Listeriosis (Infección por listeria): qué es, síntomas y cómo se contagia

Actualizado en marzo 2022

La infección por listeria, mejor conocida como listeriosis, es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria Listeria monocytogenes, que puede encontrarse en el suelo, lodo y agua, pudiendo transmitirse a través del consumo de agua y alimentos contaminados como leche no pasteurizada, quesos, verduras, mariscos y salchichas.

La infección puede ser en muchas ocasiones asintomática, sin embargo, los síntomas pueden manifestarse en niños, embarazadas, ancianos y portadores de enfermedades crónicas, ya que en estos grupos de riesgo el sistema inmunitario está comprometido. Los síntomas iniciales de listeriosis pueden confundirse con los de la gripe, ya que hay presencia de fiebre, dolor en el cuerpo y escalofríos, por ejemplo, sin embargo es común que haya dolor en el cuerpo y diarrea.

Para evitar el contagio es importante lavarse las manos frecuentemente, así como los alimentos antes de consumirlos. En caso de que se confirme un caso de listeriosis debe notificarse a vigilancia sanitaria para que se investigue la causa de la infección.

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Principales síntomas

Los síntomas de listeriosis pueden variar de 3 a 60 días después del contacto con la bacteria responsable de la enfermedad. Además, la intensidad de estos pueden variar de acuerdo al estado general de salud, siendo los más graves cuando el sistema inmune está debilitado. Los principales síntomas de listeriosis son:

  • Dolor muscular;
  • Fiebre alta, superior a 38ºC
  • Vómitos;
  • Escalofríos;
  • Dolor de cabeza;
  • Pérdida del apetito;
  • Diarrea;
  • Confusión mental;
  • Cansancio

En los casos más graves y raros, la Listeria monocytogenes, puede diseminarse por el torrente sanguíneo y atacar al sistema nervioso, produciendo meningitis, que es una inflamación de las membranas que recubren al cerebro. Además, la infección en las embarazadas puede agravarse y producir parto prematuro, infección en el momento del parto e incluso la muerte del bebé.

Por ello, es importante que ante la presencia de signos y síntomas de listeriosis se consulte al médico general para que se realicen exámenes que ayuden a confirmar el diagnóstico, pudiendo realizarse análisis de sangre y búsqueda de la bacteria en las heces, placenta, líquido amniótico o por medio de un lavado gástrico.

Cómo se contagia y alimentos implicados

El contagio de la Listeria monocytogenes se produce principalmente por medio del consumo de agua y alimentos contaminados, como por ejemplo leche no pasteurizada, derivados de la leche, frutas, verduras, legumbres, carnes, pescados, mariscos ahumados y congelados, así como embutidos.

Esta bacteria es resistente a todas las etapas del proceso y manipulación de los alimentos, por lo que puede encontrarse en pequeñas concentraciones en alimentos debidamente procesados. Sin embargo, la presencia de la bacteria en el alimento no necesariamente significa que sea capaz de causar enfermedad, a menos que las condiciones de almacenamiento no sean correctas, pudiendo favorecer la proliferación de este microorganismo.

Conozca cómo almacenar correctamente los alimentos.

Tratamiento de listeriosis

El tratamiento de la listeriosis se realiza con el uso de antibióticos, siendo la Penicilina o Ampicilina los que normalmente recomienda el médico, asociados a aminoglucósidos, como la Gentamicina. En caso de alergia a la Penicilina, puede optarse por Trimetoprima/Sulfametoxazol, conocido comercialmente como Bactrim.

Además, en caso de que la persona presente vómitos y diarrea, es importante que beba suero casero y se mantenga hidratada, ya que de esta forma es posible prevenir la deshidratación, además de que tambien es importante tener una alimentación leve y de fácil digestión.

Cómo se puede prevenir

Para prevenir la contaminación por Listeria monocytogenes y, por consecuencia, el desarrollo de listeriosis, es importante adoptar algunas medidas de higiene como:

  • Lavarse las manos antes de comer;
  • Lavar adecuadamente los alimentos como frutas y verduras antes de consumirlas;
  • Almacenar correctamente la comida;
  • Mantener el refrigerador limpio;
  • Evitar el consumo de alimentos procesados y no pasteurizados.

Además, para evitar nuevos casos de listeriosis, es importante comunicar a las autoridades de salud sobre el caso para que se pueda realizar una investigación del punto inicial de la infección y, de esta forma, sea posible aplicar medidas preventivas más eficaces.