síntomas que presenta la persona.

Además, en algunos casos, el médico puede sugerir una dermatoscopia o una ecografía, que permiten evaluar la piel, ayudar a identificar las larvas y observar su movimiento.

Cómo es el tratamiento

El tratamiento para retirar las larvas en la piel debe ser realizado por un médico, quien sigue los siguientes pasos:

1. Oclusión de la larva, mediante la colocación de una sustancia oclusiva, como vaselina, parafina, pomada o aceite. Estas sustancias obstruyen la entrada de oxígeno que las larvas necesitan para vivir, por lo que ellas mismas buscan salir a la superficie;
2. Extracción de la larva mediante el uso de pinzas. Cuando las larvas necesitan respirar, suben a la superficie, lo que facilita su extracción por parte del médico. En algunos casos, puede ser necesario realizar un pequeño corte para que el médico tenga una mejor visibilidad de la larva.

En algunos casos, el médico puede indicar el uso de medicamentos por vía tópica u oral, como ivermectina, cuando hay múltiples lesiones o dificultad para extraer la larva, o antibióticos en casos de infección.

Remedios caseros para sacar gusanos de la piel

Los remedios caseros para sacar gusanos de la piel pueden incluir el uso de aceite o vaselina, los cuales provocan una asfixia impidiendo que la larva pueda respirar, haciendo que busque salir a la superficie.

Sin embargo, no se recomienda realizar este tipo de procedimientos en casa, ya que si no se aplican las medidas de higiene necesarias, las larvas pueden permanecer en el suelo u otras superficies, pudiendo ingresar en otro huésped, ya sea humano o animal.

Además, la extracción forzada puede provocar una lesión aún mayor, dado que el gusano puede estar alimentándose y causar una herida más profunda, aumento de la inflamación o infección.

Cómo prevenir el contagio

Algunas de las mejores formas para evitar la infección por las larvas de la mosca son:

• Cerrar ventanas y puertas después del anochecer;
• Colocar redes o una malla en las ventanas;
• Evitar tener comida, basura o líquidos acumulados dentro de casa;
• Secar la ropa al sol y sacudirla antes de guardarla;
• Utilizar repelente de insectos.

Además, si hay alguna herida en la piel, es importante cubrirla con ropa o algún tipo de protección, ya que el olor de la sangre puede atraer a ciertas moscas que aprovechan para depositar sus huevos en esa zona.